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Cómo la inversión DCA reduce el riesgo

Innovación
10min.
Una mesa con un ordenador y unos gráficos que simulan una inversión.

¿Alguna vez has pensado en invertir, pero te frena el miedo a que el mercado caiga justo después de meter tu dinero? No estás solo. Además, existe una estrategia que te ayuda a gestionar el riesgo y convertir la volatilidad en tu aliada.

La clave para reducir el riesgo de inversión no es adivinar el futuro, sino la inversión DCA aplicada de forma disciplinada a lo largo del tiempo. También conocida como Dollar-Cost Averaging, esta estrategia es una de las más extendidas para que los cambios en el mercado no te afecten tanto. Veremos en detalle en qué consiste y cómo sería una hoja de ruta para empezar a construir tu futuro financiero con confianza. 

El porqué de la inversión DCA

Por sí sola, la inversión ya parece intimidatoria: imagina que ya tienes tu fondo de emergencia listo y llega el momento de invertir, pero… los mercados caen. En este momento puedes pensar “Bueno, ahora no es el momento, quizás cae un poco más y voy a perder dinero”.

Imaginemos otra situación, pero esta vez, el mercado sube. Podrías pensar “Bueno, ahora que ha subido, voy a esperar que baje un poco para comprar más barato”.

Estos pensamientos son comunes, y en la mayoría de casos obedecen a un razonamiento muy humano: no queremos arriesgarnos a perder lo que ya tenemos. Ahí es donde entra en juego la inversión DCA, tu aliado para reducir el riesgo y tener más paz mental.

¿Qué es exactamente el Dollar-Cost Averaging (DCA)?

Para explicarlo de forma sencilla, la inversión DCA consiste en invertir una cantidad fija de dinero a intervalos regulares (100  € cada mes o 2 € al día, por ejemplo), sin importar si el precio del activo está subiendo o bajando. Sí, así de fácil. El mecanismo es increíblemente simple pero muy poderoso.

A largo plazo, esto provoca que el coste medio de cada compra sea, por lo general, más bajo que si hubieras intentado adivinar el mejor momento para invertir o si hubieras comprado todo de golpe en un momento de euforia del mercado.

Pongámoslo con una analogía sencilla. Imagina que cada mes echas 50 € de gasolina a tu coche. Cuando la gasolina está barata, con tus 50 € llenas más el depósito. Cuando está cara, llenas menos.

Al final del año, el precio medio que has pagado por cada litro será más bajo que si hubieras intentado adivinar cuál era el día más barato para llenar el depósito de golpe. La inversión DCA funciona exactamente igual, ya que consigue reducir el riesgo de inversión.

El DCA en acción: veamos cómo funciona con ejemplos

La teoría suena bien, pero la mejor forma de entender el poder del DCA es verlo con números. Vamos a simular dos escenarios muy comunes en los mercados para que veas cómo esta estrategia te protege y te beneficia a largo plazo.

Escenario 1: Sobreviviendo a un mercado volátil con subidas y bajadas

Imagina que decides invertir 100 € cada mes en un fondo indexado que replica el mercado global. Durante el año, el mercado tiene sus altibajos, como es normal. Veamos qué ocurre si aplicamos la inversión DCA:

Mes

Total invertido (€)

Precio por participación (€)

Participaciones totales

Coste medio (€)

Valor cartera (€)

1

100

10,00

10,00

10,00

100,00

2

200

12,00

18,33

10,91

219,96

3

300

9,00

29,44

10,19

264,96

4

400

8,00

41,94

9,54

335,52

5

500

11,00

51,03

9,80

561,33

6

600

13,00

58,72

10,22

763,36

7

700

12,50

66,72

10,49

834,00

8

800

10,50

76,24

10,49

800,52

9

900

11,50

84,94

10,60

976,81

10

1.000

14,00

92,08

10,86

1.289,12

11

1.100

13,50

99,49

11,06

1.343,12

12

1.200

15,00

106,16

11,30

1.592,40

Si nos fijamos, hemos invertido un total de 1.200 €. Al final del año, la cartera vale 1.592,40 €, una ganancia de 392,40 €. Pero lo más interesante está en el coste medio.

Aunque el precio ha llegado a estar en 15 €, tu coste medio por participación ha sido de solo 11,30 €. ¿Por qué? Porque en los meses 3 y 4, cuando el precio bajó a 9 € y 8 €, tus 100 € compraron muchas más participaciones. Has comprado de forma más eficiente sin darte cuenta y sin tener que preocuparte por las noticias.

