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Las 7 mejores alternativas a un plan de pensiones 

Dos ancianos jugando al ajedrez.

Al llegar cierta edad es lógico que empecemos a preocuparnos por nuestro bienestar financiero futuro. Los planes de pensiones parecen la única opción lógica para complementar la -cada vez más escasa- pensión pública, pero lo cierto es que existen otras alternativas de ahorro a largo plazo que debemos estudiar a la hora de sacar el máximo beneficio a nuestra inversión. Descubramos en este artículo cuáles son las mejores alternativas a un plan de pensiones.

Al llegar cierta edad es lógico que empecemos a preocuparnos por nuestro bienestar financiero futuro. Los planes de pensiones parecen la única opción lógica para complementar la -cada vez más escasa- pensión pública, pero lo cierto es que existen otras alternativas de ahorro a largo plazo que debemos estudiar a la hora de sacar el máximo beneficio a nuestra inversión. Descubramos en este artículo cuáles son las mejores alternativas a un plan de pensiones.

¿Recuerdas los móviles Nokia? Durante un tiempo fueron los reyes del mercado pero, de repente, nuevas y mejores opciones les hicieron prácticamente desaparecer. ¿Por qué te contamos esto? Porque algo parecido pasa actualmente con los planes de pensiones, un producto financiero de ahorro a largo plazo cuyas características le hacían imbatible, pero que poco a poco ha ido perdiendo su ventaja frente a otras opciones que permiten obtener más por el dinero invertido.

En la actualidad los planes de pensiones podrían no ser la opción más inteligente para tu dinero

Antes de empezar, conviene tener un poco en cuenta el contexto. Durante décadas, los planes de pensiones se han beneficiado de un atractivo fiscal muy interesante: la posibilidad de desgravarse dinero en la Declaración de la Renta. Sin embargo, con el paso de los años, esta ventaja se ha ido reduciendo paulatinamente. En 2021 la cantidad a deducir se había bajado hasta los 2.000€ anuales y en la Renta 2023 ya solo son 1.500€.

Con una bonificación fiscal tan reducida, los planes de pensiones han perdido atractivo, lo que abre la puerta a las opciones que veremos a continuación a la hora de invertir nuestro dinero a largo plazo para garantizar una jubilación tranquila y sin sobresaltos económicos.

Las 7 alternativas a un plan de pensiones para afrontar tu jubilación con mayor comodidad

Una pareja de jubilados en un banco frente al océano.

Como sabes, el objetivo principal de cualquier ahorro a largo plazo para la jubilación es el de conseguir ahorrar una cifra total suficiente que, combinada con la pensión pública, nos permita vivir de una manera cómoda a la hora de dejar de trabajar. Ten en cuenta que aunque las pensiones se suelen ir actualizando, las subidas a menudo no corresponden con el aumento del coste de vida real, por lo que a efectos prácticos hace que en un futuro cercano sea altamente recomendable contar con una ayuda extra para afrontar cualquier imprevisto que pudiera surgir.

Dicho esto, conozcamos cuáles son las mejores opciones alternativas a los planes de pensiones si quieres poner a trabajar tu dinero a largo plazo.

1. Plan de Previsión Asegurado 

También conocido como PPA, un Plan de Previsión Asegurado es un producto financiero de ahorro a largo plazo disponible para personas desde 18 a 75 años, aunque suelen utilizarse principalmente para alcanzar objetivos de jubilación. Tiene un interés garantizado y además tiene otra gran ventaja ya que actúa como seguro.

Cómo funciona un Plan de Previsión Asegurado para tu jubilación

Para contratar este producto lo más común es realizar una aportación mínima de aproximadamente 600€ (aunque puede ser más alta), a las que se suman las aportaciones anuales, que funcionan igual que en los planes de pensiones, con un límite de 1.500€ por año.

Cada aportación tiene una rentabilidad garantizada propia y establece siempre un plazo inicial que puede variar en función de la edad que tengas al contratarlo entre 1 y 15 años renovables.

Este producto financiero no ofrece liquidez hasta el momento de su vencimiento, por lo que deberás tener en cuenta que durante el tiempo de inversión no podrás tocar el dinero a no ser que pagues penalizaciones. Contratar una PPA tiene, además, una ventaja extra y es que ofrece una cobertura que actúa como seguro de vida, permitiendo designar un beneficiario que recibirá el 101% del valor acumulado a la última fecha de renovación capitalizada al tipo de interés garantizado o, en cristiano, que si algo malo te pasa quien tú decidas recibirá tu dinero e intereses acumulados y un 1% más.

