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La importancia del certificado de eficiencia energética de tu vivienda

Certificado de eficiencia energética

Hace poco, recogimos en estas páginas las principales medidas energéticas del plan anticrisis del gobierno. Estas medidas siguen instrucciones de la Unión Europea (UE) encaminadas a reducir el consumo de energía, pero también pretenden que nos acerquemos al objetivo Cero Emisiones para 2050.

Hace poco, recogimos en estas páginas las principales medidas energéticas del plan anticrisis del gobierno. Estas medidas siguen instrucciones de la Unión Europea (UE) encaminadas a reducir el consumo de energía, pero también pretenden que nos acerquemos al objetivo Cero Emisiones para 2050.

Tanto si quieres seguir las indicaciones de la UE y el gobierno a la hora de recortar el consumo de energía como si quieres ayudar en el objetivo de las Cero Emisiones para 2050, necesitas obtener el certificado de eficiencia energética de tu vivienda.

¿Por qué necesitas ese certificado de eficiencia energética?

Porque para conseguirlo debes evaluar el gasto energético de tu vivienda y las emisiones de CO2 que produce. Esto es, conocer si tu vivienda consume demasiado y, por lo tanto, contamina demasiado.

¿Es obligatorio tener el certificado de eficiencia energética?

Es obligatorio para todas las viviendas nuevas. Pero también lo es para todas las viviendas en general que fueran construidas antes de 2007 que se pongan a la venta o en alquiler.

Además, si ya lo obtuviste en su momento, debes recordar la obligatoriedad de renovarlo cada diez años, o cada cinco si tiene una calificación energética C, o si se han realizado reformas en la vivienda que puedan afectar a su eficiencia energética.

¿Cómo obtener el certificado y para qué sirve?

Hay profesionales y empresas dedicadas a revisar las viviendas y otorgar el certificado de eficiencia energético a aquellas que se lo merecen, según indica la Ley de Ordenación de la Edificación.

Este técnico certificador revisa la vivienda y analiza todos los elementos que tienen relación con la energía, que son muchos: fachadas, suelos, cubiertas, ventanas, calefacción, aire acondicionado y agua caliente sanitaria e iluminación.

Los datos que obtiene se registran en un documento que se vuelca en una herramienta informática oficial de la que se recibe una estimación de la calificación energética de la vivienda. Y ese cálculo queda registrado en el órgano competente de cada comunidad autónoma.

¿Para qué sirve la etiqueta energética?

Para saber la calificación energética de tu vivienda, que depende del consumo anual de energía que necesita para ser habitable.

Como en las etiquetas de los electrodomésticos más eficientes, la mejor nota es la letra A (verde) y la peor, la G (roja). La letra A indica que tu vivienda es muy eficiente porque tiene un buen diseño y orientación, instalaciones de alto rendimiento, aislamientos adecuados en fachada y cubierta, así como energías renovables.

Si tu vivienda tiene una calificación G es una bomba de relojería y contaminas más que una central térmica de carbón del siglo XX. Con ella no hay objetivo Cero Emisiones posible y te dejas la nómina en energía.

Además de la letra, obtienes dos números. Son las estimaciones de las emisiones de CO2 por metro cuadrado de superficie. La segunda cifra indica el consumo de energía primaria (energía consumida en la vivienda más las pérdidas por transformación y transporte) también por metro cuadrado de superficie.

Mi vivienda no es clase A ¿qué puedo hacer?

Invertir en que tu vivienda sea energéticamente más eficiente te ayudará a ahorrar dinero. No se trata solo de poder venderla o alquilarla, sino de que te digan por dónde se te va el dinero en esa vivienda.

Esa es la gran ventaja del certificado: saber qué está pasando en tu vivienda para que se ‘consuma o emita tanto’. Además, el técnico te sugerirá mejoras para mejorar su calificación, el precio que te pueden costar y el ahorro que puedes obtener si las realizas.

El certificado no tiene un precio fijo porque depende del tamaño y la ubicación de la vivienda, pero puedes calcular una media de 1,5 euros por metro cuadrado.

La importancia del certificado de eficiencia energética

Algunos datos que debes conocer

Se estima que, en España, la mitad de las viviendas tiene más de 40 años y un 80% más de 18 años. Pero resulta que el 85% de estas viviendas fue construido antes de la aprobación del Código Técnico de la Edificación (CTE), por lo que carecen de la eficiencia energética que hoy se exigen en las viviendas nuevas.

Así, la probabilidad de que vivas en una casa poco eficiente es muy alta. Te guste o no te guste, contaminas más de lo que piensas y emites más CO2 del que crees o quisieras. Y deberías hacer reformas para no perder más dinero en energía.

Ahora te explicaremos las principales reformas que pueden sugerirte, pero como ya te hablamos de las ayudas en otro tema anterior, te recomendamos que vuelvas a leer: Deducciones temporales por obras de rehabilitación para la mejora de la eficiencia energética.

Mientras te pones manos a la obra en tu vivienda, recuerda que puedes mejorar su eficiencia si pones termostatos en los radiadores, grifos monomando, electrodomésticos de la máxima eficiencia energética o sistemas de descarga parcial en la cisterna del baño.

Reformas importantes para mejorar la eficiencia energética de tu vivienda

  • Ventanas: Una de las grandes reformas que pueden sugerirte es la renovación de las ventanas porque son responsables de la pérdida de un 30% de la energía. Cambiar las de aluminio o madera por las de PVC o las de doble o triple cristal con rotura de puente térmico.
  • Aislamiento en las paredes: A través de las paredes que no tienen ningún tipo de aislamiento se calcula que se pierde el 25% de la energía. En un bloque de viviendas se sabrá en la ITE que se realice y tocará derrama.
  • Aislar suelos y techos: Si vives en un ático o en un último piso, la temperatura exterior te afectará mucho más que al resto. Lo mismo si vives en un bajo, pues el suelo podría llegar a ser un problema.
  • Tuberías: mejores y más modernas tuberías permiten un mayor caudal de agua con un mismo consumo de energía, y reducen pérdidas de calor y condensaciones en los conductos.
  • Sistema eléctrico: Se estima que una vivienda de los años ochenta puede ahorrar entre el 30% y el 80% de la energía tras reformar su sistema eléctrico.
  • Calefacción: Suelos radiantes o una nueva caldera de gas natural de baja temperatura y de condensación mejorarán mucho la eficiencia de tu vivienda.

Hasta aquí nuestro resumen de por qué deberías obtener el certificado de eficiencia energética de tu vivienda y qué puede suponerte. Quizás tus problemas con las facturas de la luz y el gas tengan arreglo. Haz revisar tu vivienda y mira a ver por dónde se te va el dinero.

Sigue leyendo más sobre el hogar en nuestro apartado de proyectos.

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