En algún momento de nuestra vida, todos hemos sido huéspedes de un hotel, por lo que todos estamos más que familiarizados en cuál es el funcionamiento de este tipo de establecimientos: pagamos a cambio de alojamiento, a lo que muchos recintos hoteleros añaden el derecho a disfrutar de una serie de servicios que pueden ir desde geles y jabones hasta desayunos o piscina. Sin embargo, alojarse en un hotel conlleva también ciertas obligaciones que debemos cumplir, aunque no siempre lo hacemos. Una de las principales excusas para enmascarar estas malas prácticas es que pagamos por ello, pero lo cierto es que el despilfarro de recursos no está justificado en ninguna situación, especialmente si hablamos de la electricidad y el agua, que es uno de los recursos más valiosos del planeta y, en cambio, es de los más desperdiciados en los hoteles.
Estos son los errores más comunes al alojarse en un hotel
Las encuestas confirman que cuando nos alojamos en un hotel u otros tipos de alojamientos turísticos incumplimos las normas del mismo, aunque hay algo peor: estas mismas reglas que incumplimos al viajar sí que las aplicamos cuando estamos en casa. Irónico, ¿no? Es importante tener en cuenta que cuando viajamos, pagamos (entre otras cosas) por tener toallas con las que secarte, que es muy diferente que comprar unas toallas. Veamos cuáles son las normas que solemos incumplir más en un hotel y qué problemas nos pueden acarrear.
Abusar de la climatización: uno de los errores más populares entre los huéspedes de hoteles
Ya sea por descuido o por tener la habitación a una temperatura perfecta al llegar, uno de los principales errores que cometemos al hospedarnos en un hotel es el gasto innecesario de energía mediante los aparatos de climatización. En verano, ponemos el aire acondicionado a tope y en invierno la calefacción toma el relevo. Más allá del coste que ello supone para el establecimiento, esta práctica fomenta el cambio climático simplemente “porque estamos de vacaciones”. ¿Crees que esto es cosa del pasado? Sigue leyendo…
A pesar de que cada vez más hogares españoles están más concienciados con cuidar el planeta y el uso eficiente de recursos, según encuestas es muy habitual que cuando nos hospedamos en un hotel dejemos encendida la climatización durante todo el día (y aunque nos pasemos la mayor parte del día fuera). En otras palabras, que nos olvidamos de esas medias de temperatura de 25 oC en invierno y 21 aC en verano en cuanto pisamos la habitación.
Tal y como apunta el director de marketing de Jetcost, Ignazio Ciarmoli, “las vacaciones están para disfrutarlas, pero eso no significa que podamos hacer lo que queramos en el hotel donde nos alojamos. Hay unas normas que cumplir y debemos de ser lo más cívicos posibles, tanto con el personal del hotel, como con los otros huéspedes, y no solo pensar en nuestro bienestar”.
El despilfarro innecesario en otros servicios del hotel
El despilfarro en los hoteles va más allá del uso excesivo de energía. El uso que damos a otros servicios es también todo un error en términos de eficiencia y cuidado medioambiental. Y es que, seamos sinceros… ¿cada cuánto cambiamos las toallas en casa? Lo normal es que nos duren algunos días, mientras que en los hoteles a menudo pedimos que nos las cambien todas con apenas un uso o dos encima. Este cambio de hábitos a la hora de viajar supone una cantidad enorme de litros de agua extra simplemente por capricho.
El servicio de buffet es también otro punto en el que, a menudo, nos pasamos de la raya. La abundancia y la certeza de que está todo pagado nos lleva a cometer todo tipo de excesos. Coger más de lo que podemos comer, empezar a probar cosas simplemente por probar para acabarlas dejando o directamente llevarse comida, algo que está prohibido en la mayoría de hoteles. Aunque pueda parecer una tontería, toda esta comida que no hemos consumido debe tirarse, mientras que si no la hemos tocado el hotel puede darle una segunda vida, ya sea mediante el reaprovechamiento o la donación.
El civismo, otra asignatura pendiente de muchos huéspedes
Más allá de malgastar, existen otras malas prácticas tremendamente extendidas entre los huéspedes de la mayoría de hoteles. Y aunque estas no son dañinas para el planeta, sí lo son con las otras personas con las que compartimos vacaciones. Hablamos de dejar la toalla en la tumbona todo el día para reservar espacio en la piscina, vaciar a diario todas las amenities que nos dejan simplemente para que nos den más jabones o dulces, consumir los productos del minibar para rellenarlos luego con otra cosa, llevarse toallas o albornoces, fumar en las habitaciones no habilitadas para tal fin o hacer ruido excesivo tanto dentro de la habitación como en espacios comunes. Y recuerda que aunque algunas de ellas parezca que solo afectan al hotel, piensa que estos establecimientos son negocios, por lo que deben tener un beneficio a pesar de todas estas pérdidas. Así que, ¿quién crees que acaba pagando por todo ello?
Multas en los hoteles: los errores al alojarse que pueden salirnos muy caros
Puede que la gran mayoría de errores que hemos comentado te suenen de sobra, ya que son parte del día a día de casi cualquier recinto hotelero. Sin embargo, lo que sí puede que te pille de nuevas es que muchos de ellos cuentan con penalizaciones y recargos que pueden aplicarse si el establecimiento detecta que algo va mal. Colar a alguien en una habitación para que duerma una persona más de las estipuladas, robos de mobiliario o enseres pueden ser fácilmente castigados. Recordemos que la inmensa mayoría de hoteles requiere de una identificación y una tarjeta de crédito para poder alojarnos en ellos, por lo que es posible que te encuentres directamente con el cargo. ¿Quieres saber cuáles son las principales multas de los hoteles? Te dejamos un listado con los principales y las sanciones que pueden acarrear por hoteles de toda Europa:
Recordar, además, que todos los establecimientos hoteleros tienen reservado el derecho de admisión y que estas infracciones pueden acarrear, además de una multa, la expulsión del hotel. Una forma horrible de terminar unas vacaciones antes de tiempo, ¿no crees?
La aplicación de ellos, así como la de otros nuevos, dependerá en gran medida del establecimiento y país en el que te encuentres. Si viajas por Europa (especialmente en la zona norte), las multas pueden alcanzar cifras récord, así como pueden resultar menos dubitativos a la hora de aplicar este tipo de cargos a los huéspedes.
Como todos sabemos viajar es una experiencia muy enriquecedora, pero como siempre que salimos de casa, tenemos que ser precavidos y no hacer nada que no haríamos en nuestra casa. Sigue descubriendo más información práctica, consejos y trucos para seguir disfrutando de tus viajes sin descuidar tus finanzas.