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¿Cómo valorar el contenido de tu casa en un seguro de hogar?

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¿Cómo valorar el contenido de tu casa en un seguro de hogar?

Es muy posible que tengas contratado para tu vivienda un seguro multirriesgo del hogar. Siete de cada diez familias españolas lo tienen. Vamos, que hay unos 17,8 millones de pólizas activas que cubren cada año unos 5,5 millones de siniestros. Pero ¿Cómo calculaste tú el valor del contenido de tu vivienda cuando lo contrataste?

Es muy posible que tengas contratado para tu vivienda un seguro multirriesgo del hogar. Siete de cada diez familias españolas lo tienen. Vamos, que hay unos 17,8 millones de pólizas activas que cubren cada año unos 5,5 millones de siniestros. Pero ¿Cómo calculaste tú el valor del contenido de tu vivienda cuando lo contrataste?

Probablemente, no lo hiciste. Tampoco vino nadie de la compañía de seguros a tu casa a ver lo que tenías y a calcular lo que valía todo antes de poder hacerte una oferta para ese seguro multirriesgo. Entonces, ¿cómo puedes saber si el seguro que estás pagando para cubrir posibles daños en tu vivienda es el correcto?

Si no valoraste en su momento cuánto podría costarte reponer el contenido de tu vivienda, cuando tenga lugar la contingencia, es posible que tu seguro no cubra todo lo que necesites reponer. O puede ser que estés pagando por el continente de tu vivienda más de lo que te costaría reponerlo.

¿Qué es el contenido de una vivienda?

Es posible que nunca te hayas planteado en qué consiste o para qué se cubre el contenido de una vivienda mediante un seguro. Cubres el continente para no quedarte en la calle en el caso extremo de que tu vivienda se venga abajo, pero ¿y el contenido?

En realidad, es más probable que necesites que el seguro multirriesgo te cubra la reposición de parte del contenido de tu vivienda que del continente. Sí, porque es posible que te entren a robar y se lleven algunas cosas que contiene tu vivienda, normalmente joyas y electrónica, o que alguna avería te obligue a cambiar algún mueble o electrodoméstico.

También, depende de la póliza, puedes tener cubiertos daños estéticos en el mobiliario, algo muy posible si tienes mascota, niños pequeños o sufres algún accidente eléctrico, con agua (goteras) o con fuego, por poner algunos ejemplos habituales.

Por lo tanto, el contenido de una vivienda debe estar inventariado antes de contratar un seguro combinado de hogar. Solo así tendrás cubierto lo que de verdad importa y al precio adecuado. Si no lo haces, la aseguradora hará una estimación de lo que puede haber en tu casa en base a lo que se suele asegurar en viviendas similares. Por lo tanto, es muy difícil que el seguro combinado de tu hogar realmente cubra el valor del contenido de tu vivienda.

Un ejemplo de error clásico

El caso más evidente es el de un robo. Si la aseguradora desconoce lo que tienes en casa, hará una estimación de las joyas. Si se da el caso de que te las roben, recibirás el importe estimado por la aseguradora. Y lo normal es que se quede corto.

Haz la prueba. Mira en la póliza del seguro combinado el importe que tienes contratado como cobertura por robo de joyas (solo de joyas) y luego, haz una valoración de las joyas que tienes en casa. En caso de robo de todas tus joyas, ¿te reembolsaría el seguro el importe económico necesario para poder reponerlas?

Seguramente, no. Además del daño anímico por la intrusión y violación de tu intimidad, verás que has perdido dinero porque no has cubierto correctamente las joyas.

Piensa en el agujero que pueden hacer en tus finanzas familiares si te roban las herramientas de trabajo que tienes en casa como la informática o dispositivos de imagen, sonido, etc.

¿Cómo valorar el contenido?

Los bienes que tenemos en la vivienda y queremos tener cubiertos en caso de accidente o robo deben estar listados y valorados. Un mueble barato no tiene interés, pero una buena mesa de comedor puede tener un precio. Si eres aficionado al cine o a la música, puede que tengas un home cinema caro o instrumentos musicales, o, si eres cocinillas, algún electrodoméstico de gama alta.

Debes ir habitación por habitación y valorar el precio de sustitución de muebles, electrodomésticos o decoración de todo aquello que pueda perderse totalmente por robo o dañarse sin remisión por incendio o inundación.

Sí, lo que estás pensando es cierto. Si vas a tu compañía de seguros y le dices que el importe o valor de reposición real del contenido de tu vivienda es XXX, vas a pagar por ese XXX, pero de qué te sirve un seguro si no cubre la reposición de lo que te pueden robar o puede estropearse.

¿Cómo valorar el contenido?

Si no conoces el valor real de tus joyas, por ejemplo, tendrás que ponerte en manos de un profesional o decidir tú mismo cuánto te costaría volver a hacerte con todas esas joyas.

Es complicado, sí ¿Cuánto tienes en ropa? ¿Cuánto te costaría reponer tu armario si se produce un incendio? Como tengas en casa material para practicar algunos deportes o aficiones un poco caras que has ido adquiriendo con el tiempo y arde ¿Qué coste tendría reponerlo? ¿Cuánto tiempo tardarías en volver a tenerlo si no estuviera bien cubierto por el seguro?

La recomendación es obvia…

Cuanto más valga el contenido de la vivienda más vamos a pagar por un seguro que lo cubra. Ese es el objetivo de un seguro: reponer lo perdido. Si no lo cubre, el varapalo puede ser enorme. Sería como si aseguraras un coche de lujo con la cobertura de un utilitario: nunca cubrirías su valor real.

Por otro lado, debes cubrir el contenido más importante de tu vivienda contra un riesgo posible como un incendio, inundación o robo, pero valorar también otras contingencias como daños eléctricos o daños por gas.

Ahí se abre todo un mundo que debes negociar con la aseguradora. Por ejemplo, si acumulas mucha comida congelada, puedes querer una reposición por fallo eléctrico o cortes de luz, puedes tener objetos de colección o antiguos, o mascotas que vivan en condiciones muy particulares y que pueden llegar a morir si falla la electricidad.

En resumen, debes valorar el contenido de tu vivienda antes de contratar un seguro combinado de hogar o un seguro multirriesgo. Si no lo haces es muy posible que no estés cubriendo las cosas por su valor real de reposición y, cuando se produzca la contingencia, será tarde para lamentarte.

Sigue leyendo más sobre el cuidado familiar en nuestro apartado de finanzas familiares.

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