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Los 3 grandes consejos para pedir una subida de sueldo

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19min.
Los 3 grandes consejos para pedir una subida de sueldo

Pedir una subida de sueldo no es algo fácil. Los nervios, encontrar el momento o el miedo al temido “no”, entre otros motivos, pueden jugarnos a la contra. La mejor forma de evitar todo esto y obtener el querido “sí” es preparar bien la petición.

Los datos son como el algodón: no engañan. Y si nos ceñimos a ellos, más de un cuarto de los trabajadores españoles espera que le suban la nómina. Y sí, hemos dicho espera. Por suerte, del total, el 16 % tiene pensado pedir una subida de sueldo durante este año. Para ayudarlos tanto a ellos como a los de años venideros, hablemos de cómo afrontar este momento tan necesario como incómodo en la vida de todo trabajador.

3 estrategias y consejos para tener éxito al pedir una subida de sueldo

Por un aumento en el volumen de trabajo, por llevar varios años al servicio de la empresa, por las responsabilidades que desarrollamos, por un cambio en el horario de trabajo… Aunque existen mil y un motivos para solicitar un aumento de sueldo, todas acaban igual: con una charla con el jefe o superior. No vamos a mentir, no es un momento agradable para nadie, pero como profesionales lo más normal es que tengamos que abordar este tipo de conversaciones más de una vez a lo largo de la vida laboral, por lo que es mejor estar preparados y saber cómo encararlas, ya que la diferencia entre el “no” y el “sí” puede depender de ello. ¡Pongámonos manos a la obra!

1. Prepara tu discurso para justificar la subida

Afrontar una solicitud de subida de sueldo no debe ser nunca un salto al vacío. Para aumentar las posibilidades de éxito conviene preparar bien todos los argumentos que hablen a nuestro favor: puntos fuertes, labores desarrolladas, logros y méritos, esfuerzos extra realizados, etc. Evidentemente, si disponemos de datos o resultados que nos avalen mejor que mejor.

No es suficiente con apuntar todo esto en un papel. Debemos memorizarlo todo e integrarlo en un relato que acompañe a nuestra petición. No es necesario que sea muy complejo. De hecho, cuánto más claro, mejor. Algo así como: “Hola y gracias por recibirme. Llevo X años trabajando aquí desarrollando X tareas. Durante este tiempo, junto al equipo, he podido alcanzar diversos objetivos como estos. Por todo ello vería justo un aumento de mi sueldo en X cantidad”. El siguiente paso, todavía antes de reunirnos, es aprender este discurso. Interiorizarlo hasta que lo dominemos y nos sintamos cómodos al usarlo.Todo este proceso ayuda a ir más preparados, lo que reduce parte de los miedos y nerviosismo que podamos tener.

No te compares con otros compañeros 

Al entrar a una reunión de subida de sueldo debemos dejar de lado comparaciones con otras personas de la empresa. Aunque seguro que son ciertos, los “Trabajo más que Pedro”, “cobro mucho menos que Paco” o “a Juan le se le ha subido el sueldo y a mi no” no nos van a ayudar. Aunque parezca que pueden ser la forma perfecta de dar contexto al interlocutor y, a la vez, servir como argumento de peso, este tipo de comentarios no suelen ser muy bien recibidos por los empleadores.

Por lo general, la empresa ya es consciente de las diferencias que puedan existir tanto en el sueldo como en los rendimientos de sus trabajadores, por lo que seguramente no les estemos diciendo nada nuevo. Lo que sí transmitimos es una competitividad mal enfocada, ya que en lugar del trabajo parecemos más preocupados en qué hacen los demás.

La opción correcta de enfocar las subidas de sueldo, por tanto, no es haciendo comparaciones, sino centrarse en uno mismo, en nuestro desempeño, en nuestra visión a corto y largo plazo dentro de la empresa y, por supuesto, nuestra estimación de emolumentos.

Habla de tus proyectos, si es necesario 

Puede que el aumento de sueldo esté vinculado con la llegada de un hijo o la concesión de una hipoteca. Añadir este tipo de detalles al hablar sobre nosotros no solo nos humanizan, sino que también pueden decantar la balanza. Quizá sea por el compromiso que se obtiene a través de la necesidad de afrontar pagos de los trabajadores o simplemente porque información así ablanda un poco el corazón, pero sin duda es un as bajo la manga que podrías querer utilizar si es el caso.

