Gestionar las finanzas de un piso compartido puede parecer una tarea abrumadora al principio, pero con la organización adecuada y ciertos métodos de ahorro, es posible mantener las cuentas al día sin conflictos ni sorpresas. En este artículo revisaremos los aspectos clave para administrar el dinero, dividir gastos y optimizar los recursos mientras compartes vivienda. ¡Allá van!
Crea un presupuesto para las finanzas de un piso compartido
El primer paso para ahorrar es saber qué previsión de gasto tendrá el piso. Un presupuesto es esencial porque permite tener una visión clara de los gastos mensuales y ayuda a evitar sorpresas al final del mes.
La clave es la transparencia y el compromiso. Lo primero que debéis hacer tú y tus compañeros de piso es juntaros y analizar cuáles serán los gastos mensuales más comunes. Como sabemos que estos temas cuestan, te ayudamos repasando los principales:
Alquiler del piso
Posiblemente, el gasto principal y el que debe repartirse de manera justa. Se puede repartir el gasto de forma equitativa si las habitaciones son bastante parecidas a nivel de espacio.
En el caso de tener habitaciones distintas, como por ejemplo una habitación doble con baño y otras individuales, se puede repartir el pago de modo que salga más barato a aquellas habitaciones más pequeñas y más caro para las más grandes.
Quizás te preguntes: “vale, pero ¿Cómo sé qué precio pongo a cada habitación?”. No te preocupes, no eres la única persona que lo ha pensado. De hecho, el New York Times ha creado una calculadora de precio de habitación.
¿Cómo funciona? Solo tenéis que juntarte con tus compañeros, empezar a contestar preguntas sobre qué precio estaríais dispuestos a pagar por cada habitación y… ¡Listo! Con esta herramienta encontraréis un punto de equilibrio entre los precios por cada habitación.
Servicios básicos del piso
Por lo que se refiere a luz, gas y agua, es posible que el coste sea distinto cada mes. Por esta razón, es importante que las finanzas de un piso compartido se basen en un promedio de gasto. Ten en cuenta que los meses de otoño e invierno vas a gastar más debido a las bajas temperaturas y disponer de menos horas de sol.
Teletrabajo, ver una serie, asistir a una clase… Podemos considerar el internet como un gasto esencial para estar conectados. Al formar parte de un pago mensual, deberías añadirlo a los gastos de los servicios básicos. La ventaja de esta partida es que el precio suele ser fijo, por lo que es mucho más fácil de dividir e incorporar a la cuenta común.
En cuanto a dividir los gastos, podéis hacerlo equitativamente entre los compañeros. En el caso de que uno de los compañeros solo esté en el piso los fines de semana o algunas semanas cada mes, podéis hablarlo y dividirlo proporcionalmente.
Es posible que las contrataciones de los servicios las hagáis digitalmente. Si ves una oferta demasiado buena para ser verdad, desconfía. Es importante que tomes precauciones de seguridad en internet. Si has puesto la tarjeta en un web que no es de fiar, lo mejor es que canceles cuanto antes tu tarjeta de crédito. Lo último que quieres es una mala experiencia justo antes de entrar en un piso.
Seguros del hogar
Es posible que esta parte sea en la que menos gastáis, pero es igual de necesaria que las demás. Pese a tomar precauciones y tener claro que tendrás en las mejores condiciones, hay riesgos que no controlas como, por ejemplo, un escape de gas, un mal funcionamiento en la red del edificio o incluso un incendio accidental.
Es por eso que deberías considerar un seguro para la vivienda. Ponte en contacto con el casero para saber qué seguro debes contratar y estar tranquilo sabiendo que pase lo que pase, estás cubierto
Fianza de un piso compartido
Aunque no se trata de un gasto como tal y solo se paga una vez, sí que es una cantidad de dinero que vas a tener que desembolsar una vez entres al piso y, por tanto, algo que deberás contemplar al menos en tu presupuesto inicial.
Si encuentras una muy buena oportunidad o tienes prisa para entrar en uno, pero no puedes permitirte la fianza, puedes considerar pedir un crédito e ir pagándolo mensualmente. De este modo tendrás dinero listo para depositar sin necesidad de ahorrar, además de que se te devolverá una vez finalices el contrato.
Servicios y gastos no esenciales
Aparte de los gastos esenciales, es posible que el presupuesto del piso compartido incluya suscripciones y servicios adicionales, como plataformas de streaming de vídeo o suscripciones a plataformas de paquetería y música.
