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Qué tener en cuenta al hacer una reforma en casa

Obreros haciendo reformas en una casa

Poner a punto nuestra vivienda consiste en mucho más que llamar a un paleta para explicarle lo que queremos. Puede que necesites permisos, hacer un comunicado a los vecinos u otros detalles que se te pueden fácilmente escapar. Por suerte, al igual que pasa con las finanzas, la planificación es clave para hacer que una renovación del hogar vaya como la seda.

Poner a punto nuestra vivienda consiste en mucho más que llamar a un paleta para explicarle lo que queremos. Puede que necesites permisos, hacer un comunicado a los vecinos u otros detalles que se te pueden fácilmente escapar. Por suerte, al igual que pasa con las finanzas, la planificación es clave para hacer que una renovación del hogar vaya como la seda.

Renovar nuestro hogar siempre es motivo de ilusión, pero muchas reformas acaban terminando en pesadilla. Y es que existen decenas de causas que pueden hacer que la obra se tuerza. Problemas con los contratistas que derivan en incumplimientos de plazos, quejas de los vecinos, suciedad, ruido, daños colaterales en forma de roturas o manchas de pintura… ¿Te suenan? Pues debes saber que la gran mayoría son evitables con una buena preparación. Veamos cuáles son aquellas cosas que debemos tener en cuenta al actualizar nuestro hogar.

Los 11 puntos claves a tener en cuenta al hacer una reforma de una vivienda

1. Decide cómo lo quieres todo antes de que empiece la reforma 

Una reforma conlleva tomar un montón de decisiones. Ya sea para plasmar lo que tenemos en la cabeza o para concretar lo que nos proponen, nos va a tocar revisar y decidir entre un mar de opciones de suelos, pinturas, luces, apliques y un largo etcétera que puede resultar abrumador.

Ante tal alud de información lo recomendable es que nos tomemos nuestro tiempo para elegir bien todos y cada uno de los detalles. Se trata de tu futuro hogar, así que más vale invertir algo de tiempo y estar 100 % seguros de cada elección. La tentación de decidir lo básico y dejar otras cosas para más adelante puede que sean altas, pero trata de evitarlo a toda costa. Saber (y pedir) de entrada todos los materiales es uno de los mejores consejos para obtener un timing de obras real, ya que si hay retrasos en la entrega de algo, lo sabremos de antemano. Por el contrario, tomar decisiones tardías o cambiar de opinión a última hora puede hacer que todo se retrase.

2. Solicita varios presupuestos siempre

El coste es el primer escollo de cualquier reforma. Todos queremos que quede bien, pero también que cueste lo menos posible. Por eso, aunque ya cuentes con algún profesional de confianza o recomendado, pide varios presupuestos. La OCU recomienda, al menos, tres, aunque si puedes pedir alguno más siempre es mejor.

Es importante, por eso, que los presupuestos estén bien detallados, diferenciando así las diferentes partidas y especificando materiales. Esto nos permitirá tener datos suficientes para comparar y detectar diferencias o puntos a negociar como, por ejemplo, el margen en los materiales o la calidad de los mismos.

Quizá está de más decirlo, pero trata de buscar siempre a especialistas acreditados y de los que, de algún modo, puedas obtener referencias y huye de aquellos que su única baza sea un precio bajo. Y es que, como bien sabes, lo barato sale caro.

Y recuerda que si no dispones de todo el capital necesario para afrontar la reforma de tu vivienda, siempre puedes considerar opciones como los préstamos reforma, que te permite obtener la cuantía que necesitas de una forma fácil y rápida, sin cambiar de banco ni pagar comisiones, así como devolverlo en cómodas mensualidades.

3. Formalízalo todo por escrito mediante un contrato de obra

Una de las jugadas más inteligentes es, una vez seleccionados los proveedores, solicitarles un contrato de obra. Su funcionalidad es doble: por un lado nos cubre durante y tras la reforma y, por el otro, es una de las mejores formas de detectar a profesionales o empresas poco serias, ya que suelen rehuir este tipo de contratos al saber que lo que prometen difícilmente se va a poder cumplir.

