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Trucos y consejos para enseñar finanzas a los hijos

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Dos niños escribiendo.

La educación financiera es, desde siempre, una de las asignaturas pendientes de la población española. Su poca -o nula- presencia en las aulas de muchos centros educativos ha puesto en alerta a muchos padres y madres, que buscan no repetir los errores del pasado y garantizar a sus hijos unos conocimientos sólidos sobre economía que les ayuden a tomar mejores decisiones en el futuro.

La educación financiera es, desde siempre, una de las asignaturas pendientes de la población española. Su poca -o nula- presencia en las aulas de muchos centros educativos ha puesto en alerta a muchos padres y madres, que buscan no repetir los errores del pasado y garantizar a sus hijos unos conocimientos sólidos sobre economía que les ayuden a tomar mejores decisiones en el futuro.

Cuentas online, pagos con tarjeta, créditos e hipotecas… Casi toda nuestra vida está atada a las finanzas. Sin embargo, según los datos mostrados por el Observatorio de Ahorro Familiar, el 44% de los españoles desconoce el significado exacto de términos económicos básicos como inflación o interés. Un dato alarmante que afecta especialmente a la juventud, ya que el tramo de 25 a 34 años es el que mayor estrés financiero sufre en nuestra sociedad. De hecho, el 87% de los adolescentes admite no saber cómo gestionar sus finanzas correctamente. ¿Podemos evitar que nuestros hijos sufran también esta realidad? La respuesta es sí, dando una mejor formación desde casa. Así que si tienes uno o más hijos, quédate porque vamos a ver cómo mejorar su educación financiera.

¿Cuál es la edad correcta para empezar a enseñar finanzas a los niños?

Aunque no hay una edad concreta, los niños reciben y procesan estímulos desde muy pequeños. Y aunque parece ilógico explicar cómo funciona el dinero a alguien que aún no sabe contar, los niños necesitan comprender la realidad que les rodea. Esto puede hacer que, al verte pagar o usar un cajero, te hagan preguntas. Decidir cómo y cuándo abordar estos temas es una decisión que debe quedar totalmente en manos de los padres, pero para ayudarte, hemos preparado una pequeña guía de trucos y consejos para enseñar finanzas a tus hijos, tengan la edad que tengan. ¿Empezamos?

Manos de un niño poniendo dinero en una caja.

Trucos y consejos para enseñar finanzas a nuestros hijos

Introducir y reforzar la formación económica a los hijos es la mejor manera de asegurarnos de que el día de mañana gestionen bien su dinero y tomen las mejores decisiones financieras. Una tarea que, muy poco a poco, algunos centros educativos ya empiezan a incluir, pero que sin duda debemos potenciar en casa desde una edad muy temprana.

Niños de entre 1 y 5 años: mostrando las finanzas como algo cotidiano y divertido

Aunque con un año no hablan, los niños empiezan pronto a imitar todo aquello que ven, especialmente de su madre y padre. Además, está demostrado que a esta edad pueden empezar a intuir conceptos como los precios y el ahorro. ¿Cómo empezar a trabajar en la educación financiera a tan temprana edad? Veámoslo:

Hablar de dinero de forma natural

“Voy a pagar”, “gracias por el cambio” o “con estas monedas vamos a comprar un zumo” son formas sencillas de explicar a los niños qué está pasando y cómo funciona el mundo que les rodea. Al fin y al cabo, aunque a nosotros nos parezca lógico, a ellos nadie les ha explicado este tipo de cosas, por lo que es normal que tarde o temprano les genere curiosidad. Anticiparse a estas preguntas es una buena forma de empezar con buena letra su formación financiera. Si quieres más información acerca de esto, puedes echar un vistazo a nuestro artículo de cómo hablar de dinero con niños y adolescentes.

