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Cosas que no sabías de tu tarjeta de crédito

Mujer pagando con tarjeta en un establecimiento.

Tras el móvil y el DNI, el otro compañero que no puede faltar en el bolsillo de cualquier español es una tarjeta de crédito. Los números indican que casi cada ciudadano tiene una, aunque la estadística tiene truco. Descubre cuál es junto a otras cosas que no sabías sobre tu tarjeta de crédito y que te ayudarán a disfrutar mejor de ella o a elegir una que se ajuste más a tus necesidades. 

Tras el móvil y el DNI, el otro compañero que no puede faltar en el bolsillo de cualquier español es una tarjeta de crédito. Los números indican que casi cada ciudadano tiene una, aunque la estadística tiene truco. Descubre cuál es junto a otras cosas que no sabías sobre tu tarjeta de crédito y que te ayudarán a disfrutar mejor de ella o a elegir una que se ajuste más a tus necesidades. 

2022 terminó con un total de 39,41 millones de tarjetas de crédito en España. Una población muy activa y en aumento, si tenemos en cuenta que crecieron un 5,42% respecto al primer trimestre de 2021.

La popularidad de este producto financiero radica en que se trata de una línea de crédito abierta que ofrece al usuario un importe máximo de gasto mensual y una alta flexibilidad en el pago. Lo más habitual y recomendable desde un punto de vista financiero es tener control en el gasto y abonar lo adeudado en 30 días, evitando así financiaciones y posibles limitaciones de crédito futuro. Pueden tener asociada una cuota anual, aunque es posible encontrar algunas gratuitas en función de los acuerdos con las entidades o servicios contratados, como puede ser el caso de cuentas nómina.

Pero más allá de esto, ¿sabías que tu tarjeta puede salvarte de un apuro o que sus números dicen mucho de ti? Descubramos algunos datos sorprendentes acerca de este popular trocito de plástico que nos acompaña a cualquier lugar.

Curiosidades sobre las tarjetas de crédito 

Las tarjetas, junto con los productos de inversión y las finanzas online, son los principales responsables de que en la actualidad solo el 1% del dinero que existe sea físico. Más allá de sus servicios, las tarjetas guardan datos e historias sorprendentes relacionados con su nacimiento, su numeración o algunas funcionalidades extra.

La historia detrás del nacimiento de las tarjetas de crédito

Aunque hubo muchas intentonas de servicios privados, como la primera tarjeta de Western Union, no fue hasta el 1950 cuando el estadounidense Frank McNamara creó el concepto sobre el que nacería la primera tarjeta de crédito multiestablecimiento, algo que hizo mediante la figura del intermediario financiero que responde ante ellas. De aquí surgió Diners Club, la primera tarjeta oficial. Esta contaba con menos de 200 clientes que podían utilizarla únicamente en 14 restaurantes de Nueva York. Además, hay un dato curioso acerca de ella: en lugar de plástico, esta era de papel. Aunque lo que sí conservamos de esa época son las medidas de la tarjeta, que ya se han convertido en todo un estándar para la industria: 85,60 x 53,98 milímetros.

Aunque los servicios que ofrecía ahora no puedan parecer muy interesantes, la marca multiplicó exponencialmente sus clientes, pasando de 200 a 20.000 en solo dos años, ofreciendo beneficios de alrededor de 60.000 dólares en su primer año de actividad. A pesar de que Diners Club iba viento en popa, McNamara vendió sus acciones, puede que en vistas de la competencia que se avecinaba, ya que poco después nacieron las ya archiconocidas American Express, Visa y MasterCard (aunque por aquel entonces estas dos últimas se conocían como Bank Americard y Interbank Card Association, respectivamente)

Operaciones históricas hechas con tarjetas de crédito

Se dice que la mayor operación realizada nunca mediante una tarjeta de crédito tuvo lugar en Estados Unidos en 1989 y fue por un importe total de 20 millones de dólares. El producto comprado fue un pueblo entero y el comprador, o mejor dicho compradora, fue la célebre actriz Kim Basinger.