Escenario 2: Convirtiendo una crisis en una oportunidad en un mercado bajista

Este es el escenario que más miedo da a los inversores: una caída del mercado. Sin embargo, con el DCA, una crisis se convierte en una oportunidad. Para un inversor a largo plazo, las caídas son como unas “rebajas” en la bolsa. Veamos por qué:

Mes

Total invertido (€)

Precio por participación (€)

Participaciones totales

Coste medio (€)

Valor cartera (€)

1

100

10,00

10,00

10,00

100,00

2

200

9,00

21,11

9,47

189,99

3

300

8,00

33,61

8,93

268,88

4

400

7,00

47,90

8,35

335,30

5

500

6,00

64,57

7,74

387,42

6

600

5,00

84,57

7,10

422,85

7

700

6,00

101,24

6,91

607,44

8

800

7,00

115,53

6,92

808,71

9

900

8,00

128,03

7,03

1.024,24

10

1.000

9,00

139,14

7,19

1.252,26

11

1.100

10,00

149,14

7,38

1.491,40

12

1.200

11,00

158,23

7,58

1.740,53


¡Aquí está la magia! Durante los primeros seis meses, el valor de la cartera estaba por debajo de lo que habías invertido. Habríamos estado “perdiendo” dinero, y el pánico podría habernos hecho vender. Pero al seguir el plan de inversión DCA, continuamos comprando cada vez más barato.

Cuando el mercado tocó fondo en junio a 5 €, los 100 € de inversión mensual compraron 20 participaciones, el doble que al principio. Al final del año, hemos invertido 1.200 € y la cartera vale 1.740,53 €, una ganancia de 540,53 €. El coste medio por participación es de solo 7,58 €.

Gracias a la caída, hemos acumulado una gran cantidad de participaciones a precios de ganga, lo que ha disparado la rentabilidad cuando el mercado se ha recuperado. A través de la constancia, el DCA nos ha llevado a “comprar barato” de forma disciplinada, consiguiendo reducir el riesgo de inversión.

Eso sí, es posible que durante estos meses de caída necesites el dinero por un imprevisto o una necesidad, por lo que es esencial invertir solo dinero que no vayas a necesitar. Vender en estos casos puede ser una decisión contraproducente, ya que “materializas” las pérdidas y no dejas que el DCA haga su trabajo.

Una opción es pedir un préstamo y dejar de invertir para destinar el dinero a la cuota. De este modo no vendes en pérdidas, asumes el crédito con lo que hubieras invertido y tienes liquidez para tu imprevisto.

Cuáles son las ventajas principales del DCA

Hay que recalcar que se trata de una estrategia a largo plazo, por lo que no es la mejor opción para aquellos que buscan rentabilidad inmediata. Pero, como has visto en los ejemplos, los beneficios de la inversión DCA van mucho más allá de los números. Afectan directamente a tu comportamiento como inversor, que es donde la mayoría falla. Veamos en qué te beneficia adoptar esta estrategia:

  • Dejarás las emociones a un lado: al invertir de forma automática, dejas de preocuparte por si es un buen o mal momento para comprar. Esto te protege de los dos peores consejeros: el miedo (que te lleva a vender en el peor momento) y la euforia o FOMO (Fear Of Missing Out), que te impulsa a comprar caro cuando todo el mundo lo hace simplemente por el temor de quedarse fuera o perder una oportunidad.

  • Le darás menos importancia a la volatilidad: en lugar de sufrir los altibajos del mercado, el DCA consigue reducir los riesgos de tu inversión si, por ejemplo, inviertes en activos como bitcoin. Promedias tu precio de compra a lo largo del tiempo, lo que hace que el viaje sea mucho menos estresante y más predecible.

  • Mayor disciplina, mayor ahorro: el DCA convierte la inversión en un hábito regular y automático. Al tratarlo como una factura más que pagas cada mes, te aseguras de “pagarte a ti primero” y de construir tu patrimonio de forma constante.

  • No necesitas una bola de cristal: intentar predecir los movimientos del mercado es una tarea muy complicada, incluso para los profesionales. El DCA te libera de esa presión: tu única tarea es ser constante.

  • Cualquiera puede hacerlo: no necesitas una gran cantidad de dinero ni conocimientos para empezar. Con el DCA, puedes comenzar a invertir con pequeñas sumas periódicas, como 50 € o 100 € al mes, lo que lo convierte en la estrategia perfecta para principiantes. De hecho, es muy utilizada por pequeños inversores en la compra de bitcoins (BTC).