Juega a las tiendas

Por pura imitación, muchos niños eligen como juguetes elementos cotidianos como carritos, cocinitas o cestitas de la compra. Aprovechar este contexto para simular el acto de compra-venta ayuda a afianzar el concepto de dinero y su función como bien de cambio. Además, esta actividad da mucho juego ya que permite cambiar de roles, dando pie a explicar las profesiones o jugar a crear nuestro propio (y colorido) dinero.

Convierte las huchas en un juego

El ahorro debería ser una constante a lo largo de nuestras vidas, por lo que no hay mejor momento para empezar que ahora. Para ello solo tienes que hacerte con una hucha divertida para ir animando a nuestro hijo o hija a llenarla. Para darle un sentido, podemos plantear objetivos y recompensas a corto o medio plazo para incentivar el control del dinero, así como pequeñas recompensas que refuercen la actitud cada vez que introducimos algunas monedas. Por otro lado, tampoco hace falta que te gastes mucho dinero en comprar una hucha. Construir juntos una o customizar una antigua también es un buen truco para desarrollar sus habilidades psicomotrices y pasar tiempo de calidad.

Niños de 6 a 9 años: aprendiendo a valorar el dinero

En este rango de edad, los niños no solo saben contar y realizar operaciones matemáticas básicas, también están perfectamente preparados para el ahorro, tienen asimiladas dinámicas como la de esfuerzo y recompensa, distinguen entre necesidad y capricho, así como empiezan a conocer la dimensión de términos como cajas o bancos. Veámos de qué manera fortalecer la educación financiera de niños de esta edad.

Una madre dando dinero a su hija.

Incentivar el ahorro a través de “beneficios fiscales”

Propinas de los abuelos, regalos de cumple o comunión, alguna vuelta que decidiste darle como recompensa… A esta edad es más que probable que ya tengan acceso al dinero. Por un lado es genial hacerles entender que ese dinero es suyo y que pueden usarlo cuando quieran, pero es muy importante tratar de persuadirlos para que lo ahorren. Al final, la decisión debe ser suya, pero para incentivarlos a que lo reserven para el día de mañana podemos ofrecer beneficios como doblar el dinero que pongan en la hucha o, si no quieres usar aún metal, puedes servirte de premios en forma de su cena favorita o un rato más de juego.

Recompensa sus pequeños servicios o favores

Sin duda, a estas edades los niños ya tienen que empezar a interiorizar ciertos hábitos y colaborar, a su manera, en el día a día familiar. Llevar su ropa sucia al cesto o poner la mesa son algunos grandes ejemplos. Pero, más allá de estas tareas diarias, existen un montón de pequeñas labores caseras extra en las que pueden colaborar. Es el caso, por ejemplo, de limpiar el jardín o ayudar a tender la ropa. Ofrecerles la posibilidad de hacer la tarea a cambio de una recompensa en forma de dinero o pequeño regalo es útil a la hora de poner en valor conceptos como el trabajo y el ahorro.

Otra buena solución si queremos evitar darle dinero o regalos es el uso de vales intercambiables por actividades o premios. “Vale por una cena en el burger el fin de semana” o “Con 5 vales como este consigues un videojuego” son un par de ejemplos muy válidos ya que, como ves, están vinculados a conceptos como la temporalidad o la acumulación, lo que ayuda a trabajar rasgos importantes como la paciencia.

Utiliza los caprichos para promover el ahorro

Reforzar la diferencia entre necesidad y capricho es un buen ejercicio para empezar a practicar esta edad. Un truco para lograrlo es usar aquello que nos piden. Cuando sea algo necesario, como puede ser agua o un libro escolar, no tendremos problemas en dárselo ya que es algo innegociable. En cambio, cuando las peticiones sean más un capricho, se lo haremos saber, instándole a lograrlas mediante el ahorro de su propio dinero.