En la actualidad, según fuentes oficiales, el número de tarjetas de crédito en todo el mundo es de 5.000 millones, lo que supone alrededor de 0,7 tarjetas de crédito por habitante. Una estadística totalmente desbalanceada por un dato demoledor: el 10% de la población tiene más de diez tarjetas de crédito. Todas ellas generan unas 10.000 operaciones por segundo en todo el mundo, lo que hace que el dinero no pare de circular nunca.

La numeración de las tarjetas no es aleatoria 

Aunque pueda parecerlo, los números de cualquier tarjeta de crédito no son fruto del azar. Sirven para identificar el tipo de emisor, el país de origen y otros datos vinculados al propietario de la tarjeta. Si quieres profundizar más, puedes pasarte por este artículo sobre el significado de la numeración de tu tarjeta de crédito.

Un hombre aguantando una tarjeta de credito.

Servicios que puede incluir tu tarjeta de crédito y que quizá desconoces 

Visa, MasterCard, American Express, Diners Club, UnionPay, Revolut…La gran competencia entre los distintos emisores de tarjetas de crédito favorece de forma clara a los usuarios en forma de ventajas. Los más conocidos suelen ser los descuentos en compras concretas o la posibilidad de obtener cashback, servicios VIP o destinar parte de la compra a fines solidarios, pero hay otras menos conocidas tan o más importantes para cuidar de nuestro dinero y que suelen ser comunes en la mayoría de operadores.

Protección contra el robo de identidad 

Utilizamos la tarjeta para todo. Una tendencia que ha ido en ascenso desde la pandemia. La cantidad de lugares por los que la pasamos a lo largo del mes puede ser imposible de recordar, lo que supone un riesgo de robo de identidad. Por suerte, también ha aumentado la seguridad en los medios de pago. Para evitar riesgos como estos, algunas tarjetas ofrecen servicios de protección para evitar problemas si suceden este tipo de incidentes.

Protección contra fraudes por internet 

Las compras online son otro de los fenómenos detrás del auge de las tarjetas de crédito, pero también de un aumento de las ciberestafas. Para evitar sustos al visitar tiendas web poco protegidas o de origen fraudulento, muchas tarjetas cuentan con opciones que protegen contra cobros indebidos.

Protección en viajes 

Si viajar es una de las pasiones de tu vida, debes saber que existen otras tarjetas de crédito que al usarlas para comprar viajes ofrecen de forma gratuita o a muy bajo coste la opción de añadir un seguro de protección de viaje que cubra tanto al titular como a un acompañante.

Entre las coberturas que suelen incluir este tipo de tarjetas de crédito también se encuentran la asistencia por accidente o enfermedad, así como por daños al equipaje, retrasos en los medios de transporte y responsabilidad civil.

Protección contra accidentes 

Es muy habitual que algunas tarjetas de crédito tengan seguros para cubrir ciertas eventualidades como, por ejemplo, accidentes con billetes de transporte público o reembolsos de compras realizadas con la tarjeta. Eso sí, suelen tener una cierta limitación de cantidad, algo que deberías revisar si te interesa este tipo de servicios.

Seguros de vida 

No suele ser lo más habitual, pero es posible encontrar en el mercado algunas tarjetas de crédito que incorporan un seguro de vida, lo que a efectos prácticos significa que la aseguradora se hace cargo de gestionar adecuadamente el saldo de la tarjeta en el caso de fallecimiento del titular.

Tarjetas solidarias 

Las tarjetas de crédito solidarias automatizan la donación de un porcentaje de las compras realizadas con la tarjeta a proyectos solidarios que están acordados entre la entidad financiera y la asociación. Su gran punto a favor es que permiten colaborar de forma fácil y desinteresada con una buena causa, pero algunas pueden tener algún pago anual en forma de cuota.