Usa el momento de la empresa a tu favor

Las empresas pueden ir bien, mal o regular. No hace falta decir que las dos últimas son un mal momento para solicitar nada ya que sería pólvora mojada. Sin embargo, la cosa cambia si el contexto económico es favorable, ya que es más probable que la empresa pueda abordar este tipo de operaciones.

Evidentemente hay algunos consejos aquí. No cualquier momento de bonanza vale. Un buen mes o una temporada fuerte en un trabajo estacional pueden no ser apoyo suficiente para una subida de sueldo. En cambio, un año bueno es otra historia.

Para que esta técnica surta efecto no debe emplearse como contrapartida, es decir “como la empresa va bien merezco una subida”. Lo más sensato es introducirlo en nuestro relato y ser partícipes del éxito. Algo así como:

“Ha sido todo un desafío este último año. Pero a pesar del estrés/horas/dolores de cabeza es un gusto comprobar que todo el trabajo realizado por el equipo y el resto de compañeros ha dado sus frutos. Por eso, y con el objetivo de seguir altamente motivado frente a futuros retos, me gustaría solicitar…”

Plantéate asumir más responsabilidades en tu trabajo 

En entornos corporativos, mostrar ambición puede ser un valor cotizado. Pero si hablamos de subidas de sueldo, si esta ambición es solo monetaria puede jugarnos a la contra. Acompañar la solicitud con un mayor compromiso laboral suele dar mejores resultados ya que este tipo de propuestas subrayan la responsabilidad del trabajador, así como demuestran que no se busca un aumento porque sí, sino que existe una contrapartida. Esto cambia un poco las cosas para la empresa, ya que se perciben no tanto como una demanda a satisfacer, sino más como un win-win.

Plantéate asumir más responsabilidades en tu trabajo

Cuando hablamos de asumir más responsabilidades no hablamos solo de ocupar cargos superiores. Estos es más que probable que ya estén ocupados y hagan que nuestra propuesta de subida caiga en saco roto. Sin embargo, seguro que hay un montón de tareas concretas (y algunas de ellas sencillísimas) que mejorarían el día a día de tu empresa: prestar apoyo a un compañero o departamento, mantener ordenado el almacén o limpias las cocinas, reponer suministros o material de oficina o gestionar servicios de terceros como puede ser la limpieza pueden ser algunas opciones, pero no hay mejor forma de hallar la labor perfecta que prestar atención a las necesidades o problemas que tanto tú como el resto de compañeros tenéis y tratar de proponer una solución.

Anticípate a posibles preguntas y frenos 

Como es de esperar, la mayoría de empresas no van a ponerlo fácil a la hora de discutir una subida. Para ello utilizan todo tipo de argumentos que, reales o no, debemos escuchar y tratar de rebatir con educación y respeto tanto hacia otros compañeros y cargos superiores, como a procedimientos de la empresa. No se trata de hablar mal de nadie, sino de proponer soluciones.

Aquí será clave también analizar la situación que te rodea, tanto a nivel departamental como en general. ¿Otras personas también pueden estar haciendo méritos? Conocer nuestros puntos fuertes y débiles puede ser vital a la hora de abordar este tipo de temas.

Por último, y aunque resulte obvio, recuerda no mentir o inventar información por mero desconocimiento o con un fin partidista. Si no conoces el dato es mejor decir “lo miro al salir y os doy la respuesta” antes que sacarnos de la chistera algo. No obstante, si el dato era relevante deberíamos habernos anticipado y no solo conocerlo, sino también rebatirlo en caso de ser negativo.

¿Qué decir para no decir “NO”?

También hay que prepararse ante propuestas que no nos gustan, algo quizá más complicado. El drama aquí radica en cómo dar respuesta sin ser tajantes y sin perder la cordialidad. El secreto se halla en el lenguaje. Te dejamos algunas fórmulas que pueden ayudarte a cambiar el escenario en un momento crítico:

· “Quizá estaría bien encontrar un punto medio entre lo que hablamos” 

· “Creo que mi valía profesional ha aumentado desde entonces, entre otras cosas porque…” 

· “Por lo que he podido ver en otras empresas similares…” 

· “Me sentiría mejor/más valorado con…”

2. Ponle un número a esa subida

No hay nada peor que sentarte frente al jefe y no saber qué pedir exactamente. Ir a verlas venir no solo deja una pésima imagen de nosotros como trabajadores, sino que es la forma más sencilla de obtener una negativa o, peor aún, una subida que parecerá ridícula con el paso de los días.