Permite que empiece a participar de la economía familiar

Aunque son pequeños para comprender en su totalidad todos los conceptos que entraña una planificación familiar, sí que hay ciertos momentos en los que nuestros hijos pueden participar de una forma activa. Algunos ejemplos son que nos ayude a hacer la lista de la compra o deba elegir entre uno u otro producto, otorgarle una pequeña partida presupuestaria dentro de las compras familiares para que sea él o ella se encargue de gestionarlo o plantear el ahorro energético mensual como un juego, incentivándole a apagar luces y no desperdiciar recursos energéticos.

A parte, como ya hemos dicho, los niños basan gran parte de su aprendizaje en la imitación. Si en casa hay una planificación y control de ahorro, será más fácil que nuestro hijo empiece a formar su educación financiera a una edad más temprana y la interiorice con una mayor naturalidad.

Niños de más de 10 años: el paso previo al mundo real

Por mucho que sigamos pensando que son nuestros pequeños (que lo son), cada vez van siendo más mayores y su contacto con el mundo real crece. Ya gozan de más independencia, lo que los expone a impactos publicitarios cuando, por ejemplo, navega por internet… un problema mayor de lo que parece si tenemos en cuenta la multitud de problemas que han ofrecido muchos juegos con compras online. Para reducir riesgos, es importante que al llegar a estas edades ya dispongan de conceptos financieros y hábitos económicos básicos incorporados en su día a día. Veamos algunos trucos y consejos para enseñar finanzas a los hijos de estas edades.

La famosa paga entra en juego

Poco a poco deben ir ganando independencia financiera, lo que significa que deben empezar a contar con su propio dinero y ser capaces de administrarlo de una forma correcta. Es importante que la cantidad sea periódica y fija, evitando dar de más a no ser que sea por un fin justificado o porque forme parte de un premio. Solo así aprenderá que el dinero es finito y que sin una administración adecuada, es fácil quedarse sin.

Cuánta paga entregar y cómo hacerlo son dos preguntas que si antes tenían fácil solución, pero que hoy no tienen una respuesta tan fácil. Para dar una respuesta adecuada a la primera pregunta, lo más común es elaborar un pequeño presupuesto de sus gastos semanales o mensuales. Es una labor que podéis hacer de forma conjunta y que deberíais revisar año a año, ya que sus gastos van a ir aumentando poco a poco con la edad. Una vez establecido ese presupuesto, lo más recomendable es dar un poquito más de lo establecido, lo que le permitirá tener un pequeño margen de ahorro. Sobre cómo entregar el dinero, ya va a gustos. Hay quien sigue entregando efectivo, como en los viejos tiempos, o quienes ya optan por soluciones más modernas como las tarjetas de débito ya que permiten a los padres tener un mayor control.

Introduce la rentabilidad asociándolo al ahorro

En el mundo real, ahorrar dinero y ponerlo a trabajar para nosotros genera beneficios. Siguiendo el mismo principio, podemos incentivar el ahorro de nuestros hijos ofreciéndoles un interés a cambio. Evidentemente, estos deberán ser un poco más interesantes que los que realmente ofrecen las entidades bancarias, pero jugar alrededor del 5 al 10% nos ayudará a potenciar de forma visible su ahorro sin distorsionar mucho la visión real de lo que encontrará dentro de unos años.

Elabora pequeños planes financieros para alcanzar sus mayores ilusiones

Entre los 10 y 14 los niños empiezan a solicitar cosas cada vez más caras. Un móvil nuevo, videoconsolas o un PC gaming, un patinete, ropa de marca… ¿Te suena? Puedes aprovechar este tipo de caprichos para enseñarle a planificar objetivos financieros, dividiendo el coste en meses y viendo cómo podría salvarlo mediante ahorros, pagas y trabajos extra en casa como los que hemos comentado con anterioridad. La planificación y puesta en práctica son siempre una poderosa lección para cualquier niño. Como ves, todo es cuestión de aprovechar las oportunidades que nos ofrece el día a día para darle un uso pedagógico al dinero. Si te interesa el tema, puedes seguir leyendo más acerca de cómo educar tus hijos en la cultura del ahorro y otros temas sobre educación de nuestros hijos y finanzas en nuestro blog.

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