Sin embargo, hay algo más que debemos tener en cuenta de los Planes de Previsión Asegurado. Su política de inversión es muy protectora, por lo que podemos encontrarnos con una rentabilidad baja a la hora de contratar. Si nos interesa este producto como alternativa a los planes de pensiones la mejor opción es valorar el estado actual del mercado, ya que una subida de tipos de interés oficiales puede hacer mucho más atractiva su contratación.

2. Planes Individuales de Ahorro Sistemático 

Los Planes Individuales de Ahorro Sistemático -o PIAS- son otra gran opción a los tradicionales planes de pensiones. Al igual que el PPA, funciona como un seguro de vida que, llegada cierta edad, se cobra en forma de renta vitalicia.

Cómo funcionan las PIAS y cómo te ayudan a jubilarte 

La creación de valor de las PIAS radica en combinar el seguro de vida con los fondos de inversión. Esto le proporciona liquidez inmediata en forma de aportaciones con las que acometer operaciones, aunque el capital rescatado cotizará en el IRPF.

Ofrece distintos niveles de riesgo de inversión dependiendo de los fondos en los que opere, aunque su mayor punto a favor es la fiscalidad en el momento del rescate, ya que si la percibimos cumplidos los 65 años el tratamiento fiscal que recibe la renta vitalicia es muy ventajoso.

Su método de aportes es menos restrictivo a nivel números que otras opciones como los planes de pensiones o los PPAs, ya que su importe máximo anual es de 8.000€, pudiendo llegar hasta los 240.000€ al finalizar el contrato. A nivel permanencia, las PIAS suelen tener una permanencia mínima de 5 años y la condición clave de recuperar ese dinero en forma de renta vitalicia tras la jubilación.

3. Fondos de inversión

Si buscas un poco más de acción a la hora de hacer crecer tu dinero con el paso de los años, abrirte una cartera de fondos de inversión es una de las mejores opciones. Además, al no estar vinculada directamente a tu jubilación, podrás disponer de tu dinero cuando te venga en gana.

Cómo funcionan los fondos de inversión para jubilaciones

Los fondos de inversión son movidos por instituciones de inversión que gestionan el patrimonio de diversas personas y/o entidades con el fin de obtener la mejor rentabilidad. Los hay de renta fija, variable y otras modalidades, lo que permite participar en varios y diversificar así el riesgo de nuestra cartera.

No tiene límites a la hora de invertir, tanto en cifra como en variedad de fondos, aunque se recomienda tener cabeza y diversificar. Tiene una fiscalidad especialmente buena si traspasas el dinero de un fondo a otro y, además, únicamente se paga por los beneficios obtenidos al vender, por lo que resulta sencillo calcular a partir de qué momento resulta buena idea desprenderse de ellos.

Los fondos de inversión son un producto que si bien pueden servir para garantizarte un colchón el día de mañana, no está directamente vinculado con tu jubilación. A efectos prácticos esto significa que podrás disponer de ellos en cualquier momento o aguantarlos una vez pasada tu jubilación y únicamente venderlos cuando los necesites, aprovechando así ese tiempo extra para que el dinero siga trabajando para ti.

Si vas a explorar esta opción para tu futuro, debes saber que lo ideal es ir reduciendo el riesgo de tu cartera a medida que se acerque el final de tu vida laboral, ya que de esta manera protegerás tu ahorro y conseguirás que crezca un poquito más de forma segura.

4. Invertir en Bolsa 

El mundo de las acciones puede parecer de todo menos tranquilo, pero invertir a largo plazo en ciertas participaciones puede suponer la diferencia entre una jubilación plácida o ajustada a nivel financiero. Su funcionamiento es un poco similar al de los fondos de inversión, aunque con algunos matices…

Cómo funcionan las inversiones en Bolsa para una mejor jubilación

La enorme cantidad de acciones y características de cada una puede hacer que el aterrizaje en este mundo pueda parecer complicado, pero si nuestra misión es lograr estabilidad a largo plazo el camino a seguir es hacerse con una cartera diversificada que aborde distintas estrategias.

Llegados a este punto, es recomendable que busques opciones solventes que sientas que encajan con tu forma de invertir y vivir tus finanzas. Las hay que realizan pagos periódicos de dividendos, otras sometidas a la revalorización y que exigirán un mayor control para hallar el mejor momento de venta…y todo esto sin contar los diferentes mercados y sectores. Las posibilidades son infinitas y, con ellas, las opciones de que encuentres acciones que se adapten a ti.

