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Cómo afrontar un gasto imprevisto sin ahorros

Finanzas
13min.
Cómo afrontar un gasto imprevisto sin ahorros

Tres de cada cuatro familias en España tienen dificultades para llegar a fin de mes. Ante esta realidad, cualquier gasto inesperado puede suponer una auténtica emergencia financiera.

Cualquier contratiempo financiero puede hacer tambalear la economía familiar. En estas situaciones, afrontar un gasto imprevisto sin ahorros obliga a tomar decisiones rápidas, difíciles y a veces inadecuadas. Por eso es tan importante saber cómo actuar sin agravar el problema y, sobre todo, cómo prepararse para que no vuelva a pillarte por sorpresa.

El impacto de un gasto imprevisto cuando no tienes ahorros 

Afrontar un gasto inesperado sin tener ahorros genera un gran estrés financiero. Sin ir más lejos, según el Banco de España, lo ideal es disponer de un fondo de emergencia para cubrir estos gastos no previstos. Cuando no cuentas con un colchón económico, cualquier contratiempo, por pequeño que sea, puede convertirse en una crisis.

Sin ahorros, cada euro que sale de tu bolsillo desequilibra tu presupuesto mensual. Muchas familias viven al día, destinando la totalidad de sus ingresos a gastos fijos como el alquiler o hipoteca, las facturas, la comida o el transporte. Si a estos gastos habituales se suma de repente un pago extra, el dinero simplemente no alcanza. Esta falta de margen financiero obliga a tomar decisiones difíciles: ¿Dejar de pagar algo importante? ¿Endeudarse rápidamente? ¿Pedir ayuda a familiares? Ninguna opción es cómoda y el tiempo apremia cuando el imprevisto no puede esperar. Por eso, este tipo de situaciones hacen evidente la importancia de la educación financiera, de la planificación y de la prevención.

Situaciones donde se deben afrontar gastos imprevistos 

Para entender mejor el problema, veamos algunos ejemplos reales de gastos imprevistos que le pueden pasar a cualquiera. Seguro que más de uno te resultará familiar:

  • Una avería del coche
  • Una urgencia médica
  • Un fallo de electrodoméstico esencial
  • Una avería del aire acondicionado o calefacción
  • Una multa
  • Una reparación de móvil o portátil
  • Una inundación o accidente en el hogar
  • Una liquidación fiscal más alta de lo previsto
  • Un viaje de emergencia
  • Un gasto veterinario

Los primeros pasos para enfrentar un gasto imprevisto sin ahorros 

Cuando recibes un golpe financiero que no esperas y no puedes gestionarlo económicamente, es fácil entrar en pánico. Lo primero es mantener la calma. Por difícil que parezca, necesitas pensar con claridad para evitar tomar decisiones precipitadas. Siguiendo algunos pasos, podrás encaminar la situación con un plan fiable y seguro:

Analiza la situación y la urgencia del gasto inesperado 

Determina exactamente cuánto dinero necesitas y para cuándo. No es lo mismo un pago para mañana que otro al que puedes buscarle alternativa porque dispones de unas semanas. Saber la cifra exacta y el plazo te ayudará a buscar la solución más adecuada y, sobre todo, a actuar a tiempo.

Revisa tus gastos actuales 

Mira tu presupuesto mensual. Si no tienes uno, haz un listado rápido de tus gastos esenciales. Identifica si puedes recortar o retrasar algún pago no prioritario este mes para destinar más dinero al imprevisto. Por ejemplo, quizás puedas limitar compras no esenciales, ocio o suscripciones a plataformas digitales durante un tiempo.

Comunícate con quien corresponda 

Si la contingencia económica viene de un proveedor, organismo o empresa (por ejemplo, una factura, el alquiler o un pago a Hacienda), contacta de inmediato. Explica tu situación y pregunta si ofrecen facilidades como fraccionar el pago, obtener una prórroga o negociar alguna solución temporal. Piensa que muchas compañías y organismos prefieren pactar un plan de pago antes que afrontar un impago.

Busca pequeñas fuentes de liquidez 

Reúne el dinero que tengas disponible. Tal vez cuentas con un pequeño ahorro que no recordabas o algún dinero que esperabas usar en otra cosa no tan urgente. No es la solución completa, pero cada euro cuenta para reducir la cantidad adeudada.

Otros recursos para conseguir dinero ante gastos inesperados 

Si aún necesitas dinero para cubrir el imprevisto, es momento de valorar algunas soluciones financieras disponibles. Repasamos varias opciones, con sus pros, contras y recomendaciones:

Pedir un anticipo de nómina 

Quizá una de las opciones sencillas es solicitar un anticipo de salario a tu empresa. En España, la ley ampara este derecho: según el artículo 29.1 del Estatuto de los Trabajadores, puedes pedir que te adelanten parte del sueldo de los días ya trabajados del mes en vez de esperar al día de cobro. Muchas empresas acceden a dar anticipos a sus empleados, descontando luego esa cantidad en la nómina final. 

