Aunque España es un país de compradores, el alquiler va ganando poco a poco adeptos. En 2002 solo el 13% de los ciudadanos optaban por esta modalidad, mientras que una década (y pico) después estamos cerca de doblar esa cifra. Las ventajas son claras: exigen un menor compromiso, requisitos y desembolso económico, al menos a medio/largo plazo. Pero para alquilar un piso o casa, al igual que pasa al comprarla, debemos tener en cuenta unas cuantas cosas. Por suerte, son mucho menos que en el caso de solicitar una hipoteca, pero es importante conocer bien cuáles son ya que estos han ido cambiando con el tiempo. Echemos un ojo a cuáles necesitas en la actualidad:
Las 5 cosas que debes saber sí o sí al alquilar tu piso o casa
Que sea luminoso, no muy ruidoso, en una buena zona… ¿Te suena? Pues aunque son temas importantes, nuestros consejos no van por ahí. Elijas la vivienda que elijas, es vital tener presente que al alquilar vamos a tener que afrontar ciertos pagos, presentar documentación, firmar contratos y tener claras ciertas condiciones. Para ir con la lección aprendida a la hora de negociar con la inmobiliaria o particular, te lo hemos resumido todo en estos cinco puntos.
1. Al alquilar tu piso, lo primero a tener en cuenta son tus finanzas
Mirar pisos es sumergirse en un océano de opciones y precios. Y al empezar a comparar es muy fácil dejarse llevar por el “es que por 50 o 100 euritos más hay pisos mucho mejores”. Saber nuestro presupuesto ideal no solo nos ayuda a centrar la búsqueda, sino que evitará que el piso consuma, poco a poco, nuestros ahorros.
La teoría es muy bonita, pero hablemos de números. Lo ideal es que la mensualidad del piso no supere el 35% de nuestros ingresos mensuales netos.
Tal y como están las cosas, en muchas ciudades resulta difícil cumplir con esta premisa, pero debes tener en cuenta que aunque puedes elevar un poco el porcentaje, eso significa renunciar a parte de tu bienestar financiero presente o futuro o, lo que es lo mismo, deberás eliminar algunos gastos o no ahorrar, lo cual no es nada recomendable.
El alquiler de un piso para uno en números:
El alquiler de un piso en pareja en números:
2. La -ya no tan- temible fianza 🧟
La fianza es uno de los principales escollos a superar a la hora de alquilar cualquier piso. Hace no mucho, la fianza era un terreno tremendamente pantanoso lleno de sorpresas desagradables. Y sortearlo sin muchos percances dependía no solo de nuestra pericia negociando, sino de las condiciones impuestas por el arrendador y que a menudo eran muy…digamos exigentes. Por suerte, todo esto ha cambiado y se han impuesto algunas restricciones. En la actualidad, la fianza de un piso de alquiler puede suponer, como mucho, dos mensualidades o solicitar algún tipo de garantía adicional o aval de un importe similar a esta cifra. Cabe destacar que en zonas de menor población es posible encontrar condiciones más ventajosas.
La fianza de un piso de alquiler números:
Recuerda que el objetivo de la fianza es dar cobertura a los desperfectos que puedas ocasionar durante tu estancia, así como posibles impagos. Si todo está ok, al dejar el piso deberías recuperar el dinero o, si más no, la parte proporcional tras restar el coste de las reparaciones oportunas. Si esta es la diferencia que te separa del piso de tus sueños, recuerda que puedes hacer uso de opciones como los préstamos personales, que te permiten obtener la cantidad que necesitas fácilmente sin cambiar de banco ni comisiones de apertura e ir reponiendo el dinero poco a poco y de forma cómoda.
Por último, no nos podemos olvidar de las inmobiliarias. Si actúan como intermediarias en el proceso (algo bastante habitual) podrían solicitar una mensualidad como honorarios por los servicios prestados. No debería pasar, peeeeeeero hasta hace no mucho sí podían hacerlo. Si es tu caso, ten en cuenta que la nueva Ley de la Vivienda dicta que este coste debe recaer sobre el propietario y no sobre ti. No lo olvides, puede serte útil 😉
💡 Tip financiero:
Si tras vencer tu contrato quieres renovar y la propiedad está contenta contigo, puedes usar una de las dos mensualidades depositadas como fianza como baza de negociación, ya que si la relación es buena muchas inmobiliarias están dispuestas a devolver esta fianza o a utilizarla como descuento en el nuevo contrato.
3. La respuesta definitiva a qué paga el inquilino y qué paga el propietario
Todos los pisos de España conllevan unos gastos extras inevitables. Sea de propiedad o de alquiler, alguien va a tener que pagar los suministros, comunidad, impuestos, seguros y reparaciones… pero ¿quién? Pues cada figura tiene sus responsabilidades, pero vamos a dejarlas claras para evitar malos entendidos y pagos innecesarios.