Una de las ventajas de compartir piso es la posibilidad de aprovechar planes familiares y para grupos de estos servicios. Es posible que, al apuntar todos los servicios a los que tú y tus compañeros estáis suscritos, podáis encontrar alguna oferta para que os salga más barato.
Consejos para establecer un fondo común
Una vez tienes claro el presupuesto mensual necesario, toca poner a punto el aspecto financiero más tangible: el dinero. La solución más habitual es utilizar una cuenta compartida, desde donde se cobran todos los gastos como el alquiler y los servicios del piso.
En este tipo de fondos, cada miembro aporta la misma cantidad a inicios o finales de mes, dependiendo de cuándo lleguen las facturas. De esta manera, los gastos están cubiertos desde el principio y se evitan problemas de último minuto.
A continuación, te ofrecemos algunos consejos para sacarle el máximo partido a ese fondo y ahorrar un poco.
Fondo común en cuentas remuneradas
Ya que vais a tener el dinero bloqueado en una cuenta, al menos sacarle un poco de partido. Una forma de hacerlo es a través de depositar el dinero del fondo común en una cuenta remunerada.
¿Qué diferencia hay entre una cuenta remunerada y una cuenta corriente? Con una cuenta remunerada, tú y tus compañeros vais a recibir unos intereses por el dinero depositado. Con los tipos de interés actuales, podríais recibir hasta un 3,5% de interés anual por el dinero que tengáis a la cuenta. Pongamos un ejemplo:
Supongamos que el total de alquiler, gastos y seguros asciende a 1.680 € mensuales y siempre hay, como mínimo, esa cantidad en la cuenta. Si calculamos el 3,5% (1.680 € x 0,035), la cuenta generaría 50,40 € por año, ¡sin tener que hacer nada!
Fondo común con devolución de recibos
En el caso de los recibos, hay ciertos bancos que con solo domiciliarlos te devuelven un porcentaje de lo que gastes. La mayoría no te devolverá más del 3%, pero siempre es interesante investigar por si algún banco está haciendo alguna promoción.
Si, por ejemplo, tus gastos en recibos son de 200 € euros mensuales y te devuelven un 3%, recibirías seis euros al mes, que al año serían 72 €. Sin tener que hacer nada y solo por domiciliar los recibos en una cuenta.
Finanzas de un piso compartido, en rojo
Aunque tengas las previsiones de gastos controladas, una subida del precio, combinada con un consumo de más en el piso, puede hacer que la cuenta se quede sin dinero.
Esta situación, también conocida como quedarse en número rojos, significa que tu banco te adelanta parte de dinero para hacer frente al gasto.
Aparte de cubrir el gasto extra, tendrás que abonar los costes de gestión del banco. Intenta hacer un ingreso lo más pronto posible, ya que la cantidad que te van a cobrar será mayor según pasen los días.
Una solución es anticiparse a un gasto extra y tener ingresado en la cuenta un mes más de gastos. De este modo evitas una subida inesperada y tú y tus compañeros tenéis margen para ingresar lo que falte.
Tip financiero
A la hora de planificar los aportes, puede resultar muy útil poner un poco de más del dinero establecido. Esta práctica poco a poco irá creando un colchón que permite afrontar con tranquilidad facturas de suministros más elevadas o incluso realizar compras necesarias para el piso como, por ejemplo, renovar mobiliario.
Métodos y herramientas de división de gastos
Cuando vives en un piso compartido, es fundamental que todos los gastos comunes se dividan de forma justa para evitar malentendidos. En este apartado te presentamos un par de métodos para que puedas elegir la forma que mejor se ajusta a ti y a tus compañeros. ¡Adelante!
División individual
Si no tienes mucha confianza con los compañeros y prefieres controlar al 100% tus gastos, puedes proponer una división de gastos de forma individual. Aparte de los gastos comunes, el resto de gastos como comida o mobiliario correrán a tu cargo y serás quien lo puede utilizar.
Este tipo de división suele dar lugar a estanterías de comida personales y algunos alimentos del piso repetidos, pero sabrás exactamente qué gastos estás dispuesto a hacer.
División igualitaria
Si, por otra parte, ya tienes experiencia en pisos compartidos y vives con personas de confianza, puedes optar por dividir los gastos en partes iguales entre los miembros del piso.
Este sistema dará lugar a una nevera y despensa unificada, dando una sensación más familiar y de comunidad. Es cierto que no controlarás completamente el gasto a fin de mes, pero con una comunicación transparente y constante, es un sistema completamente viable.
