Afrontar la jubilación puede convertirse en todo un reto, especialmente en el ámbito financiero. Dejar de trabajar para recibir una pensión puede suponer un fuerte cambio en los ingresos y, por tanto, en el bienestar. Para ayudar en estos casos o en aquellos donde simplemente una persona no quiere dejar de trabajar, existen fórmulas como la Jubilación Activa, una modalidad surgida en 2013 y a la que cada vez se acogen más personas. Por si aún no la conoces o tienes alguna duda, vamos a ver en profundidad en qué consiste.
¿Qué es exactamente la jubilación activa y quién puede acogerse a ella?
La jubilación activa es un régimen que permite a los trabajadores seguir trabajando una vez cumplida su edad legal de jubilación. La principal ventaja que ofrece es la posibilidad de aumentar el volumen total de ingresos al cobrar mensualmente:
- El sueldo
- Un 50 % de la pensión
Hay que destacar que la jubilación activa no establece un límite de horas a trabajar, por lo que es compatible con trabajos tanto a tiempo parcial como a jornada completa. Eso sí, en cualquiera de los casos, el porcentaje de pensión a recibir es del 50 %… aunque existen algunas excepciones muy concretas que permiten elevar este porcentaje.
Cambios recientes para incluir a los autónomos
La jubilación activa ha ido modificando poco a poco sus condiciones para convertirse en una herramienta más atractiva y accesible para el global de la población. Estas mejoras han hecho foco en ofrecer coberturas también a los autónomos, quienes cuentan con bonificaciones específicas que pueden resultar de lo más interesantes.
Los requisitos básicos para acogerse a la jubilación activa
Más allá de las diferencias que hay entre trabajadores y autónomos a la hora de beneficiarse de esta modalidad, sí que existen unos requisitos generales que cualquier persona debe cumplir para poder optar a ella.
- Edad de jubilación: La persona deberá haber alcanzado la edad legal de jubilación. Cabe recordar que esta, en la actualidad, es de 65 años, pero irá aumentando progresivamente hasta llegar a los 67 en 2027. Importante: Este régimen no es compatible con la jubilación anticipada.
- Cotización: Es necesario haber cotizado los años necesarios para recibir el total de la pensión (lo que se conoce como el 100 % de la base reguladora).
- Compatibilidad con el trabajo: Ya se realice a tiempo parcial o a jornada completa, el trabajo elegido deberá poder adaptarse a las eventuales nuevas necesidades de la persona.
Las diferencias entre la jubilación activa para trabajadores y autónomos
Aunque el marco que ofrece la jubilación activa es común tanto para autónomos como para trabajadores, existen pequeños cambios a la hora de cotizar o percibir esta prestación en cada uno de los casos.
Cómo funciona en el caso de los autónomos
Tal y como hemos comentado, los autónomos pueden acogerse a la jubilación activa, lo que les permite seguir cobrando por su actividad profesional y, a la vez, percibir un 50 % de su pensión. Sin embargo, hay una excepción muy interesante para los autónomos societarios. Aquellos que cuenten con personal a su cargo puedan recibir el 100 % de la pensión juntamente con los ingresos derivados de su trabajo, mejorando sensiblemente la cantidad total a percibir.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es la cuota de autónomos. Durante el tiempo que dure la jubilación activa es necesario seguir cotizando a la Seguridad Social, aunque no al completo. En este caso se eliminan pagos destinados a contingencias como pueden ser el desempleo y formación profesional, ya que se entiende que el trabajador no va a hacer uso de ellas. Pero no todas las partidas desaparecen. Sí se mantienen las orientadas a cubrir una incapacidad temporal y contingencias profesionales. El resultado es una importante reducción en la cuota mensual de autónomos, que pasa a ser la mínima, sin que ello signifique perder ninguna de las coberturas relevantes que atañen al autónomo.
La jubilación activa para trabajadores por cuenta ajena
A nivel general, las condiciones son las mismas: el trabajador puede realizar una jornada completa o a tiempo parcial y, a la vez, percibir el 50 % de la prestación por jubilación. En este caso, a diferencia de los autónomos, no existen escenarios específicos que permitan aumentar el porcentaje a cobrar.
La cotización también es un punto clave en el caso de los trabajadores por cuenta ajena. Aquí también es necesario que se siga aportando a la Seguridad Social, aunque también se eliminan ciertos motivos de cotización como el desempleo y la formación profesional. A nivel práctico, estos pagos los realiza la empresa en nombre del trabajador, lo que supone una menor carga impositiva para la empresa. Para el trabajador también es una ventaja debido a que esta reducción supone un menor mordisco a su nómina, lo que se traduce en un ingreso algo superior al que percibía cuando no estaba en edad de jubilación.
Cómo solicitar la jubilación activa
El proceso de solicitud para trabajar en esta modalidad puede realizarse tanto a través de la Sede Electrónica del INSS (Instituto Nacional de la Seguridad Social) o bien de forma presencial en alguna de sus sedes. En el primer caso será necesario contar con credenciales de acceso tales como un certificado digital o una Cl@ve PIN, mientras que si queremos realizar el trámite en persona se deberá solicitar cita previa, algo que puede hacerse desde el portal de cita previa para prestaciones y otras gestiones de la Seguridad Social.
