Dicho de otra manera, se estableció la posibilidad de solicitar a la empresa que se adaptase la jornada laboral para poder conciliar trabajo y familia o vida laboral y vida familiar. Pero ojo, es un derecho solicitarlo, pero no un derecho absoluto que te permita exigir el cambio, pues la empresa puede negarse si tiene razones para ello.
Por lo tanto, lo que tenemos los trabajadores es un derecho a sentar a la mesa a la empresa para poder negociar la conciliación y a que tenga que justificar la posible negativa, si la hubiera.
Vamos, que los trabajadores podemos reducir jornada o adaptarla para poder conciliar. Y eso nos obliga a conocer bien ambas opciones para poder decidir la que mejor se adapte a nuestras necesidades o intereses.
Condiciones a cumplir antes de negociar
Para poder negociar cambios en la situación laboral debemos estar en situación personal de guardia legal o cuidado de un menor de doce años, a otros familiares de hasta segundo grado (hijos, abuelos, padres o hermanos) o de una persona dependiente mayor.
A partir de uno de estos dos casos, podemos defender nuestro derecho a reducir la jornada laboral en un mínimo de un octavo y un máximo de la mitad, con una bajada proporcional del salario.
Pero también podemos negociar la adaptación de la jornada laboral en su duración, distribución u ordenación del tiempo de trabajo, contemplándose también la modalidad de trabajo a distancia para el caso de menores en guardia legal o custodia.
Por resumir lo dicho hasta ahora, la reducción sí es un derecho absoluto que podemos exigir, pero la adaptación es un derecho que podemos solicitar y negociar. Nos lo pueden dar o no, pero siempre habrán de justificar la respuesta negativa.
Si hablamos de reducción de jornada…
Obtener la reducción de jornada sólo exige que se cumplan los requisitos e implica un ajuste de los emolumentos en proporción. Eso sí, las bases de cotización se mantienen como si se trabajase la jornada completa y conviene recordar, nunca está de más, que una reducción de jornada te protege frente al despido.
El empleado puede elegir el horario de trabajo, pero siempre dentro de los horarios de apertura y cierre de la empresa para no afectar negativamente a su actividad.
Hay que presentar la solicitud con un mínimo de 15 días y en ella debe aparecer el número de horas que se quieren hacer y el horario. Solo tendrá validez si la firma la empresa.
Si hablamos de adaptación de jornada…
Si tu jornada se adapta no haces menos horas, por lo que tu salario no se ve modificado. Sin embargo, la empresa no está obligada a concederte esta modificación, solo a justificar los motivos por los que te la deniega y a proponerte una alternativa. Por lógica, al ser una negociación, no podrás elegir la modificación que tú quieres, solo proponerla.
Para solicitar una adaptación tendrás que hacer una petición formal si el convenio colectivo no la contempla. Siempre es mejor entregarla por escrito y justificar bien los motivos. Después, hay que esperar un máximo de 30 días para tener una respuesta. Si ésta es negativa, recibirás una justificación y una alternativa.
Si no hay respuesta, tienes derecho a demandar a la empresa y reclamar una indemnización por daños y perjuicios.
No olvides que, si las circunstancias que te llevan a solicitar la adaptación se superan (el hijo cumple doce años, por ejemplo, y no hay otras circunstancias o necesidades especiales) puedes volver a solicitar tu antiguo horario.
¿Qué adaptación de jornada laboral puedo solicitar?
En principio no hay más límite que el que tenga la actividad del centro de trabajo en cuanto a horarios de apertura y cierre o el de otros compañeros, las funciones del trabajador y las necesidades de la empresa.
Sí se puede solicitar el cambio de un centro de trabajo o el teletrabajo, pero en los casos en los que sea posible.
¿Qué podrían argumentar para negarse?
Hay muchas razones por las que tu empresa puede negarse a darte el horario solicitado. Por ejemplo, porque no encuentra sustituto, que hay muchas solicitudes para ese mismo derecho o que la función es de importancia estratégica tal que no es sustituible.
Por lo tanto, la respuesta a la pregunta: ¿mejor reducir o adaptar jornada? depende de si mantener el salario es importante. Si lo es, adaptar jornada es mejor que reducirla porque se cobra lo mismo. Eso sí, ante un despido está más protegido quien reduce jornada que quien la adapta.
Hasta aquí un resumen de lo que puede suponer adaptar o reducir la jornada para conciliar la vida familiar y la laboral. esperamos que te hay resultado de utilidad.
Sigue leyendo más en Personal en nuestro apartado En Proyectos.