Pedir un contrato de obra no es nada extraño. De hecho, es bastante fácil de hacer, por lo que hasta puedes redactarlo tú mismo y pedir a tus proveedores que lo firmen. Tanto si vas a hacerlo tú como a solicitarlo a quien contrates, asegúrate de que incluye los siguientes datos:

  • Fecha de inicio
  • Fecha de finalización de obra (se puede especificar algún margen)
  • Posibles penalizaciones por retraso
  • Presupuesto fijado (puede dividirse en diferentes partidas o áreas si es una gran reforma)
  • Cantidades en concepto de adelanto
  • Términos de pago

Recuerda que estos son puntos bastante genéricos a los que puedes añadir todo aquello que consideres (garantías, gestión de permisos…)

4. Garantías extra con las que deberías contar al afrontar una reforma

Aunque lo tengamos todo definido y atado hasta por escrito, los accidentes suceden. Para garantizar nuestra tranquilidad no está de más hacer algunas comprobaciones. Lo primero que debemos revisar es que la empresa o profesional que contratamos para la reforma tiene contratado un seguro de responsabilidad civil.

Otro factor que nos puede ayudar aquí es nuestro propio seguro de hogar. Algunos de ellos cubren roturas o desperfectos derivados de obras o pinturas, así como otros puntos interesantes como la sustitución de enchufes, el sellado de platos de ducha o bañeras, etc. Y es que, con suerte, además de cubrirte igual te ahorra algún euro.

Chicos reformando una casa

5. Prepara un pequeño fondo para emergencias o imprevistos 

Como persona precavida vale por dos, no está de más añadir un pequeño extra a nuestro presupuesto en concepto de imprevistos. No hace falta que sea mucho, con un 5  o un 10 % del total debería ser más que suficiente, pero contar con este dinero nos puede ahorrar la molestia de tener que rascarnos el bolsillo a última hora por un cambio repentino de opinión o desperfecto inesperado.

Lo mejor de esto es que si finalmente no lo requerimos podemos emplearlo en algo de decoración extra, celebrar el fin de la reforma o, mejor aún, destinarlo a nuestro ahorro.

6. Olvídate de pagos en negro 

Lo de ahorrarse el IVA puede sonar de lo más tentador, especialmente cuando la reforma sube varios miles de euros, pero es una práctica peligrosa. Omitir este impuesto o declarar un valor menor con el fin de reducir su cuantía puede ser un gran problema si tenemos que afrontar algún tipo de reclamación.

Por si esto no fuese argumento suficiente, ser legal y pagar el IVA correspondiente nos permitirá aplicar ciertas deducciones y, si es el caso, optar a algún tipo de ayuda o subvención. Y si aún así te parece poco, te dejamos nuestros consejos para ahorrar en una reforma doméstica.

7. Solicita las licencias de obra pertinentes

Las licencias ya son un requisito indispensable para la mayoría de reformas en casa. Algunas actuaciones todavía quedan exentas como, por ejemplo, las tareas de pintura o sustitución de redes de suministro, pero el mejor consejo es revisar las normas de cada ayuntamiento, ya que existen enormes variaciones de una zona a otra.

En la actualidad nos encontramos con las licencias de obra menores y mayores. Las primeras son aquellas que no alteran la estructura original del edificio como, por ejemplo, tirar paredes. Al otro lado están los permisos de obra mayor, que sí que otorgan la potestad de realizar cambios sustanciales en la configuración de la vivienda o edificio y que, como has adivinado, son más complicados de obtener.

El proceso de solicitud puede realizarse online en la mayoría de los casos, aunque debes tener en cuenta que tiene un coste. En el caso de las licencias de obra menores este suele rondar entre el 3 y el 7 % del valor de la reforma, aunque depende del ayuntamiento puede desde subir un poco más hasta llegar a ser totalmente gratuito si vives en un lugar donde han eliminado la tasa urbanística. En las licencias para obras de mayor calado el porcentaje se reduce un poco (entre un 3 y un 5 %) con el fin de cubrir el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) y tasas. Además, aquí hay que añadir alrededor de un 0,5 % extra del valor para la gestión de residuos.