Un anticipo de nómina tiene varias ventajas. Por un lado, no pagas intereses, ya que es tu propio dinero simplemente cobrado por adelantado. Otro aspecto positivo es que suele ser rápido de gestionar (hablando con Recursos Humanos o con tu jefe directo). Sin embargo, el inconveniente principal es evidente: el resto del mes vivirás con menos sueldo o sin sueldo si te adelantaron todo, así que deberás ajustar mucho tus gastos posteriormente. Pide solo lo necesario y planifica cómo te ajustarás hasta la próxima nómina.

Solicitar dinero de forma confiable con Cofidis 

Algunos de los productos estrella de Cofidis son el crédito directo y el préstamo personal, que te permiten obtener dinero cuando lo necesites. A diferencia de otras opciones improvisadas, en Cofidis encontrarás condiciones claras y el respaldo de una entidad regulada.

Crédito Directo de Cofidis 

El crédito directo de Cofidis es una solución rápida y sencilla para cuando necesitas una cantidad moderada de dinero con pocos trámites. En una solicitud 100 % online puedes obtener desde unos cientos de euros hasta varios miles, dependiendo de tus necesidades. A diferencia de los préstamos exprés informales, Cofidis ofrece transparencia en las condiciones: sabrás de antemano los intereses y comisiones aplicables.

Para aprovechar al máximo esta modalidad de crédito, conviene ser precavido:

  • Revisa las condiciones: Aunque Cofidis ofrece condiciones claras, revisa siempre las tasas de interés y las posibles comisiones por retraso. Así evitarás sorpresas y sabrás exactamente cuánto cuesta tu crédito.
  • Pide solo lo necesario: Solicita la cantidad justa para tus necesidades. Cada euro extra eleva el coste final, así que evita pedir “por si acaso” más de lo que realmente necesitas.
  • Planifica el pago: Destina el próximo ingreso o salario a devolver el crédito lo antes posible. Al tener plazos cortos, es importante ser disciplinado para saldar la deuda sin alargarla.

Préstamo Personal de Cofidis 

El préstamo personal de Cofidis es la opción ideal si necesitas una suma mayor o un plazo de devolución más amplio. Con este producto puedes financiar gastos grandes (como reformas, estudios o la compra de un coche) sin tener que recurrir a entidades tradicionales. A diferencia de los préstamos rápidos, los plazos pueden extenderse a varios años, lo que permite cuotas mensuales más asequibles.

Por tratarse de un crédito de una institución consolidada, disfrutarás de ventajas como:

  • Intereses más bajos: En general, el coste total es inferior al de un préstamo exprés, ya que dispones de más tiempo para devolver el dinero y las condiciones suelen ser más ventajosas.
  • Seguridad y profesionalidad: Al tramitarlo con Cofidis, tratas con una entidad regulada (como cualquier banco). Esto aporta confianza y te protege ante cualquier imprevisto.
  • Proceso a tu ritmo: Aunque la aprobación puede requerir verificar tus ingresos o historial crediticio, sigue siendo un trámite online. Solo llevará unos días resolverlo, lo cual es razonable para necesidades a medio o largo plazo.

Ten en cuenta que, como con cualquier crédito, Cofidis evaluará tus ingresos y situación financiera. Aun así, la entidad procura que el proceso sea lo más accesible posible, adaptándose a clientes que buscan rapidez sin renunciar a claridad en las condiciones.

Uso de tarjetas de crédito 

Si dispones de una tarjeta de crédito, quizás pienses en usarla para pagar la urgencia económica. De hecho, muchas personas recurren a la tarjeta cuando no tienen liquidez, porque permite diferir el pago. Usar la tarjeta puede sacarte del apuro puntual, pero ten mucho cuidado: al final, la deuda de la tarjeta también hay que pagarla y los intereses pueden ser elevados (un 20 % TAE o más).

Algunas tarjetas permiten financiar compras en varios meses sin intereses o con ofertas si son acuerdos con ciertos establecimientos. Pero en general, lo que suele ocurrir es que muchas personas pagan solo el mínimo mensual de la tarjeta, entrando en una espiral de deuda. Evita a toda costa pagar solo el mínimo, porque podrías acabar pagando el doble o triple del importe original con el tiempo. Las tarjetas pueden ser aliadas o enemigas, dependiendo de cómo las utilices.

Si usas la tarjeta de crédito, hazlo así:

  • Carga en la tarjeta únicamente el importe imprescindible del imprevisto.
  • Planifica pagar la mayor parte (idealmente la totalidad) en la siguiente factura de la tarjeta para evitar intereses. Si no puedes, fija cuotas lo más altas posible.
  • No la uses para otros gastos mientras tengas el saldo pendiente, así no aumentas la bola de nieve de deuda.