Aplica la inversión DCA en 5 pasos

Hemos visto la teoría, ejemplos y, llegados a este punto, también entenderás la psicología detrás de la estrategia. Ahora es el momento de pasar a la acción, porque la inversión DCA es mucho más fácil de lo que parece. Aquí tienes una serie de pasos para que empieces a invertir hoy mismo:

Paso 1: define tus objetivos de inversión

Antes de nada, pregúntate: “¿para qué estoy invirtiendo?” Ten un objetivo claro, por ejemplo: jubilarte, pagar la entrada de una casa, costear la educación de tus hijos… Tener un objetivo te dará la motivación para ser constante. Una vez lo tengas, define lo siguiente:

  • La cantidad: debes comprometerte a invertir una cantidad periódicamente sin que afecte a tu día a día. Sobre todo, sé realista. Es mejor empezar con 50 € al mes y ser constante, que intentar invertir 500 €, agobiarte y abandonar a los tres meses. Si, con el paso de los meses, ves que la cantidad fijada es corta, siempre estás a tiempo de subir un poco.

  • La frecuencia: lo más habitual y sencillo es hacerlo de forma mensual, coincidiendo con el cobro de tu nómina. De esta forma, automatizas el hábito de “pagarte a ti primero”, aunque puede adaptarse a la temporalidad que tú quieras. Inversores de criptoactivos a menudo prefieren dividir ese capital mensual en semanas o días con el fin de reducir aún más el precio ponderado. 

Unas manos contando billetes de 100 y de fondo un ordenador con un gráfico de inversión

Paso 2: elige tus activos

Para un inversor particular que empieza, no hay mejores herramientas para aplicar la inversión DCA que los fondos de inversión indexados y los ETFs. Saber cómo funciona un fondo de inversión es relativamente sencillo, por lo que con un poco de investigación ya lo tendrás todo listo para beneficiarte de sus ventajas

  • Diversificación instantánea: con una sola compra, estás invirtiendo en cientos o miles de empresas de todo el mundo. Un ETF que replique el índice MSCI World es un ejemplo perfecto.

  • Comisiones muy bajas: a largo plazo, las comisiones son un enemigo silencioso que devora tu rentabilidad. Los fondos indexados tienen costos mínimos, lo que maximiza tus ganancias.

  • Accesibilidad: la mayoría de plataformas te permiten comprar participaciones de estos fondos por importes muy pequeños, lo que es ideal para una estrategia DCA.

Paso 3: activa el piloto automático

Elige un bróker o un banco con comisiones bajas y, lo más importante, que te permita automatizar tus aportaciones periódicas.

Este paso es esencial. Configura una transferencia periódica desde tu banco habitual a tu cuenta de inversión y programa una orden de compra automática para el fondo que hayas elegido. De este modo, eliminas la fricción y la tentación de saltarte una aportación si el mercado está cayendo. Este proceso garantiza la disciplina a largo plazo.

Paso 4: mantén la calma y la constancia

Una vez que todo esté automatizado, tu trabajo principal será… no hacer nada. La parte más difícil de la inversión DCA es mantener la calma y seguir con el plan cuando los mercados caen y todo el mundo a tu alrededor entra en pánico.

Recuerda el ejemplo del segundo escenario: las caídas son tus amigas. Son oportunidades para comprar más barato y acelerar tu crecimiento a largo plazo.

Sobre todo, aunque tengas tentación, no mires tu cartera todos los días: aparte de reducir tu riesgo de inversión, también debes tener en cuenta el efecto que tienen las finanzas en la salud mental. Confía en tu estrategia y en el poder del tiempo.

Paso 5: revisa y rebalancea tu cartera

Aunque la estrategia esté automatizada y no sea bueno mirarla cada día (por nuestra paz mental), eso no significa que vayamos a dejarla completamente desatendida: es bueno hacer una pequeña revisión una vez al año. A esto se le llama rebalanceo.

Imagina que tu objetivo era tener una cartera 70 % acciones y 30 % bonos. Después de un año muy bueno para la bolsa, es posible que tu cartera sea ahora 80 % acciones y 20 % bonos. Esto significa que estás asumiendo más riesgo del que definiste inicialmente.

Rebalancear consiste simplemente en vender una parte de lo que más ha subido (acciones) y comprar de lo que se ha quedado atrás (bonos) para volver a tu 70/30 original. Es como una pequeña puesta a punto anual para asegurarte de que tu plan de inversión sigue alineado con tu perfil de riesgo y objetivos.

No necesitas esperar el “momento perfecto” para empezar a construir tu futuro. El mejor momento fue ayer, y el segundo mejor es hoy. Con la estrategia de inversión DCA, tienes una herramienta sencilla y poderosa para reducir el riesgo de inversión sin importar lo que hagan los mercados. Si te interesan este tipo de contenidos sobre educación financiera, no dudes en pasarte por el resto de contenidos de nuestro blog. ¡Te esperamos!