Los gastos del piso que dependen del propietario
La propiedad debe hacerse cargo sí o sí de los gastos de la comunidad de vecinos, el famoso IBI (o Impuesto de Bienes Inmuebles) y un seguro para la vivienda. Lo acabamos de comentar, pero por si has venido directamente hasta aquí, te recordamos que los honorarios de la agencia inmobiliaria también son cosa del propietario.
Los gastos del piso que sí te corresponde pagar
Además de la fianza, los primeros gastos que debes tener en cuenta son los suministros. Agua, luz, gas (o butano) y, por supuesto, el Wi-Fi corren de tu parte. En ciertos casos estos gastos pueden ir incluidos en la mensualidad, pero no nos engañemos… los vas a pagar tú. Entre unas cosas y otras calcula un mínimo de entre 80 y 100 € cada mes.
Las obras, reformas y reparaciones: un terreno con matices
Llegamos al punto crítico, pero no te preocupes, saldrás con todas las respuestas necesarias. El propietario debe entregar el piso sin averías ni desperfectos. Si los hubiera, su reparación debe correr a cargo del propietario y en ningún caso deberán ser repercutidas al usuario final. Es evidente que no todo será nuevo, por lo que es importante que tomes nota del estado de todo y lo hagas constar antes de firmar nada (si puede ser por escrito y con pruebas gráficas como fotos, mejor). Así, en el caso de cualquier avería o problema podremos derivar su reparación también al propietario.
Si por un lado el propietario se ocupa de mantener el piso en un buen estado, el inquilino debe hacerse cargo de todos los gastos derivados del uso y, especialmente, un mal uso. Esto significa que si el WC del piso de alquiler era nuevo y con el tiempo se rompe, es muy probable que te toque pagar a ti. Pero que no cunda el pánico, estos suelen ser gastos menores en su mayoría.
Un nuevo seguro, un extra para comprar tu tranquilidad
No es obligatorio, ya que el propietario debe tener contratado uno, pero como estos suelen tener cláusulas bastante restrictivas, no es mala idea contratar un seguro de responsabilidad civil por nuestra cuenta. Este nos cubrirá en caso de que realicemos cualquier posible daño en la vivienda, así como proteger nuestros bienes en caso de tragedia.
Su contratación tiene tmbién otros beneficios extra la mar de interesantes. Muchos cuentan con servicios de bricolaje o pequeñas reparaciones, lo que nos puede ayudar a solventar rápidamente cualquier pequeño percance como, por ejemplo, un accidente con algún electrodoméstico o al cocinar. Antes de abandonar este punto, déjanos recordarte que hay ciertos seguros que conviene contratar para blindar seguridad y tranquilidad presente y futura.
4. Toda la documentación que vas a necesitar para alquilar
Aunque no es mucha cosa, sí que vas a necesitar recopilar algunos documentos. El único común es nuestro DNI o pasaporte y el resto, orientados a demostrar nuestra solvencia, dependen de nuestra situación laboral.
- Si trabajas en una empresa o eres funcionario: En tu caso lo más común es que te soliciten las tres últimas nóminas con sello y firma de la empresa o, en su defecto, tu vida laboral.
- Si eres autónomo/a: Si trabajas por cuenta propia es posible que te soliciten alguna garantía extra, aunque estamos seguros que a estas alturas es algo que no te sorprenderá. Pueden pedirte la última declaración de IRPF junto a tu último recibo de autónomos o las declaraciones de IVA como prueba de tu actividad.
- Si eres pensionista: Si este es tu caso, estás de suerte porque lo único que te pueden solicitar es el certificado que emite el Instituto Nacional de Seguridad Social y en el que figura la cantidad que percibes y, por tanto, tu capacidad de afrontar las mensualidades.
5. El contrato de alquiler, en detalle
Terminamos con el plato fuerte. Varios folios, lenguaje técnico… Los contratos parecen hechos para aburrirnos tanto como para dejarnos llevar sin firmar. Pero alquilar un piso no es como aceptar la política de privacidad de Instagram, por lo que es importante saber leerlo.