Negociar con acreedores o buscar aplazamientos 

Como te explicaremos más abajo, a veces la solución no viene por conseguir dinero extra, sino por ganar tiempo o reducir la presión del pago inmediato. Si el imprevisto es una deuda con alguien, intenta negociar. Te explicamos las diferentes opciones de las que dispones a la hora de negociar:

Aplazamiento o fraccionamiento 

Muchos organismos oficiales permiten fraccionar deudas. Por ejemplo, Hacienda y la Seguridad Social tienen procedimientos para aplazar el pago de ciertas cuotas o impuestos. En general, tendrás que pagar intereses de demora moderados, pero es mejor que un impago o un crédito abusivo.

Refinanciación 

Si el gasto inesperado se suma a otras deudas que ya tienes, puede ser útil hablar con tu banco para una reunificación o refinanciación de deuda. Un préstamo consolidado con una cuota única más baja puede darte margen en meses críticos.

Lo importante es comunicarse y demostrar tu voluntad de pagar. Ignorar la deuda solo agrava el problema, ya que podrían venir recargos, cortes de servicio, acciones legales, etc.

Ayuda de familiares o amigos 

En situaciones de apuro, es válido considerar acudir a familiares o amigos cercanos que puedan prestarte dinero. Esta opción tiene la ventaja de que, si acceden, normalmente no te cobrarán intereses o serán muy bajos, y puedes pactar con ellos plazos más cómodos. Muchas personas han salido de un apuro gracias a la familia.

No obstante, gestiona esta alternativa con mucho tacto. El dinero puede tensionar las relaciones personales, así que:

Ayuda de familiares o amigos
  • Pide solo a alguien de tu máxima confianza y sé completamente transparente sobre por qué necesitas la ayuda y cómo planeas devolverla.
  • Asegúrate de que la persona a quien le vas a pedir dinero puede prestártelo sin que eso merme su capacidad financiera diaria.
  • Firma un documento reconociendo la deuda si es una cantidad importante; esto da seguridad a ambas partes y evita malentendidos.
  • Cumple tu promesa de devolución. No abuses de la bondad de tus seres queridos, porque podrías perjudicar la relación.

Vender objetos o generar ingresos extras 

Una forma de conseguir dinero relativamente rápido es vendiendo cosas que no necesites o buscando ingresos extraordinarios. Seguro que en casa tienes objetos en buen estado que ya no usas. Plataformas de compraventa de segunda mano, como Wallapop o Vinted, te permiten obtener dinero por ellos.

Por último, si tienes alguna habilidad, propiedad o tiempo que puedas monetizar rápidamente, hazlo. Por ejemplo, ofrecer servicios freelance pequeños, hacer horas extra en el trabajo si es posible, o alquilar una habitación libre temporalmente. Todo ingreso extra suma.

Consejos para prevenir futuros gastos imprevistos 

Superar el bache de un gasto inesperado sin ahorros es un gran alivio, pero una vez lo hayas logrado, es importante aprender de la experiencia. Algunos consejos clave para que no te vuelva a pillar el toro:

Crea un fondo de emergencia en cuanto puedas 

Empieza a destinar una parte de tus ingresos al ahorro para imprevistos. Los expertos suelen aconsejar que el fondo de emergencia cubra entre tres y seis meses de gastos básicos de tu hogar. No te asustes por la cifra: si ahora mismo te parece imposible ahorrar tanto, empieza con metas más asequibles. Lo importante es ser constante.

Identifica y elimina gastos hormiga 

Los gastos hormiga son esos pequeños desembolsos diarios que parecen insignificantes (un café, unas monedas en la máquina de refrescos, compras impulsivas en el súper) pero que sumados al mes suponen un monto importante. Se deben evitar estos gastos innecesarios, porque al cabo del año pueden ser varios cientos de euros.

Consulta fuentes oficiales de educación financiera 

Infórmate y aprende sobre la gestión del dinero. Hay organismos que ofrecen guías y consejos para mejorar tus finanzas personales. Por ejemplo, en este blog o en el Portal del Cliente Bancario del Banco de España se publican regularmente artículos con recomendaciones para ahorrar y evitar endeudarse. Cuanto más sepas sobre temas financieros básicos, mejores decisiones tomarás.

Considera seguros u otras protecciones 

Aunque el ahorro es la principal defensa, en algunos casos determinados seguros pueden ayudar. No se trata de contratar seguros innecesarios y gastar de más, pero sí de evaluar tu situación y posibles riesgos. Si te interesa contratar alguno, échale un vistazo a estos consejos para contratar seguros.

Afrontar un gasto imprevisto sin ahorros es una llamada de atención para replantear la forma en que gestionas tus finanzas. Más allá de salir del apuro inmediato, cada paso que tomes puede marcar un antes y un después en tu estabilidad económica. Con algo de planificación y compromiso con el ahorro, es posible transformar una urgencia financiera en el punto de partida hacia una mayor seguridad personal.