Así que no, ¡no podemos vivir al margen de las finanzas! Por eso, este 5 de octubre celebramos el Día de la Educación Financiera, una jornada en la que reflexionar sobre cómo de importante es, para nuestras vidas, empaparnos de conocimiento financiero. Porque el saber nos ofrece herramientas que nos permiten tomar decisiones financieras más responsables y seguras, así como conocer los beneficios e inconvenientes de los productos que hay en el mercado.
Tal y como afirma el Banco de España, la educación financiera no es sólo disponer de información, también es tener los conocimientos, las conductas y las actitudes que te permitan tomar decisiones correctas, tener hábitos financieros sanos y conocer los riesgos de todos esos productos financieros que contratamos.
A pesar del incremento de la regulación y la supervisión de las entidades financieras, es necesario que los usuarios contemos con la información necesaria para poder adquirir hábitos financieros saludables: la mejor protección contra un fraude es el conocimiento.
Por ello, la educación financiera puede acercarnos a reducir los riesgos de todas las soluciones financieras que contratamos. Y no solo es importante que nosotros nos nutramos de ella, educar a nuestros hijos en la cultura financiera, también lo es.
La mejor protección contra un fraude es el conocimiento
No pienses en las finanzas como en un problema, ¡sino como en una solución!
Tener conocimiento sobre términos financieros mejora tu calidad de vida y fortalece tu capacidad de decisión. Además, estar al corriente de tus derechos y obligaciones como usuario de productos financieros, no solo facilita tu gestión económica sino también el desarrollo de tus proyectos personales o familiares.
Pedir aclaraciones, leer la letra pequeña de los contratos o informarse sobre conceptos que no dominas antes de firmar, te protegerá de empresas que ofrecen beneficios imposibles o de posibles fraudes. ¡Muévete con tranquilidad!
No renuncies a tus derechos
En los últimos años ha habido cambios legislativos que afectan a aspectos financieros como, por ejemplo, los préstamos hipotecarios. Por eso, es importante revisar en detalle los posibles pagamentos indebidos. Cuenta con el apoyo de expertos y consulta todas tus dudas. No tengas miedo a preguntar si te han cobrado de más o si tienes derecho a hacer una reclamación.
Ya lo dijo Séneca: “No es que nos falte valor para emprender las cosas difíciles, es que las cosas son difíciles porque no tenemos el valor para emprenderlas”.
Pregunta, valora y decide.
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