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¿Qué son las rentas vitalicias?

¿Qué son las rentas vitalicias?

Originalmente, eran productos financieros basados en seguros de vida, pues garantizan un dinero cuando se cumple una condición pactada (en vez de un fallecimiento, una jubilación, por ejemplo).

Originalmente, eran productos financieros basados en seguros de vida, pues garantizan un dinero cuando se cumple una condición pactada (en vez de un fallecimiento, una jubilación, por ejemplo).

Las rentas vitalicias son unos cobros mensuales que se perciben durante tu vida. Estas rentas pueden proceder de planes de pensiones, hipotecas inversas, ahorros, etc. Si pensamos en ellas como un complemento de la jubilación, serían algo así como una segunda pensión.

Es cierto que siguen siendo las aseguradoras las firmas financieras que más rentas vitalicias comercializan, pero es posible encontrar ofertas en empresas de servicios financieros tradicionales (bancos).

Por lo general, las rentas vitalicias suelen contratarse para la jubilación, pero no es una condición. Son una aportación adicional a una renta del tipo pensión por jubilación o pensión por incapacidad permanente, para que las personas tengan un complemento a esa pensión pública y no pierdan poder adquisitivo.

¿Por qué son populares las rentas vitalicias?

En realidad, la gran ventaja de las rentas vitalicias es que los ahorradores cambian un capital que tienen ahorrado por una paga mensual. El dinero que una empresa financiera convierte en rentas lo gestionan profesionales, por lo que es algo así como dejar tu dinero en manos de un administrador que te va transfiriendo un importe acordado de antemano durante toda tu vida.

Lógicamente, unas rentas vitalicias también tienen la ventaja de impedir un mal uso de los ahorros acumulados durante la vida laboral y te permiten una mejor organización de tus finanzas. Recuerda que cuando te jubilas recibes un capital de tu empresa y rescatas el ahorro procedente de planes de pensiones o planes de previsión asegurados, por lo que de repente recibes un importe que puede que no sepas gestionar.

Es cierto que si eres un experto en finanzas o un ahorrador disciplinado no necesitas que nadie gestione tus ahorros y te puedes crear tú mismo una renta vitalicia, pero nunca será igual. Por eso tienen éxito, porque facilitan la vida de los ahorradores cuando terminan su vida laboral.

¿Cómo funcionan las rentas vitalicias?

El importe de estas rentas procede del producto financiero que contrates y del capital que quieras convertir en una renta vitalicia, de la edad a la que acuerdes empezar a cobrar estas rentas, el sexo y la esperanza de vida (las mujeres viven más), así como de las cláusulas que incluyas en el contrato. Por ejemplo, si quieres que la renta vitalicia a tu fallecimiento sea para tus herederos tendrás que cobrar menos.

Tipos de rentas vitalicias

Las rentas vitalicias tienen tres modalidades: de capital cedido, de capital reservado y mixtas.

  1. La primera, las rentas vitalicias de capital cedido, son las más habituales. En ellas, el ahorrador mantiene el producto hasta su fallecimiento y no existe opción de rescate ni de legarlo en la herencia.
  2. En las segundas, las rentas constantes o de capital reservado, permiten que el ahorrador cancele el seguro cuando quiera y recupere el valor de mercado de su ahorro. Son unas rentas vitalicias que se pueden ceder a los herederos, que obtendrán el total de la prima aportada (capital reservado), pero con ellas la renta vitalicia tiene un importe menor.
  3. En las últimas, se combinan las dos anteriores. Para que lo entiendas mejor, cedes a la aseguradora una parte del capital que será recuperable al precio de mercado y que estará limitado al capital del fallecimiento. Vamos, que cuando fallece la persona que recibe las rentas vitalicias los beneficiarios o herederos solo reciben una parte porcentual del dinero cedido por él o ella. Además, esta parte porcentual se reduce a medida que pasan los años desde la fecha de la contratación.

¿Me interesa una renta vitalicia?

La clave para valorar si te interesa o no una renta vitalicia son esos aspectos de que sea un profesional quien gestione tus ahorros y te los haga llegar de forma progresiva. Sin embargo, para que a la aseguradora le interese gestionarte unas rentas vitalicias debes ofrecer un importe elevado, pues se arriesga a perder dinero si vives más de lo que estimen.

No obstante, las ventajas de las rentas vitalicias es que son un seguro, por lo que puede ser heredable por el cónyuge como beneficiario en las mismas condiciones, y posteriormente, a los herederos, que pueden recuperar una parte de la inversión realizada.

Tipos de rentas vitalicias

Esto supone que las rentas vitalicias permiten repartir las herencias en vida porque el ahorrador decide quién es su beneficiario del seguro (de rentas vitalicias). Esto es importante porque permiten ajustar la parte de la herencia que se puede llevar cada heredero.

Las rentas vitalicias son especialmente atractivas para padres de cierta edad que quieran asegurarse de que sus hijos menores reciban la herencia en forma de rentas en vez de en un solo pago y que esa gestión esté realizada por un profesional de forma tutelada. O en aquellas donde puede haber menores de edad con necesidades especiales y que pueden necesitar una renta si sus progenitores fallecen antes de que puedan valerse por sí solos.

Por terminar, recuerda que las rentas vitalicias son productos financieros de muy bajo riesgo. Esto supone que su rentabilidad sea baja, lo que hace imprescindible que el desembolso sea muy importante para que puedan ‘estirarlo’ con el fin de cubrir el tiempo estimado de vida del ahorrador.

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