Herramientas para las finanzas de un piso compartido
Hoy en día, existen aplicaciones y plataformas que simplifican la división de gastos y mantienen un registro claro de quién debe a quién. Algunas de las más populares son Splitwise, Tricount o Settle Up. Sus diferencias principales están en su diseño e interfaz, por lo que vamos a hablar de sus funcionalidades compartidas:
- Precisión y exactitud: al hacer los cálculos por ti, se evitan errores humanos que podrías cometer en la división de los gastos. Con ellas, cada persona pagará la cantidad exacta que le corresponde. Si quieres más seguridad, también puedes adjuntar una foto del ticket junto al gasto.
- Comodidad y rapidez: tras cada entrada, los gastos se dividen de manera instantánea, sin la necesidad de anotar o enviar el típico mensaje de recordatorio a tus compañeros.
- Historial y seguimiento: cada transacción queda registrada, por lo que te será muy fácil llevar un seguimiento de gastos a lo largo del tiempo.
Para realizar transacciones rápidas entre compañeros sin coste adicional, puedes utilizar Bizum o PayPal.
Si prefieres no estar haciendo pagos todo el rato, puedes pactar para que pague la persona que deba dinero: de esta forma, os vais turnando la responsabilidad de pagar y no se acumula deuda para una sola persona.
Métodos de ahorro en el piso compartido
Una de las formas de mejorar las finanzas de un piso compartido, es ahorrando en los gastos. A continuación, te mostramos algunos consejos para no gastar de más y aprovechar al máximo cada euro.
Ahorrar en las facturas
Al tratarse de gastos recurrentes, es importante prestarles atención: una pequeña diferencia mensual puede parecer poco, pero si lo trasladas a un gasto anual ya es otra historia.
Al ser un piso de alquiler compartido, hay ciertas obras o modificaciones que no merecen la pena. Quizás no se permiten por contrato o no vas a estar suficiente tiempo para ver el ahorro real en la inversión. Aun así, te nombramos pequeñas acciones que puedes hacer para reducir el pago de tus facturas:
- Factura de electricidad: puedes sustituir las bombillas incandescentes del piso por luces LED. Este cambio significa ahorrar hasta un 90% en la luz y podrás llevarlas contigo una vez abandones el piso.
- Factura del agua: puedes instalar filtros o aireadores de agua en los grifos y ducha, lo que te permitirá ahorrar hasta un 50% en el consumo. Son baratos y fáciles de instalar, por lo que podrás quitarlos una vez termine tu estancia y seguir ahorrando en el siguiente piso.
- Factura del gas: Si tu calefacción es por agua calentada por gas, una acción de ahorro que puedes aplicar es instalar burletes de espuma para aislar mejor el piso. Una instalación sencilla con la que se puede ahorrar hasta un 20% en el consumo de calefacción.
Ahorrar en la alimentación
Después de los gastos fijos, la comida es la siguiente gran área de gasto en las finanzas de un piso compartido. Pero recuerda: allí donde hay gasto, también hay ahorro. A continuación, te mostramos un par de consejos:
- Compra al por mayor: la compra en grandes cantidades de productos no perecederos al por mayor, como arroz, pasta o productos de limpieza, suele ser más económica y evita visitas frecuentes al supermercado. No solo ahorrarás dinero, sino tiempo.
Aunque no hagáis división igualitaria con los compañeros de piso, siempre podéis comprar cantidades grandes y dividir el producto entre los que seáis.
- Comparte las comidas: si todos los compañeros tienen horarios similares, cocinar en grupo es una excelente manera de reducir costos. Puedes turnarte con tus compañeros y decidir qué días les toca cocinar y a quién.
Comunicación y acuerdos claros
Por mucho que tengas las cosas claras, te hayas informado sobre todo lo necesario a la hora de alquilar un piso y tengas buen rollo con los compañeros, es inevitable que en algún momento surjan conflictos o desacuerdos sobre los gastos.
La clave para resolver estos problemas es la comunicación clara y sincera. Aquí algunos consejos para gestionar conflictos financieros:
- Establece reuniones periódicas: revisa junto a tus compañeros el estado financiero del piso de forma regular. Esto os permitirá estar al corriente de cómo están las cuentas y prevenir conflictos mayores.
- Establece reglas desde el principio: Decide junto a tus compañeros cómo vais a repartir los gastos y qué tipo de compras serán grupales. Dejadlo por escrito en algún lugar de fácil acceso para consultarlo cuando lo necesitéis.
Administrar las finanzas de un piso compartido puede ser todo un desafío, pero con comunicación y las herramientas adecuadas, es posible disfrutar de una convivencia sin problemas financieros. Si quieres aprender más sobre la gestión financiera y otros consejos útiles para tu vivienda, ¡te invitamos a visitar el resto de nuestros artículos en el blog!