Evitar este problema es bastante fácil. Solo hace falta un poco de preparación y, como mucho, una calculadora. Veámos cómo poner cifra a esa subida.

Analiza otros sueldos 

Puede que estés por debajo o puede que estés por arriba de otros sueldos y tú simplemente no lo sepas. Aunque es un dato sensible que no todo el mundo está dispuesto a compartir, sin duda es de ayuda saber cuánto cobran los compañeros de trabajo. Especialmente aquellos con el mismo rango o cargo que nosotros, ya que nos permite comparar y empezar a ver si merece la pena solicitar el aumento o de qué cantidad debería ser.

Otro dato útil puede ser cuál es tu sueldo en otras empresas del sector. Gracias a las plataformas de empleo no suele ser difícil encontrar ofertas para puestos similares en las que muestran el sueldo. En la mayoría de los casos no se trata de un dato que podamos usar como fuente 100 % fiable, pero sirve como valor de referencia, especialmente si no logras conocer ningún sueldo de tu empresa.

“Las subidas de sueldo son de entre un 3 y un 5 % de media”

Básate en la estadística 

Según datos de diversos estudios, las subidas de sueldo son, de media, de entre un 3 y un 5 % respecto al sueldo ya percibido. ¿Por qué te decimos esto? Porque no es realista esperar un aumento de un 25 o un 50 %. Es algo que la empresa no va a conceder y saberlo nos ayuda a conocer hasta dónde podemos soñar.

Veámoslo en números:

Sueldo anual bruto

Aumento 3 %

Aumento 5 %

16.576 €

17.073 €

17.404 €

28.050 €

28.891 €

29.452 €

45.000 €

46.350 €

47.250 €

Establece un máximo, pero también un mínimo 

Cualquier negociación es un toma y daca entre una parte que mira al alza y la otra que lo hace a la baja. Y lo más común es que se encuentren en un punto -más o menos- medio. Eso quiere decir que, al final, ninguno de los dos alcanza su objetivo inicial, sino que trata de acercarse a él lo máximo posible. Precisamente por esto no es buena idea afrontar una solicitud de subida con una única cifra en mente, ya que cualquier variación que plantee la empresa nos puede hacer titubear.

Para sortear este tipo de problemas a la hora de negociar una mejora de nuestro sueldo es esencial acudir con una cifra máxima y una mínima en mente. Estas, claro está, deben basarse en la realidad de la empresa y cargo, así como tomar como referencia otros sueldos de la industria para que nuestra propuesta se sitúe dentro de los márgenes establecidos y no resulte descabellada.

Esta práctica tiene una ventaja añadida a nivel psicológico, y es que es más probable que salgas con buenas sensaciones al terminar la reunión. Si solo acudimos con una cifra en mente, las posibilidades de salir decepcionados son altas. En cambio, si hacemos lo mismo con unos límites es mucho más probable que la subida se sitúe entre ellos, lo que será considerado todo un éxito.

Esta práctica tiene una ventaja añadida: evita la típica pregunta de “¿me lo habrán subido demasiado poco?”. Al fijar nuestros límites, se sobreentiende que, aunque podría ser mejor, alcanzar los mínimos debería ser un aumento suficiente. Si solo acudimos con una cifra en mente, las posibilidades de salir decepcionados son altas. En cambio, si hacemos lo mismo con unos límites es mucho mucho más probable que salgamos satisfechos con el resultado.

Piensa en bruto 

Cuando pensamos en sueldo nos viene a la mente esa cifra que se ingresa cada mes en nuestra cuenta. Pero el sueldo puede verse de muchas formas además de en neto. De hecho, las empresas trabajan con los sueldos en bruto, que como seguro sabes son más altos debido a los impuestos que se pagan en nuestro nombre. Conocer cuál es nuestro sueldo actual en bruto y cuál es nuestro objetivo nos ayudará a hablar en el mismo idioma a la hora de solicitar un aumento, ya que de lo contrario el baile de números puede llevarnos a aceptar una propuesta nada conveniente.

