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Primeros pasos para convertirte en empresario autónomo o freelance

Primeros pasos para convertirte en autónomo o freelance

En un mundo ideal, todas las personas que se planteasen trabajar como autónomos lo harían por deseo propio. Sin embargo, no es así. En muchos casos, hacerse autónomo es una obligación.

En un mundo ideal, todas las personas que se planteasen trabajar como autónomos lo harían por deseo propio. Sin embargo, no es así. En muchos casos, hacerse autónomo es una obligación.

Tanto si dudas sobre la posibilidad de hacerte trabajador autónomo por vocación como si te empuja la situación actual del mercado, debes seguir unos pasos para poder hacerlo de forma legal (Hacienda y Seguridad Social), financieros (cobertura de los primeros gastos) y empresarial (idea de negocio). Aquí te los vamos a contar.

Pero empezaremos por ayudarte a valorar los cambios que se van a producir en tu vida y en la de tu familia si das el paso de hacerte autónomo.

Implicaciones de hacerte autónomo

Ser tu propio jefe y distribuir tu tiempo de la mejor manera son dos grandes ventajas de ser autónomo. Sin embargo, ser tu propio jefe supone tener muchos jefes porque te debes a tus clientes, que son los que te pagan.

Si la actividad te lo permite, distribuirte el tiempo laboral permitirá mejorar tu calidad de vida, lo mismo que decidir cuál es la carga de trabajo que quieres asumir. Dispondrás de más tiempo para tu familia o para estar en casa si puedes realizar tu actividad desde allí.

Pero no siempre trabajar desde casa es tan cómodo como hacerlo desde una oficina. Tendrás que crearte un lugar de trabajo y unos horarios, invertir en material y asegurarte de tener un buen servicio de telecomunicaciones y de distribución -si es el caso.

Además, tendrás que hacer un trabajo comercial constante para captar clientes y un trabajo administrativo rutinario para cumplir con tus obligaciones legales, desde emitir las facturas y hacer un seguimiento de las mismas, a abonar los impuestos correspondientes.

Básicamente, para hacerte autónomo deberás responder con franqueza a estas preguntas:

  • ¿Te sientes cómodo asumiendo riesgos? Te vas a convertir en una empresa por lo que vas a competir en el mercado. Empezarás dando pérdidas y necesitarás un colchón para los primeros meses. Recuerda que un autónomo nunca enferma… porque si lo hace y no trabaja, no cobra.
  • ¿Estás dispuesto a luchar por tu empresa? Cuando empieces pensarás que tú marcas los tiempos, pero eso no es cierto; lo marcan tus clientes y los compromisos que tengas con ellos. No siempre podrás elegir el horario de trabajo ni incumplir tus compromisos y, por supuesto, puede que tengas que llevarte el trabajo de vacaciones. Serás responsable de todos los errores y habrás de dedicar tiempo a tareas comerciales y burocráticas.
  • ¿Eres una persona flexible? Si lo eres, tu empresa será flexible y podrás aceptar y adaptarte mejor a los clientes. Recuerda que como autónomo, no tienes jefe, tienes muchos jefes, tantos como clientes aceptes. Y cada cliente es un mundo, con sus necesidades, exigencias y problemas.
  • ¿Eres una persona organizada? A las tareas propias de la actividad profesional hay que añadir el trabajo comercial y el administrativo. La cuota de autónomos entra días antes que muchas de tus facturas (día 29 o 30 de cada mes) y no entiende de retrasos o impagos. El IVA tampoco, y tendrás que llevarlo al día para abonarlo cada trimestre.

Burocracia de un autónomo

Cada sector de actividad tiene sus particularidades y debes conocerlas. Sin embargo, son comunes a todas las actividades la obligación de darte de alta como autónomo en la Seguridad Social y en la Agencia Tributaria. Nada de falsos autónomos.

