De momento, lo que debes saber es que una recesión es una parte del ciclo económico en la que cae la actividad económica medida por el Producto Interior Bruto (PIB) durante un mínimo de dos trimestres consecutivos.
Durante una recesión se reducen también el consumo y la inversión y aumenta el desempleo. De las recesiones se sale con estímulos monetarios que reactiven la economía y traigan un poco de inflación. Básicamente, bajadas de los tipos de interés.
¿Por qué vamos hacia una recesión económica?
Los expertos de la agencia de calificación financiera Fitch afirman que Europa va a entrar en recesión por culpa de la guerra en Ucrania. El conflicto ha provocado un fuerte repunte de la inflación en todo el mundo a través de la subida de los precios de la energía (gas natural y petróleo) pero también de algunas materias primas como las agrícolas (trigo).
Esta inflación se ha descontrolado y los precios de muchos bienes y servicios se han disparado. La economía global no puede controlar esta inflación salvo enfriándose, lo que se consigue con subidas de tipos.
De momento, la super inflación ha provocado que la economía europea crezca menos. Fitch estima que la economía del euro crecerá en 2022 un 2,6% frente al 3% que estimaba antes. Y eso es porque la inflación terminará el año en el 5,3% y no en el 3,4% previsto antes.
Por tanto, para controlar una inflación muy elevada se están subiendo los tipos de interés. Y esta subida de los tipos será lo que meta a las economías occidentales en recesión.
A los ahorradores nos afectará en la medida en que pagaremos más por las deudas que tengamos (sobre todo las hipotecarias) por culpa de las subidas de tipos que se apliquen, empezando por los de este verano. Pero también porque se reducirá la creación de empleo.
¿Se puede evitar la recesión?
Probablemente no, porque nos van a meter en ella los bancos centrales en su esfuerzo por controlar una inflación desbocada. La teoría económica explica que entrar en recesión ahora porque los tipos suben para frenar la inflación es mejor que dejar la inflación descontrolada, como ocurrió en los años 70.
Al fin y al cabo, llevamos a nivel global mucho tiempo (quizás demasiado) con tipos de interés muy bajos o negativos y eso tampoco era realista, explican.
Por lo general, la recesión en EE.UU. solía comenzar (datos históricos) 18 meses después de empezar las subidas de tipos. Pero lo cierto es que los ciclos económicos cada vez son más cortos y nadie espera que pasen esos 18 meses.
De hecho, el banco estadounidense Goldman Sachs estima un riesgo de recesión en EE.UU. del 30% el año que viene, del 45% en la UE y del 50% en Reino Unido.
Por otro lado, una encuesta entre economistas realizada por Bloomberg indica que en verano la probabilidad de una contracción económica en la eurozona ha aumentado hasta un 45% desde un 30% desde la encuesta previa y desde un 20% previo a la invasión de Rusia.
Según esta encuesta, la zona euro entrará en una tibia recesión en la segunda mitad de este año, pero eso no será suficiente como para contener la inflación y provocará más subidas de tipos por parte del Banco Central Europeo (BCE).
Sin embargo, el banco japonés Nomura cree que la recesión económica empezará justo después del verano en la zona euro (tercer trimestre de 2022) y estima, además que durará un año entero.
La recesión empezará en Estados Unidos un poco más tarde, pero será más larga (cinco trimestres) lo que llevará a la Reserva Federal estadounidense a subir los tipos oficiales del dinero hasta el 3,75% en febrero de 2023.
¿Cómo de grave puede ser es una recesión?
Goldman Sachs dice que hay señales mixtas sobre la gravedad de la recesión mundial. Por lo general, cuando una economía se recalienta y necesita que la enfríen no solo hay inflación en los precios como es el caso actual. También hay inflación salarial o subidas en los costes laborales.
En ese sentido, ven un entorno más de recalentamiento en el Reino Unido, Estados Unidos y Canadá que en la UE o en Japón. Por lo tanto, la severidad de la recesión variará en cada región. También depende de la duración del conflicto bélico y de las interrupciones de las exportaciones de gas ruso a Europa. Este último aspecto, afectará más a países concretos como Alemania e Italia, principales compradores de gas natural ruso.
Por lo tanto, se asume una recesión en base a los embargos sobre el petróleo y el gas rusos ya implementados y los efectos de los precios en la industria. Los números de Alemania ya empiezan a mostrar ese enfriamiento y pronto seguirán los demás países de Europa y el mundo.
Sin embargo, el BCE subirá los tipos de interés hasta el 0,75% para finales de año y hasta el 1,25% en marzo, según la encuesta de Bloomberg, cuando hace unos meses se esperaban esos niveles de tipos para junio de 2023.
Por otro lado, los banqueros estadounidenses de Goldman Sachs consideran que hay razones para el optimismo porque las finanzas del sector privado (empresas) están en una situación mejor de la que estaban en otros periodos recesionistas.
Por lo tanto, vamos a entrar en recesión económica en Europa quizás cuando volvamos de las vacaciones. Tendremos inflación y tipos de interés al alza para compensar esta inflación, lo que implica que pagaremos más por las cosas, al mismo tiempo que subirán los préstamos que estamos pagando y se empieza a destruir empleo a nuestro alrededor.