Marcar nuestros objetivos de aumento en bruto también tiene otra ventaja: realizar un mejor cálculo. Hay que tener en cuenta que cuánto mayor sea nuestro sueldo, más altos serán los impuestos que tenemos que pagar como trabajadores. Eso, en la práctica, significa que si has conseguido un aumento de 100 € al mes en la práctica recibirás menos. ¿Cuánto? Pues dependerá del total del sueldo que cobres, la categoría que ejerzas, si tienes hijos o no, etc.

Tampoco es mala idea que tengas bajo control las cifras anuales, ya que al hablar de negociar sueldos las empresas no suelen hacerlo en términos mensuales, sino que prefieren contabilizar el año completo para conocer cuál es el gasto total que reportará a la empresa. Si quieres empezar a hacer cálculos, una herramienta que puede ayudarte es la calculadora de sueldos, ya que con cuatro datos podrás empezar a hacer simulaciones bastante precisas.

No todo se trata de ganar más dinero 

Si pensamos en aumento nos viene a la cabeza un ingreso mensual algo mayor, pero lo cierto es que hay muchas formas de mejorar en el trabajo. Disponer de una mayor flexibilidad horaria, tener más vacaciones o poder teletrabajar durante más días pueden ser factores que entren en la negociación. Lo mismo pasa con la posibilidad de que la empresa nos financie algún tipo de formación especializada, nos ofrezca participaciones u otro tipo de compensaciones.

Es importante no solo tener esto en mente, sino también conocer más o menos cuáles podríamos llegar a aceptar en caso de que se dé una contrapropuesta.

3. Deja de esperar y concreta una reunión para hablar del tema

Si alguna vez has buscado el mejor momento para solicitar una subida de sueldo seguro que te habrás dado cuenta de que no existe. Ya sea por lo liados que vivimos, por el estrés en el que suelen vivir las oficinas o por lo nervios que tenemos ese momento nunca llega y la decisión se va posponiendo poco a poco.

Usar la espontaneidad y tratar de coger al jefe con la guardia baja pueden parecer buenas ideas, pero si nos ponemos en los zapatos del otro podemos ver que quizá no es buena opción. Por muy divertido y casual que se haga, asaltar con estos temas a alguien que está tomando un café, comiendo o va camino del ascensor puede generar rechazo y colocar a la otra persona a la defensiva. En el mejor de los casos la conversación durará poco, por lo que será difícil exponer bien todos tus argumentos y que sean comprendidos por la otra parte.

La forma más efectiva de encarar una subida de sueldo es solicitar una reunión con tu superior o jefe (o quizá ambos). Puede parecer muy serio, pero es la mejor forma de encarar las subidas de sueldo por diferentes motivos. En primer lugar, esta formalidad es lo que buscamos, ya que proyecta una imagen de seguridad y determinación. Al fin y al cabo, esto no pasa muy a menudo (y esperemos que tarde mucho en repetirse).

Por otro lado también permite que la otra parte se haga una idea del motivo de la reunión, por lo que es posible que muestren mayor predisposición a que si abordamos el tema en un descanso o en la fiesta de empresa. Por último, una reunión creará el espacio y tiempo ideal para poder exponer nuestros argumentos con tranquilidad e incluso negociar, si es necesario.

Es importante que hagas esto en último lugar para acudir con los deberes hechos. Empezar por este punto y esperar a tener la cita para activarse es un error ya que la preparación puede ser justa o insuficiente y la confianza con la que llegaremos no será la mejor.

Me han dicho que no a la subida de sueldo: ¿y ahora qué hago? 

Primero de todo, no te preocupes. Aunque no existen estadísticas oficiales, la mayoría de solicitudes de aumento terminan con final triste.

Lo segundo, no te tomes nada como personal ya que pueden existir mil motivos ajenos a tu trabajo y desempeño que obliguen a la empresa a decir que no a pesar de entender tus motivos y hasta querer subirte el sueldo.