En tu contrato debe constar
Antes de que te aisles del mundo y te prepares a entender todo ese tostón, déjanos darte unas guías que te ayudarán a revisarlo como un auténtico profesional. Entre toda esa letra deben aparecer estos datos básicos:
· Precio del alquiler
· Periodo de arriendo
· Reparto de gastos
· Importe de la fianza
Revisa bien que todos sean correctos y que no recae sobre ti algún gasto atribuible a la propiedad, así como alguna cláusula con la que no estés de acuerdo. Si es el caso, antes de firmarlo hazlo constar (y recuerda dar tiempo para que se puedan añadir las pertinentes modificaciones al documento)
Otro punto clave que debe incluir el contrato es el detalle de los suministros. Ahí deberá constar no solo de cuáles dispone la casa, sino el estado real de los suministros dados de alta, así como si estos se deben mantener a nombre del casero o, por el contrario, asumirá la titularidad el inquilino. Recuerda que el pago mensual siempre dependerá de ti, pero que el cambio de nombre puede conllevar algún coste extra. Y aunque no es necesario que figure en el contrato, no está de más solicitar también una copia del certificado de eficiencia energética y las últimas facturas para conocer el consumo energético de la vivienda los meses anteriores.
Otros aspectos importantes a tener en cuenta en el contrato de alquiler
¿Qué más debes buscar? La garantía. No es algo que incluyan todos los contratos, pero muchos propietarios ofrecen un mes de garantía en el que puedes comprobar que todo funciona correctamente y evitar así sorpresas desagradables en el futuro. Esto es especialmente importante en el caso de calderas, calefacciones, aires acondicionados y electrodomésticos como hornos, neveras o lavadoras.
Un gran consejo para respaldar este proceso es solicitar un dossier con fotos del inmueble, especialmente si nos lo entregan equipado. Este documento te ayudará a evitar cualquier problema posterior por supuestos desperfectos en el mobiliario y/o electrodomésticos. Estos documentos también suelen contener normas básicas de la finca como pueden ser, por ejemplo, el uso de trasteros o la azotea.
Quién y cuándo se puede cancelar el contrato antes de tiempo
Los contratos de alquiler contemplan una obligatoriedad tanto para el arrendador como para el arrendatario. Si eres quien alquilas lo más normal es que el contrato establezca que puedes abandonar el piso tras pasar entre 6 meses y un año en él (eso sí, avisando siempre con un mínimo de un mes de antelación). En el caso del propietario esta cifra aumenta entre los tres y cinco años. Llegada esta fecha el contrato puede o no renovarse. Sin embargo, existen ciertas condiciones que contemplan el incumplimiento de estos tiempos o, dicho de otra manera, que el contrato finalice antes de tiempo.
Si, de manera unilateral, decidimos abandonar el piso antes del tiempo o sin avisar con la debida antelación pueden existir penalizaciones que aumenten por cada año de contrato que tengamos firmado. Por otro lado, el casero también puede cancelar el contrato antes de tiempo si se producen una serie de situaciones. Hablamos de impagos tanto en la renta como en la fianza, el subarrendamiento o cesión no autorizado de la vivienda a un tercero (o, dicho de otra forma, que realquile el piso), si se producen daños graves o se realizan obras sin permiso o si en el inmueble se llevan a cabo actividades molestas, peligrosas o comerciales no autorizadas.
Nuestros consejos extra a la hora de alquilar un piso
Como tu blog de finanzas personales, tenemos que empezar por el dinero. Establecer un presupuesto antes de empezar a buscar y ceñirse a él te ayudará a ganar mucho tiempo a la hora de buscar. Descarta también esas zonas o barrios que no te interesen, ya sea por precio o por practicidad, limitándote a ver solo las opciones realmente útiles para ti y alejar cualquier tipo de tentación que suponga tirar tu dinero. Por último, recuerda que el pago de las mensualidades deberá realizarse mediante una transferencia o domiciliación bancaria, ya que desde hace un tiempo no se puede pagar el alquiler del piso en efectivo.
Segundo consejo: echa un ojo a las ayudas al alquiler que ofrecen las entidades públicas, especialmente si tienes menos de 35. La más reseñable es el Plan Estatal de Vivienda 2022-2025, aunque algunas comunidades ofrecen incentivos extra para tratar de favorecer el acceso a la vivienda.
El siguiente tip que queremos darte es que cuando visites un piso compruebes o preguntes siempre por los suministros. Usar o no gas o tener el agua incluida en la comunidad puede suponer una ligera diferencia que haga decantar la balanza, especialmente tal y como está la cosa actualmente.
Y por último, un poco de organización. Muy probablemente vayas a ver pisos con características muy diferentes. Esto supone comparar distintas zonas, metros cuadrados, orientaciones, número de habitaciones o espacios como terrazas o aparcamiento. Llevar un pequeño control puede ser útil a la hora de comparar varios inmuebles a la vez y decidir cuáles nos interesa ir a ver primero. Te bastará con un papel y un boli, pero sin duda una herramienta tipo Excel te puede facilitar mucho el trabajo.
Esperamos que este artículo te haya ayudado a clarificar conceptos a la hora de entrar en un nuevo piso de alquiler y recuerda que en ViveMásVidas tienes todo tipo de trucos, consejos e información de interés para gestionar mejor tu dinero en cada ámbito y etapa de tu vida.
