A continuación, te explicaremos un método perfecto para ahorrar, que es algo cada vez más necesario y difícil desde la inflación. Pero antes, queremos recordarte que el ahorro es posible en muchos aspectos de la vida cotidiana. Si realizamos pequeños cambios en todas las esferas que conforman nuestra rutina, podremos constatar un cambio mucho más grande.
Por ejemplo, practicar el ahorro en la compra del supermercado, en la gasolina que usamos o en el consumo del hogar.
Para conseguir un ahorro considerable, una de las mejores maneras de motivarse para alcanzar una meta es la de ponerse objetivos intermedios. Para tener un buen plan de ahorro con el objetivo de tener una jubilación holgada y sin depender totalmente de la pensión pública hay que empezar pronto.
Así, dependiendo de los ingresos de cada uno, y buscando un ahorro suficiente para no perder calidad de vida tras la vida laboral, conviene saber cuánto deberías tener ahorrado a los 40, 50 o 60 años. Pero, ¿alguien ha calculado esa cantidad?
Método Greene: una fórmula para empezar a ahorrar para tu jubilación
Aunque no se sabe seguro si fue realmente su autora original, la estadounidense Kimmie Greene popularizó una fórmula que lleva su nombre y que permite saber cuánto deberías tener ahorrado a los 40 años (y en adelante).
Esta fórmula permite estimar de forma personalizada el ritmo al que debemos aumentar nuestros ahorros para alcanzar esa meta de una jubilación sin sorpresas desagradables. A través de este método, podrás calcular cuánto debes ahorrar y a qué ritmo según tu edad y el tiempo que te falte para jubilarte.
¿De verdad funciona esta fórmula?
La idea resulta muy interesante, pero debes valorar que se creó en Estados Unidos, donde los salarios se cobran semanalmente, no hay sanidad privada y la jubilación depende en gran manera del ahorro privado. Y, además, es un país donde hay mucha vivienda en alquiler y no tanta en propiedad.
Vamos, que debes valorar la fórmula y sus resultados con ciertos matices, pues no debes ser demasiado estricto con las cifras. Ten en cuenta que para el cálculo de esta cifra se supone que cada uno consume en función de sus ingresos y gastos.
En el caso español, si estás pagando hipoteca es posible que te resulte imposible ahorrar lo que sugiere la fórmula, salvo que consideres que con la compra de una vivienda estás invirtiendo y conviertas esa compra en un dinero ahorrado y en parte de ese importe que puedes aprovechar cuando te jubiles.
Además, es posible que no te hayas incorporado al mundo laboral hasta muy avanzada la veintena o que te resulte imposible ahorrar con los sueldos o trabajos precarios que firmas con esa edad.
La autora matiza también que lo importante es la meta, para lo que hay que intentar ajustarse a los objetivos parciales. Durante una vida laboral de 40 años hay épocas mejores y peores que pueden compensarse entre sí, si existe un objetivo al que ajustarse.
Por supuesto, la fórmula Greene entiende que situaciones como una jubilación anticipada perjudican el resultado final, pero recuerda que puede haber herencias, subidas de sueldo o recortes de gastos que permitan alcanzar o acercarse a los objetivos parciales y a la meta final.
Por último, como afirman todos los expertos en ahorro a largo plazo, lo más importante es empezar pronto.
Pero, ¿cuánto dinero debería tener ahorrado a los 40?
Según la fórmula de Greene, a los 40 años deberías tener ahorrado el triple de tu salario anual. Si por entonces cobras unos 25.000 euros, tu objetivo parcial serían unos 75.000 euros.
Es una cifra elevada si no cuentas la hipoteca como ahorro/inversión, pero sí es cierto que sirve como referencia porque el objetivo no es desanimarte si no llegas a esa cifra, sino animarte a que alcances el objetivo marcado para los 50 años.
Lógicamente, ganas más y ahorras más cuando envejeces. Si empiezas pronto el esfuerzo será menor, pero el objetivo final o la meta están ahí.
Recuerda que el dinero que ahorras puede trabajar para ti y te permite acercarte a los objetivos con menos riesgo. No es lo mismo dar diez años a un plan de pensiones que darle veinte: las aportaciones tendrán que ser más numerosas y el riesgo mayor si hay menos tiempo, pero el objetivo es el mismo.
Y sí, algo de ese ahorro procederá de tu pensión pública.
Un último apunte, si cuentas con la hipoteca como ahorro, recuerda que ese ahorro va a medias con tu pareja: la mitad es tu ahorro, y la mitad, el ahorro de tu pareja.
Un método de ahorro por fases
Por resumir y facilitar el ahorro a largo plazo del método Greene, podemos reducirlo a tres fases:
1. El primer objetivo parcial es alcanzar a los 30 años el ahorro de un sueldo anual. Si ganas 24.000 euros al año, que tengas 24.000 euros ahorrados.
2. El segundo objetivo es ajustar el ahorro a los cambios que se produzcan en nuestro salario, pero siempre de forma constante. Así, cada cinco años hay que conseguir al menos un salario bruto. Esta es la idea.
- A los 35 años deberías tener ahorrado el doble de tu sueldo bruto anual.
- A los 40 años deberías tener el triple de tu salario bruto anual.
- A los 45 años deberías tener ahorrado cuatro veces tu salario bruto anual.
- A los 50 años deberías tener cinco veces tu salario bruto anual.
3. De esta manera, podrías y deberías llegar a los 65 años con el equivalente a ocho salarios anuales brutos ahorrados. Vamos, que si te jubilases con un salario de 30.000 euros brutos anuales deberías tener un ahorro acumulado de 240.000 euros.
En conclusión, deberías tener ahorrado a los 40 años tres veces tu salario bruto anual. Es normal que te parezca mucho. Por eso, lo mejor es que te pongas en marcha cuanto antes, para que así, a los 50 tengas ahorrado cinco veces tu salario bruto anual y ocho veces para cuando cumplas los 60 años. Y para motivarte más, olvídate de la pensión pública.
Si te han parecido cantidades desorbitadas, no queremos desanimarte, ¡todo lo contrario! Debes intentar llegar a esta cantidad de ahorros por tu futura salud financiera, pero si crees que se te hará muy complicado, también puedes contar con préstamos para jubilados o pensionistas.