Consejos para acertar al elegir tu tarjeta de crédito  

¿Tienes una tarjeta de crédito? Muy probablemente esta proceda del banco (o caja) en el que tienes domiciliada tu nómina o recibes los cobros de tus clientes. La apertura de esta línea de crédito suele ser habitual al abrir este tipo de cuentas.

Pero hay más vida más allá de esa tarjeta y, como hemos visto, alguna puede ofrecerte interesantes ventajas. Por si quieres valorar otras opciones, te damos las claves para conocer cuál se ajusta más a ti y a tus necesidades y la opción de hacerte con una tarjeta de crédito directo de manera fácil, sin gastos de apertura y cómodas cuotas mensuales.

Analiza tus pautas de consumo 

La pregunta aquí es muy sencilla: ¿vas a utilizarla como una línea de crédito con financiación o prefieres usarla sin financiación? Una cosa es pagar todo lo gastado a fin de mes, que no supone pagar intereses, y otra muy distinta, utilizar la tarjeta como instrumento de financiación a medio plazo, que sí supone pagar intereses. Depende de qué elijas, así será tu tarjeta:

  • Si solo quieres una línea de crédito para cubrirte frente a emergencias: Lo mejor en este supuesto es buscar una tarjeta con la comisión anual más baja posible, sin preocuparte demasiado por el límite de crédito ni los intereses de financiación, ya que solo deberías usarla en casos muy excepcionales y deberías poder reporerte de ese gasto extra con rapidez.
  • Prefieres pagar todo a mes vencido: Los tipos de interés que te cobran por las financiaciones no son prioritarios, pero sí lo son las comisiones en forma de cargo anual por tenerla, así como un límite de crédito más reducido debido a que la entidad sabe que no vas a alcanzarlo la mayoría de veces.
  • Si te decantas por financiar durante algunos meses: En este caso, los tipos de interés son mucho más importantes que las comisiones y el límite de crédito es más relevante ya que contarás con reducciones debido a los importes financiados en meses anteriores. A efectos prácticos y a la larga, puedes verte en una situación en la que apenas tienes crédito y, sin embargo, estás pagando unos altos intereses derivados del uso anterior. Si no vamos a saber usarla con cabeza, es mejor optar por otras opciones que te permitan controlar mejor el gasto.

Pon mucha atención a los intereses, comisiones y penalizaciones

Utilizar una tarjeta de crédito es muy cómodo, pero sin duda no es el mejor instrumento financiero para financiarse ya que sus intereses suelen ser altos en comparación con otros productos.

Por otro lado tenemos las comisiones y penalizaciones como un sobrecoste al retirar efectivo de un cajero o sanciones por superar el límite de crédito o demorarse en los pagos. Analiza bien las tarjetas que contemplas revisando bien toda la letra pequeña para elegir la que menos costes te suponga en tu caso en particular.

El límite de crédito, otro gran factor que dependerá de tu uso 

El límite de crédito es negociable, pero por norma general suele ser algo más del valor de tu nómina mensual. ¿Te interesa modificarlo? El momento perfecto lo marca tu tarjeta en forma de fecha de vencimiento. Pero recuerda que si tu idea es aumentar tu línea de crédito, no es buena idea tener un mal historial de pagos o una caída en tus ingresos.

Los incentivos, un bonus que puede decantar la balanza por ciertas tarjetas

Ya a nadie le sorprende ver tarjetas de crédito de gasolineras, aerolíneas, de marcas de ropa, supermercados y hasta restaurantes. Muchas empresas ajenas a los servicios financieros deciden emitir su propio plástico como parte de sus programas de fidelización.

Lo más probable es que por su uso consigamos descuentos y bonificaciones en el negocio, así como en algunos casos podemos obtener regalos a través de la acumulación de puntos. Pero algunas van más allá para ofrecer servicios asociados a través de la colaboración con otras empresas, por lo que no es raro ver que una tarjeta de crédito emitida por un supermercado incluya ventajas al repostar en ciertos establecimientos.

Sigue descubriendo datos curiosos y elevando tu nivel de educación financiera para seguir mejorando tu economía día a día.

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