COTIZAR POCO PENALIZA Y ES MUY IMPORTANTE TENER PREVISTA LA OPCIÓN DE LA RENTA PRIVADA ADICIONAL
Los autónomos son los trabajadores que están más desprotegidos por el sistema público de pensiones. Eso es lo que piensan los españoles según una encuesta publicada por el Instituto Aviva.
Hasta un 88,6% de los encuestados considera que los autónomos están desprotegidos por el sistema público de cara a su jubilación. Esta cifra es ligeramente superior a la obtenida por el colectivo de personas al cuidado de los hijos o de las labores domésticas (88,4%), al de los parados de larga duración (85,3%) y al de los jóvenes millennials de entre 20 y 35 años (83,9%).
Esta percepción se produce porque las peculiaridades del Régimen de Trabajadores Autónomos permiten que el autónomo pueda escoger anualmente su base de cotización, lo que incide directamente en la pensión de jubilación que perciba en el futuro.
Pagar poco implica cotizar poco
Así, las pensiones medias de los trabajadores autónomos son un 41% menores que las de los trabajadores del Régimen General, pero para las nuevas altas de jubilación son un 43% menores.
Los trabajadores autónomos eligen cotizar a la Seguridad Social por lo mínimo posible, lo que no pueden hacer los trabajadores por cuenta ajena. Por consiguiente, cuando llega la hora de jubilarse, cobran menos.
Además, se da la paradoja de que el Gobierno lo incentiva con la llamada tarifa plana que reduce los pagos a la Seguridad Social (cotizaciones mínimas) de los nuevos autónomos.
Lo que hacen muchos autónomos es incrementar la base de cotización hasta el máximo permitido durante los años previos a la jubilación, que entran en la determinación de la base reguladora (19 años en 2016), pero los expertos consideran que sería necesario hacerlo durante un periodo más prolongado.
La necesidad de una renta o pensión complementaria
Como los autónomos perciben una pensión muy inferior a la de los trabajadores del Régimen General, si desean mantener su nivel de vida, deben complementar la pensión pública con algún otro tipo de rentas, como pueden ser un plan de pensiones o un PPA. Si para todos es importante saber cuánto se necesita ahorrar para poder jubilarse sin perder nivel de vida, para un autónomo lo es aún más.
Hacerlo mediante planes de pensiones y planes de previsión conlleva ventajas fiscales durante los años de las aportaciones y, si se recupera el capital en forma de rentas, también en el momento de recuperar el total de la inversión. La nueva regulación de los planes de pensiones conlleva una rebaja de las comisiones de gestión y una posibilidad de rescate para aquellos planes con al menos diez años de antigüedad.
Además, este colectivo, por su actividad profesional puede llegar a acumular activos empresariales tangibles (inmuebles, naves, instalaciones y equipos) o intangibles (licencias, traspasos, etc.) que podrían utilizarse también, llegado el momento, para respaldar estas rentas durante la jubilación.