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Ingresos pasivos: qué son y qué tipos hay 

Dos mujeres hablando en una oficina.

Seguro que has oído eso de “generar ingresos pasivos” en alguna charla con amigos o anuncios por Internet pero, ¿sabes exactamente qué son? Lejos de tratarse de un nuevo concepto de moda, son una excelente manera de hacer crecer nuestros ahorros de una forma estable y sin demasiado esfuerzo. Y lo mejor es que existen varias maneras de generarlos sin necesidad de apuntarse a cursos online o ser un as de las finanzas. ¿Inviertes 5 minutos en aprender cómo mejorar tu estabilidad financiera? 

Seguro que has oído eso de “generar ingresos pasivos” en alguna charla con amigos o anuncios por Internet pero, ¿sabes exactamente qué son? Lejos de tratarse de un nuevo concepto de moda, son una excelente manera de hacer crecer nuestros ahorros de una forma estable y sin demasiado esfuerzo. Y lo mejor es que existen varias maneras de generarlos sin necesidad de apuntarse a cursos online o ser un as de las finanzas. ¿Inviertes 5 minutos en aprender cómo mejorar tu estabilidad financiera? 

¿Qué son los ingresos pasivos? Esta pregunta todavía suscita un aluvión de respuestas dispares, dependiendo a quién le preguntemos. Para algunos se trata de alquilar inmuebles, para otros de jugar en bolsa o vender por internet… Y lo cierto es que todos ellos tienen parte de razón, aunque hay mucho más por aprender y descubrir. ¿Empezamos?

Qué son exactamente los ingresos pasivos 

Entendemos como ingresos pasivos toda renta obtenida al poner a trabajar parte de nuestro capital. Existen múltiples formas de generarlos que van desde los intereses de una cuenta ahorro a grandes inversiones, lo que lo hace apto para todo tipo de personas que cuenten con un dinero ahorrado y quieran hacerlo crecer.

Por qué son importantes para lograr la estabilidad financiera

La mayoría de las economías familiares se sustentan en el dinero obtenido del trabajo de sus miembros. Esto es lo que conocemos como ingreso activo, ya que requiere de un esfuerzo personal y unas horas de nuestro tiempo para obtenerlo. Contar con una (o varias) fuentes de ingresos extra que no requieran apenas de nuestra dedicación es una forma excelente de crear un colchón que favorezca a una vida financiera sana a medio y largo plazo, especialmente si la situación económica da algún vuelco en forma de jubilación, despido o simplemente sigue subiendo el coste de vida.

Las diferencias entre ingreso activo e ingreso pasivo 

Como ya habrás adivinado, la gran diferencia radica en el tiempo y esfuerzo que debemos dedicar de forma regular a ambas tareas. Mientras que los ingresos activos requieren de nuestra habilidad y horas, en los pasivos es el dinero quien trabaja, lo que supone una inversión mucho menor de tiempo y trabajo por nuestra parte.

No siempre los ingresos pasivos requieren de grandes ahorros. A veces podemos compensar ese factor con algo de esfuerzo por nuestra parte, pero con la idea de automatizar lo máximo posible un proceso con la voluntad de generar rentas de manera autónoma.

Ventajas y desventajas de los ingresos activos y pasivos 

Aunque el resultado de ambas se traduzca en forma de dinero, las diferencias entre estos dos tipos de ingresos son muchas, por lo que más que alternativas, resultan complementarias. La idea de generar ingresos pasivos es genial para fortalecer nuestra salud financiera, pero lo habitual es contar con ambas para que nuestra economía sea lo más sólida posible.

Pros y contras de los ingresos activos 

Los ingresos activos proceden de una actividad profesional o productiva que genera rentas del trabajo. Esto incluye, evidentemente, al salario que percibimos por trabajar, pero también se refiere a pensiones de jubilación. También cuentan como ingresos activos aquellos ingresos obtenidos en casos en los que, por algún motivo, no tienen acceso a esas rentas, como puede ser el caso de incapacidades laborales permanentes, viudedades y otras pensiones no contributivas.