Sin embargo, una cosa no quita la otra. Y es que encajar el no con deportividad está bien, pero nadie ha hablado de agachar la cabeza al recibir una respuesta insatisfactoria. Veamos algunas cosas qué puedes hacer para intentar acercarnos al sí un poquito más:

Analiza y valora lo que sí te ofrecen 

Como hemos visto, no todos los aumentos de sueldo tienen forma de subida en la nómina. Si en lugar de más dinero la empresa contraoferta con ventajas como formación, seguros, bonos, dietas, descuentos o un trabajo con más vacaciones conviene examinar si realmente nos conviene. Cierto es que en algunos casos puede no valer la pena, pero hay puntos interesantes a analizar.

Analiza y valora lo que sí te ofrecen

El primero son los seguros, en especial los de salud. Muchas empresas tienen buenos acuerdos con aseguradoras a través de los colegios profesionales, por lo que paguemos uno o no podemos disfrutar de él totalmente gratis mientras sigamos en la empresa. Recordemos que el coste de estos seguros suele aumentar con el paso de los años.

Por otro lado están los productos de ahorro e inversión. Ciertas compañías ofrecen beneficios como pagar un plan de pensiones o aumentar en un porcentaje el ahorro aportado por el trabajador, así como el ofrecimiento de participaciones o bonos. En estos casos conviene leer bien la letra pequeña, pero muchos de los vinculados con ahorro y jubilación pueden ser interesantes.

Abre una puerta el futuro 

Un “no” hoy puede ser un “sí” mañana. Con esto queremos decir que no siempre es el mejor momento. Una forma muy elegante de recibir esta negativa es mostrado una actitud proactiva y de compromiso con la empresa diciendo algo como:

“Entiendo perfectamente la situación y los motivos que hacen que este no sea el mejor momento para pedir una subida de sueldo. Sin embargo, me gustaría seguir desarrollándome en esta empresa y no me asusta asumir nuevas responsabilidades, por lo que me encantaría poder ver de nuevo mi solicitud en un futuro”

Pide orientación

Si, más allá del no, la reunión ha sido positiva, puede ser una buena ocasión para solicitar orientación de cara a obtener una subida en el futuro.

El truco está en realizar esta pregunta al final del todo, incluso después de la despedida, ya que es cuando más distendido y relajado estará.

Es importante tener en cuenta que no es momento de bombardear a preguntas, pero sí que se puede formular una, así que hay que elegir bien: cuándo sería el mejor momento para solicitarlo de nuevo, cuál sería la propuesta de subida adecuada o, mejor aún, qué caminos deberíamos tomar para alcanzar el sí. Por si te preguntas cómo hacerlo, pueden valerte ejemplos como estos:

“Te agradezco tu tiempo, pero si me concedes dos segundos más me gustaría preguntarte si crees que a finales de año podría ser mejor momento o mejor espero al año nuevo”

“Muchas gracias por atenderme, aunque antes de irme tengo una pregunta muy rápida: qué pasos o responsabilidades me aconsejas tomar para que se reconozca mejor mi labor”

¿La subida es por una necesidad concreta? Piensa en Cofidis

Puede ser que tu solicitud de aumento venga ocasionada porque estás llevando a cabo una reforma o quieres pagar los estudios de tus hijos y tu situación económica te supera. Si se trata de algo puntual, piensa que puedes contar con la ayuda de los préstamos personales, los cuales te permiten obtener rápidamente una cantidad fija con la que afrontar los pagos e ir devolviendo la cantidad prestada poco a poco.

Busca otro empleo

La última opción. Si ya no quieres esperar más puede que sea el momento de saltar. A veces los cambios son la mejor forma de crecer profesional y personalmente, así que ¿por qué no? Además tenemos un gran motivo para animarte: si tu idea era obtener más dinero, los mayores aumentos se logran al cambiar de trabajo.

Pero hay una cara B a todo esto. El mercado laboral es voraz y encontrar trabajo por internet puede llegar a parecer misión imposible, por lo que conviene correr si queremos conseguir ese aumento o la condición de parados podría jugarnos en contra a la hora de negociar.

Tip financiero:

Si piensas cambiar de trabajo sí o sí busca otro empleo antes. Esto te dará más poder a la hora de negociar un sueldo mejor y, además, no consumirá días de paro.

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