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Gestos y actitudes a evitar en una entrevista de trabajo

Qué no hacer en una entrevista de trabajo

¿Tienes una entrevista de trabajo y estás nervioso o nerviosa? No te preocupes. Hoy vamos a revisar esos gestos y actitudes que debes evitar para no causar una mala impresión. También te vamos a dar unos consejos para que mejores ese lenguaje no verbal que puede traicionarte en el momento crítico.

¿Tienes una entrevista de trabajo y estás nervioso o nerviosa? No te preocupes. Hoy vamos a revisar esos gestos y actitudes que debes evitar para no causar una mala impresión. También te vamos a dar unos consejos para que mejores ese lenguaje no verbal que puede traicionarte en el momento crítico.

Es importante que entiendas que para muchos entrevistadores dice más de ti tu comunicación no verbal (tus gestos) que tu comunicación verbal (lo que dices). Eso es así porque aportan una información involuntaria muy valiosa que refleja el estado de ánimo de una forma clara y directa. Y es muy difícil esconderlo porque somos nosotros mismos.

Los expertos aportan una serie de gestos y actitudes que debemos evitar en una entrevista de trabajo. Son estos:

  • Tocarte el pelo, la nariz, la cara… reflejan inquietud. Lo mismo que jugar con las manos o morderse el interior de los carrillos.
  • Evitar el contacto visual directo. Las personas tímidas rehúyen ese contacto visual directo, pero esa dificultad para mirar a la otra persona a la cara también denota interés por ocultar algo (emociones) y los nervios. Mantener el contacto visual demuestra atención hacia el entrevistador.
  • La postura del cuerpo. Protegerse con los brazos o con la postura del cuerpo muestran la incomodidad con la situación y generan una sensación de querer esconder algo o reticencia a hablar. Hay que evitar siempre esconder las manos en los bolsillos porque se traduce en pasividad o pasotismo. Es, digamos, demasiado informal. También apoyar la cabeza en una mano porque transmite desinterés y aburrimiento.

En general, hay que evitar las posturas oblicuas (en diagonal frente al entrevistador) porque se interpretan como incertidumbre y una actitud defensiva.

  • Tono de la voz. La velocidad es síntoma de nervios o de ganas de acabar pronto, pero también de falta de escucha. Y evitar respuestas directas es señal de querer ocultar cosas (insinceridad) o de tener problemas para centrarse.

El volumen también es una señal. Un volumen bajo o tartamudear indican inseguridad o miedo y un volumen excesivo, alteración. Conviene, por lo tanto, cambiar el tono ocasionalmente y utilizar las manos en nuestro favor.

  • Calores y colores. Sensación o sudoración excesiva, boca seca y mejillas sonrosadas son normales en una entrevista de trabajo. Indican nervios o inseguridad, pero se pueden evitar con una buena dosis de desodorante y ropa amplia.
  • Un mal apretón de manos. Existen tratados sobre cómo hacer un buen apretón de manos. Por resumir, debe ser firme y con confianza. Nada de mano débil.
  • Mantén las distancias. La mesa que os separa es del entrevistador, así que no deberías apoyarte en ella. Y, puesto que se trata de una reunión formal, debe haber un espacio amplio entre las dos personas en todo momento.

 

Cómo prepararse para una entrevista de trabajo

Prepararse para una entrevista de trabajo no supone nunca actuar delante del entrevistador. Lo que supone es ser uno mismo, pero el mejor uno mismo. Una cosa es evitar los errores anteriores y otra muy distinta representar un papel que no es el nuestro.

A grandes rasgos, llevar la entrevista preparada, respirar hondo (tres respiraciones profundas antes de entrar) y beber un poco antes de la entrevista ayudan.

Elije también ropa cómoda. La ropa formal no tiene que ser incómoda ni suponer un problema en la entrevista. Y sonríe, se amable y natural. Escucha y mantén las formas, la educación, para que todo hable bien de ti.

Gestos y actitudes a evitar en una entrevista de trabajo

Consejos para mejorar el lenguaje verbal

  • Empieza con buen pie siempre. Eso pasa por un apretón de manos adecuado mirando a los ojos al interlocutor.
  • Sonríe con naturalidad y escucha con atención para reflejar tu interés en la persona y en lo que dice.
  • Piensa antes de hablar y responde de forma tranquila y directa a lo que te pregunten.
  • Utiliza expresiones faciales positivas. Sonríe con naturalidad.
  • Cuida la postura de tu cuerpo en la silla. Siéntate con la espalda bien puesta y erguida.
  • No temas a tus manos; enséñalas a hablar, pero que digan lo que deben decir.
  • Manos y cuerpo trasmiten mucho, así que debes entrenarlos para que hablen bien de ti.
  • No utilices el pelo como forma de esconderte o de esconder los nervios. Utiliza un peinado que no te de problemas y que no te genere nervios adicionales.
  • Entrena esa comunicación no verbal y gestual. Puedes entrenarla con otra persona o grabarte tú mismo para mejorarla. Luego analizas esos gestos que no sabes que tienes y procuras evitarlos.

En resumen, la comunicación no verbal es mucho más importante que la comunicación verbal en una entrevista de trabajo porque dice más de nosotros que nuestras palabras.

Si se produce esa incoherencia entre lo que decimos y cómo lo decimos, si lo que transmitimos con movimientos o gestos es distinto a lo que intentamos transmitir con palabras, estaremos haciendo una mala entrevista de trabajo porque mostraremos falta de veracidad en nuestro discurso.

Así, es importante conocer esas señales que mandamos de forma involuntaria y tratar de evitarlas para que nuestra próxima entrevista de trabajo sea coherente en gestos y palabras y consigamos el resultado deseado. Todo se puede entrenar. Un amigo o un móvil que nos grabe pueden hacernos ver errores que podrían costarnos caros en una entrevista de trabajo.

Aquí te dejamos otro artículo que te ayudará: Consejos para mejorar en tu próxima entrevista de trabajo

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