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Cuenta bancaria para niños

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Cuenta bancaria para niños

Es muy habitual regalar una hucha a un niño para que aprenda a ahorrar. Sin embargo, no todas las familias dan el paso y le crean después al menor una cuenta bancaria para que avance en su educación financiera. Para todas aquellas familias que sí se preocupan por que sus hijos aprendan a manejarse con las finanzas y desean abrirles una cuenta bancaria, aquí les dejamos las claves.

Es muy habitual regalar una hucha a un niño para que aprenda a ahorrar. Sin embargo, no todas las familias dan el paso y le crean después al menor una cuenta bancaria para que avance en su educación financiera. Para todas aquellas familias que sí se preocupan por que sus hijos aprendan a manejarse con las finanzas y desean abrirles una cuenta bancaria, aquí les dejamos las claves.

Cada edad tiene su cuenta bancaria: niños o jóvenes

Primero, es importante distinguir la edad del pequeño porque existen cuentas bancarias para niños y cuentas bancarias para adolescentes. Cada entidad financiera adapta este producto a sus necesidades comerciales, pero suelen tener cuentas bancarias para menores desde los 0, los 13 o los 14 años como edad mínima y hasta los 17 o los 18 años como edad máxima.

En segundo lugar, debes elegir el tipo de cuenta bancaria que quieres. Puedes abrir una cuenta de ahorro para niños o una cuenta bancaria para niños corriente:

  • Las cuentas de ahorro para niños deberían ofrecer una cierta rentabilidad a cambio de guardar el dinero, pero con la situación actual del mercado, la rentabilidad no es ningún atractivo y lo mejor que se puede encontrar ronda el 0,5% TIN o el 0,15% TAE. Su objetivo es que el pequeño se vaya creando una hucha y que los familiares se decanten por ayudarle en su educación financiera haciendo aportaciones en vez de regalos en fechas especiales (cumpleaños, comuniones, graduaciones, etc.)
  • Las cuentas corrientes son más para aprender a gestionar los gastos e ingresos, ver los movimientos, etc. y pueden tener tarjeta de débito o prepago para sus primeras compras. Suelen ser para mayores de 14 años, pero todo depende de la política comercial de cada banco.

¿Cómo abrir una cuenta bancaria para niños?

En ambos casos, tanto para abrir una cuenta bancaria corriente como abrir una cuenta de ahorro para niños, se tienen que contratar en una oficina con la presencia del padre, madre o tutor legal del menor y para lo que necesitarás el DNI del adulto, el del niño y el libro de familia. Algunas entidades exigen la presencia del padre y de la madre junto con el menor; a otras les basta con la presencia de uno de ellos y no siempre es necesaria la presencia del menor.

Desde un punto de vista legal, los niños son los titulares de estas cuentas de ahorro y los progenitores quedan como representantes legales, lo que les confiere la autoridad sobre el dinero que se haya depositado y la potestad de decidir qué dinero se ingresa, qué dinero se saca y para qué.

Escasa oferta disponible en el mercado español

Por lo general, los padres acuden a la entidad financiera con la que trabajan para mirar la oferta disponible de estas cuentas de ahorro para niños. Y es entonces cuando se pueden llevar una sorpresa porque solo seis de cada diez entidades españolas disponen de este tipo de producto.

Para elegir dentro de lo disponible en cuentas de ahorro para niños, lo mejor es buscar la que remunere algo -si realmente la cuenta dispone de un cierto capital- pero principalmente, la que no tenga comisiones. Los padres podemos aceptar que el interés que abonen sea muy bajo, pero no que cobren comisiones por una cuenta que normalmente no tiene más movimientos que los ingresos. Del mismo modo, a falta de rentabilidad, la entidad podría ofrecer algo a cambio de los ingresos, como regalos (para incentivar el ahorro) sobre todo en esas cuentas donde el titular es menor de 13 años, lo que la haría más atractiva.

A partir de cierta edad, todas operan como cuentas corrientes

En cuentas a mayores de 14 años se producen dos situaciones interesantes: por un lado, tras unos años de ahorro, la cuenta puede tener acumulado un cierto capital. Por otro, el menor ya puede acceder a su dinero para ciertos gastos si así lo consideran sus padres.

Por lo tanto, estas cuentas juveniles son ya más cuentas bancarias corrientes que cuentas de ahorro y suelen permitirle al menor la operativa con tarjeta de débito en cajero, por Internet o con algunas aplicaciones para el móvil del tipo Apple Pay, Samsung Pay o Google Pay.

Para quienes entren en el mundo financiero a partir de los 16 años, los bancos ofrecen cuentas (corrientes) jóvenes, que son la evolución de las cuentas de ahorro para niños. Lo normal es que, a cierta edad, el banco convierta la vieja cuenta infantil en una joven enviando una tarjeta de débito al titular de la cuenta junto a las nuevas condiciones del producto.

Las cuentas de ahorro jóvenes tampoco suelen tener comisiones y permiten domiciliar recibos o nóminas además de tener tarjetas de débito para la disposición de dinero en los cajeros automáticos.

Del mismo modo, al llegar a los 18 años de edad, la cuenta joven se convierte en una cuenta corriente normal, y deberías informarte tú como padre y el titular como primer interesado, de los posibles cambios en las condiciones del producto.

No dudes en abrirles una cuenta bancaria para niños

Nuestro consejo es que tus hijos tengan una cuenta de ahorro para niños que cumpla varios objetivos financieros: educarlos a ellos en su ahorro propio (banco como evolución de la hucha cerdito) y a la familia en el ahorro de los niños (aportaciones para su futuro).

Los padres no podemos prever lo que va a pasar. Por eso es importante que exista una cuenta donde los menores puedan tener un ahorro propio que les permita hacer un viaje de fin de curso, sacarse el carnet de coche o moto o financiar parte de un Erasmus -cuando tengan la edad para tomar esas decisiones.

 

Esto será especialmente importante si llegado ese momento, la familia no puede pagarlo y el ahorro del niño se convierte en un premio para el joven, porque habrás demostrado la importancia y la utilidad del ahorro, que es lo que persigue la educación financiera.

Del mismo modo que debes tener una hucha de emergencias para la familia, deberías tener una cuenta de ahorro para niños: para su educación financiera y como colchón para su futuro, de todos y cada uno de ellos.

Si quieres saber más sobre la educación financiera para tus hijos, consulta nuestro apartado Educación Hijos.

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