En cuanto te das de alta como trabajador autónomo estás expuesto a una inspección de trabajo por lo que debes darte de alta en Hacienda para poder emitir facturas en primer lugar. En particular, porque debes incluir IVA en todas facturas y abonarlo a la Agencia Tributaria cada tres meses. Cuidado con las fechas de abono porque los retrasos tienen sanción.

Para poder darte de alta en la Seguridad Social necesitarás el acta en el censo de profesionales (modelo 037) y el alta en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) mediante el modelo 840.

A partir de esa alta en Hacienda tendrás 30 días para darte de alta en el RETA o Régimen Especial de Trabajadores Autónomos de la Seguridad Social. Tendrás que rellenar el modelo TA 0521 de la página web o en una oficina de la Seguridad Social y presentarlo una vez completado, bien online, bien de forma presencial.

Todos estos trámites se agilizan si dispones de certificado digital porque podrás hacerlos desde casa. Sin embargo, hacerte con el certificado digital te llevará dos o tres semanas, según donde residas. El certificado digital no tiene coste y puedes iniciar los trámites mientras avanzas en la burocracia para hacerte autónomo. El de la FNMT funciona bien y es gratuito.

Tarifa plana para autónomos de la Seguridad Social

Como forma de incentivar la creación de pequeños negocios y el empresariado, se creó hace unos años la tarifa plana para autónomos. Consiste en pagar menos en las cuotas a la Seguridad Social los primeros 24 meses de actividad. Vamos, es una bonificación en la cuota de autónomos que te corresponda según tu sector de actividad.

  • Pagarás 60 euros al mes durante el primer año de actividad (24 meses si trabajas en un municipio de menos de 5.000 habitantes) y si elijes cotizar por la base mínima.
  • Pagarás la mitad de la cuota otros seis meses más.
  • Pagarás un 30% menos de la cuota otros dos trimestres más.

Además de estos doce meses de cuota fija y doce de reducciones hay casos en los que se puede ampliar la tarifa plana doce meses más. Son los casos de trabajadores menores de 30 años y de mujeres menores de 35 años que sean nuevas altas en el RETA (o no hubieran estado de alta los dos años anteriores).

Por último, algunas Comunidades Autónomas (Madrid, Castilla y León o Andalucía) permiten ampliar la tarifa plana otros doce meses más tras el fin de la bonificación estatal. Si resides en alguna de ellas, no dejes de informarte de las condiciones.

Implicaciones de hacerte autónomo

Necesidades empresariales y financieras de un autónomo

Cada persona puede llevar su negocio como quiera, pero resulta más razonable establecer un plan de negocio previo. Hay mucha información sobre cómo crearte un plan de negocio en Internet. Nosotros te proponemos que utilices el método del lienzo o método canvas para definir tu negocio, pues incluye los nueve aspectos principales que debes tener bajo control.

Por último, debes tener cubiertas las necesidades financieras del negocio. Por lo general, necesitas un capital inicial que cubra los gastos de puesta en marcha, las primeras inversiones y una cobertura (hucha de imprevistos) que te permita poder mantener tu ritmo de vida hasta que tu proyecto como autónomo sea rentable.

Una interesante opción para dar tus primeros pasos como empresario es el acercarte a un vivero de empresas. Es un lugar de encuentro de nuevos empresarios en el que encontrar desde asesoramiento a formación, pasando por conocer empresarios con negocios afines y posibles competidores, compartir gastos en espacios de coworking o encontrar financiación para tu idea de negocio.

En resumen, hacerte trabajador autónomo traerá consigo muchos cambios en tu vida. Debes entender que te convertirás en empresario y que casi todas las tareas del negocio serán para ti. Siempre podrás externalizar algunas como la contabilidad o los impuestos, pero será a costa de pagar a otro por ello.

La parte burocrática de arrancar es sencilla: basta con darse de alta en Hacienda y en la Seguridad Social. Y no olvides que puedes beneficiarte de la tarifa plana de autónomos durante los dos primeros años de actividad.

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