A nivel documentación, para solicitar la jubilación activa se necesita:
- DNI o NIE
- Formulario de solicitud
- Resolución de la pensión de jubilación
- Certificado de conformidad de empresa (en el caso de los trabajadores)
Una vez presentados todos los papeles solo queda esperar a que la Seguridad Social dé el OK. Cabe destacar que la jubilación activa no puede ser denegada, siempre y cuando se cumplan con todos los requisitos y documentación.
Las ventajas, desventajas y alternativas de la jubilación activa
Antes de lanzarse a solicitarla, conviene saber cuáles son los pros y contras que ofrece trabajar bajo este tipo de régimen y cómo esto puede afectar tanto a corto como a largo plazo.
Ventajas
- Estabilidad económica: La combinación de los ingresos provenientes del trabajo y la pensión hace que la persona ingrese más dinero y, por tanto, disfrute de una mayor comodidad financiera.
- Menor cotización: Al tributar por menos contingencias, se reducen las cuotas a pagar a la Seguridad Social, lo que supone una menor carga impositiva y, por tanto, un mayor rendimiento de los ingresos.
- Mantener una vida activa: Es una solución perfecta para todas aquellas personas que aún se sienten con ánimos de seguir trabajando y prefieren aplazar su retiro un poco más.
- Pagar la cuota de autónomos mínima: Los autónomos que se acojan a esta modalidad deben seguir pagando la cuota de autónomos, pero esta puede ser la mínima independientemente de los ingresos. Recordamos que en 2024 esta es de 230,15 € y en 2025 bajará hasta los 200 €. Esta rebaja no excluye el pago del IVA y otros tributos derivados de los ingresos.
Desventajas
- Pensión reducida: A pesar de ya estar en edad de jubilación, al seguir trabajando la pensión a percibir es sensiblemente inferior. En concreto, la reducción es del 50 % salvo en contadas excepciones.
- Impuestos: Aunque a un nivel menor, los ingresos recibidos por el trabajo (es decir, el sueldo o los cobros) siguen estando sujetos a las obligaciones fiscales.
- Doble fuente de ingresos: La jubilación activa permite cobrar tanto del trabajo como de la pensión, lo que supone una doble fuente de ingresos. Esto tiene un impacto directo en la Declaración de la Renta, ya que tener una carga fiscal más alta puede hacer que la persona se sitúe en un tramo impositivo superior y, por tanto, deba aumentar el porcentaje de impuestos a pagar al declarar el IRPF.
- No cotiza para la jubilación: Como hemos visto, al entrar en este régimen de trabajo se reducen ciertas cotizaciones. Una de las más importantes es la de jubilación, lo que significa que los impuestos que paguemos por rendimientos de trabajo no generarán un aumento en la pensión de jubilación futura. Por eso se dice que las cotizaciones en la modalidad de jubilación activa son un coste sin retorno directo, ya que difícilmente haremos uso de ellas.
Las alternativas a la jubilación activa a las que puedes acogerte
La jubilación activa no es la única solución para aquellas personas que quieran simultanear el trabajo con el cobro de la pensión o estirar un poco más su vida laboral. Veamos cuáles son las principales alternativas que existen:
Jubilación flexible
Esta modalidad permite combinar un trabajo a tiempo parcial con el ingreso de una parte de la pensión. El tiempo de trabajo debe oscilar entre un 50 y un 75 % de una jornada laboral completa, lo que determinará el porcentaje de pensión a cobrar (es decir, entre un 50 y un 25 %).
Jubilación demorada
Esta opción se basa en retrasar el cobro de la pensión durante un tiempo mientras se sigue trabajando. La característica más interesante de este régimen es que sí que permite seguir tributando para la jubilación futura, lo que puede suponer un aumento en las cantidades a percibir. Descubre cómo funciona la jubilación demorada en este blog.
Nuestras recomendaciones a la hora de acogerse a la jubilación activa
Como hemos visto, la jubilación activa es una opción a tener en cuenta para todas aquellas personas que o bien no quieren retirarse aún o necesitan complementar sus ingresos debido a la baja cuantía de su pensión. En general, se trata de una opción flexible y beneficiosa a nivel dinero, pero hay que evaluar con detenimiento cada situación particular y cómo esta modalidad puede afectar en el futuro.
En este sentido, es esencial realizar una planificación fiscal antes de optar a ella. Aquí lo más importante es fijarse en si al unir a los dos pagadores se aumenta el tramo impositivo y, si es el caso, cuánto de más supone este cambio. Es vital comprobar esto ya que aunque en primera instancia parezca que vamos a cobrar más dinero, la Declaración de la Renta podría echar por tierra el beneficio previsto. Así pues, conviene calcular cuál es el aumento en impuestos antes de solicitar nada y ponderar si el aumento vale la pena a un año vista.
Para contar con una ayuda extra llegada esta edad es recomendable preparar la jubilación más allá de la pensión, lo que supone ahorrar e invertir en planes de pensiones y otros productos financieros. No dudes en echarles un ojo, ya que en un futuro lo agradecerás.
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