Como ya habrás imaginado -y al igual que pasa con los fondos- puedes mantenerlas el tiempo que quieras y el pago de impuestos siempre se realizará tras su venta. Si decides iniciarte en el mundo de la inversión, existen múltiples brókers que pueden ayudarte a hacer crecer tu dinero a largo plazo con estrategias conservadoras por una baja comisión. Eso sí, en ese caso busca siempre que esté regulado para que cuentes con las máximas garantías.

5. Comprar deuda pública 

Si las acciones o los fondos no son lo tuyo, existe una forma más segura y que últimamente está muy de moda gracias a la tendencia alcista de los tipos de interés: las Letras del Tesoro y otras formas de compra de deuda pública.

Cómo funciona la compra de deuda pública

Para comprar deuda pública puedes hacerlo dirigiéndote a una sucursal del Banco de España, en tu entidad bancaria habitual o a través de la web del Tesoro Público. Su periodo de compra se abre durante un determinado tiempo en el que podrás hacerte con diferentes opciones cuyos vencimientos pueden oscilar entre los 3 meses y el año.

Al contar con la garantía del Estado, son una inversión muy segura que, además, cobra muy pocas comisiones. Eso sí, su mayor o menor rentabilidad está atada a los tipos de interés, por lo que si estos están bajos no son una opción de inversión muy interesante.

Si te interesa esta opción, te recomendamos que estés mínimamente al día de los vencimientos de deuda comprada y de las subastas siguiendo este blog, así como de los nuevos plazos y rentabilidad que puedan ir saliendo nuevos. Y, si crees que es un buen momento para invertir en este tipo de productos, descubre más acerca de la estrategia de escalera para comprar deuda pública.

6. Inversiones en el sector inmobiliario

La inversión en activos inmobiliarios es una excelente manera de hacer crecer nuestro dinero a largo plazo. A día de hoy no exige de un gran presupuesto y su multitud de opciones y solidez del mercado la afianzan como una alternativa muy a tener en cuenta si contamos con segundas residencias, locales o incluso plazas de aparcamiento. De hecho, es común entre mucha gente que una vez pagada la primera vivienda, se invierta en una segunda para reformarla y ponerla en alquiler.

Cómo funcionan las inversiones en el sector inmobiliario 

Aquí existen dos grandes opciones: hacernos con el inmueble nosotros por nuestra cuenta o comprar participaciones. Los pros y contras de la primera opción son muy claros, pero la que quizá no se conoce tanto es la segunda. Para ello existen plataformas donde comprar de forma conjunta una vivienda para su posterior alquiler. Las rentas mensuales generadas son repartidas de forma proporcional entre los inversores. En otras palabras, es como comprar un porcentaje de un piso de alquiler y cobrar por su alquiler sin tener que preocuparte de nada más que de cobrar.

7. Carteras diversificadas de acciones y bonos 

Hemos visto las ventajas -y riesgos- de las acciones y la seguridad de los bonos. ¿Por qué no combinarlas? En las carteras diversificadas, la garantía que ofrece la compra de deuda pública sirve de escudo o defensa por si el escenario económico no es el mejor, mientras que la adquisición de acciones ataca opciones con mayor riesgo para maximizar el beneficio si la cosa va bien. Una estrategia mixta que funciona excelentemente a la hora de hacer trabajar a nuestro dinero.

Cómo funcionan las carteras diversificadas 

Las opciones en las que invertir son muchas, pero todas suelen arrancar bajo el patrón 60/40. Durante el tiempo previo a la jubilación este reparto se distribuye en mayor parte sobre acciones de bolsa y el 40% restante en deuda. Conforme se acerca el momento, el reparto se invierte y sigue creciendo hasta que la deuda pública alcanza el 70-80% del peso de la cartera, ofreciéndonos la mayor seguridad en el momento de la vida que más lo necesitamos.

¿Y qué pasa con el Unit Linked? 

Pueden sonar a algo nuevo, pero lo cierto es que los Unit Linked llevan con nosotros un tiempo y si no lo conoces es completamente normal. Se trata de un producto muy parecido a los PPAs y PIAS ya que también tiene forma de seguro de vida, pero las condiciones son mucho peores en los Unit Linked. El riesgo es variable, la rentabilidad no está garantizada… Sin duda, una opción mucho menos atractiva para hacer crecer nuestro dinero, al menos en la actualidad.

Sigue descubriendo más formas y consejos acerca de cómo invertir y gestionar tu dinero de una forma fácil y eficaz.

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