Si hablamos de ventajas, los ingresos activos se caracterizan por:

  • La seguridad de recibir un capital fijo a cambio de realizar una actividad determinada
  • La capacidad de recibirlo de manera regular durante un periodo de tiempo
  • Las garantías de cobro y/o bonificación en caso de vulneraciones del contrato
  • Permite optar, si se cumplen ciertas condiciones, a otras fuentes como la pensión
  • El pago directo de impuestos simplifica trámites y ofrece una visión más clara de nuestro dinero
  • Si son lo suficientemente altos, otorgan independencia financiera sin necesidad de otras fuentes

En cambio, también tienen algunos contras que debemos tener en cuenta:

  • El esfuerzo suele ser elevado, ocupando normalmente un tercio de nuestra semana laboral.
  • Elevar la cantidad total exige un sobreesfuerzo (horas extra, trabajos complementarios, renegociar contratos o buscar un nuevo trabajo)
  • Con los elevados costes de vida, a menudo los ingresos activos no son suficientes para afrontar el día a día

Los diferentes tipos de ingresos pasivos que puedes aprovechar

Como venimos diciendo, hay muchos tipos de ingresos pasivos que puedes usar para mejorar tu estabilidad financiera. La clave es encontrar uno (o varios) que se ajusten a tus posibilidades y coincidan con tu forma de vivir las finanzas, eligiendo en todo momento entre la dedicación y riesgo que presentan para ti.

Los productos financieros, los más populares 

Los productos financieros como los depósitos, cuentas remuneradas, fondos de inversión, acciones o rentas fijas, entre muchos otros, son una de las formas más extendidas de generar ingresos pasivos. Existen muchas opciones, pero el gran hándicap que presenta aprovechar las mejores oportunidades es el conocimiento. Los productos financieros más seguros suelen generar pocos rendimientos, por lo que conocer la cantidad de variables y de letra pequeña permitirán estudiar y acometer opciones con un riesgo más elevado, pero un mayor beneficio. Si te interesa ahondar en esta opción, puedes descubrir más consejos para pasar de ahorrador a inversor.

Los bienes inmuebles, una fuente de ingresos pasivos de lo más interesante

Cuando hablamos de inversión inmobiliaria puede parecer que debamos ser millonarios para poder hacer efectiva esta opción, pero lo cierto es que, a día de hoy, generar ingresos pasivos a través del alquiler es más accesible que nunca.

La falta de espacio en muchos lugares empieza a ser palpable. Locales, plazas de aparcamiento, trasteros, incluso habitaciones son cada día más demandadas, por lo que si contamos con alguna opción de este tipo siempre es interesante estudiar alternativas para sacarle partido. Aunque recuerda evaluar el esfuerzo que el alquiler puede llevarte a medio plazo.

También existen plataformas que te permiten realizar una inversión flexible y comprar un porcentaje de un piso de alquiler. Junto con la aportación variable de otras muchas otras personas, se adquiere un piso que se pone en alquiler y cuyos beneficios son repartidos, en proporción, entre todos los inversores.

La creación de contenidos digitales y su monitorización: una nueva oportunidad

Todos hemos escuchado de influencers, youtubers y streamers que han convertido la creación de su contenido en un lucrativo negocio a través de patrocinios, ventas, suscripciones y donaciones. Aunque llegar a esos niveles exige años, talento y suerte, sí que es posible pensar en opciones más modestas que permitan generar un dinero extra de manera periódica si tenemos ciertas habilidades online.

Las más habituales suelen moverse alrededor de la creación de blogs, webs de afiliación o perfiles en redes sociales para monetizarlos a través de las visualizaciones. Piensa que las marcas valoran más una audiencia pequeña pero local, que un perfil con muchos seguidores pero ubicados en otros mercados.

Si nos gusta la escritura, los libros digitales abren una gran puerta a autopublicar nuestro hobby y optar a la posibilidad de monetizarlo a lo largo del tiempo a través de plataformas como Amazon Books. .

Dos grandes consejos antes de lanzarse a crear ingresos pasivos

Antes de lanzarte a estudiar las opciones, conviene tener unos conceptos básicos en mente. El primero es que el mundo financiero se rige por el binomio riesgo-beneficio, por lo que si las opciones conservadoras no son lo tuyo usa siempre dinero que estés dispuesto a perder si la situación va mal. En ningún caso inviertas dinero que necesitas, especialmente en opciones de riesgo.

La segunda es que, como norma general, no inviertas en nada que no conozcas su funcionamiento. Si crees que has detectado una oportunidad, estúdiala bien y compárala con otras opciones antes de decidirte por una.

Sigue descubriendo más formas de gestionar tu dinero de una forma más cómoda y eficaz y cómo mejorar tus finanzas en tu blog de economía doméstica que más invierte en ti.

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