Un punto crucial es que la licencia de construcción debe solicitarse ANTES de iniciar la reforma, ya que de lo contrario (o de no solicitarla) podríamos enfrentarnos a una paralización de las obras y a multas de hasta 6.000 €.

8. Avisar a los vecinos: ¿obligación o cortesía?

Si vives en comunidad, los vecinos son otro de los aspectos a tener en cuenta en una reforma. Aquí la norma es clara: si se trata de una obra mayor se necesita el permiso de la comunidad. Si esta, además, afecta a la estructura del inmueble necesitarás que los vecinos aprueben de forma unánime la reforma.

Si hablamos de pequeñas reformas, no es necesario obtener el permiso de la comunidad, pero sí que es altamente recomendable avisar a los vecinos, especialmente aquellos más cercanos y que puedan verse más afectados por los ruidos o suciedad. Aquí las opciones son varias, ya que podemos aprovechar una junta de vecinos, notificar personalmente a los posibles afectados o colgar un cartel de aviso. Elijas la que elijas, ten presente que la cordialidad y la educación son una poderosa arma. Valora también avisar de aspectos clave como la duración estimada o días de actuación extraordinarios. Y, por último, trata de respetar los horarios con el fin de no generar más malestar del necesario y, si lo crees necesario, puedes facilitar tu número para que puedan avisarte de cualquier problema.

9. Ahorra un poco aprovechando ayudas, subvenciones y ventajas fiscales

Existen diferentes ayudas orientadas a la renovación de viviendas. Principalmente están orientadas a la rehabilitación de viviendas y la mejora de la eficiencia energética, aunque conviene consultar en cada caso particular, ya que estas subvenciones cambian de una comunidad autónoma a otra.

Las deducciones fiscales son otro aspecto a tener en cuenta en una reforma. Siempre que lo hagamos todo correctamente y de forma legal, podemos llegar a deducir hasta un 60 % de la reforma en nuestra Declaración de la Renta, aunque recuerda que quedan excluidas mejoras en garajes, trasteros, patios o jardines, así como en inmuebles donde se desarrolle una actividad económica. Además, algunos ayuntamientos también ofrecen reducciones en el pago del Impuesto de Bienes Inmuebles (más conocido como IBI) en caso de reforma.

10. Prepárate para la reforma 

Cualquier obra trae consigo una nube de caos y organizarnos es la única manera de que no nos pille de lleno. Empieza por despejar y limpiar el espacio unos días antes. Es un momento genial para hacer una revisión de todo aquello que guardamos y tirar, donar o vender aquello que no necesitemos. Así, volver a ordenarlo todo será aún más fácil. Si la reforma va a ser en diferentes lugares de la casa podemos aprovechar los tiempos de ejecución para ir redistribuyendo todo de una habitación a otra conforme la obra avance.

Algo que debes tener especialmente en cuenta es todo aquello que usas habitualmente. Tu ropa de diario, enseres de limpieza o útiles de cocina… Procura guardar todas estas cosas en un lugar al que tengas fácil acceso a pesar de las obras.

Aunque la mayoría de profesionales ya se ocupan de proteger tu hogar, no está de más poner hincapié en reforzar personalmente zonas u objetos más delicados o valiosos.

Por último, ármate de paciencia. No van a ser días fáciles, pero tenerlo todo bajo control te ayudará a que el trámite sea más llevadero. En este sentido, algunas personas deciden abandonar el domicilio con el fin de alojarse temporalmente en otro lugar. Aquí las opciones son varias y van desde hoteles o apartamentos turísticos hasta la casa de familiares o amigos, pero ten en cuenta que en la mayoría de los casos implica unos costes añadidos a la reforma.

11. Supervisa los avances de la reforma 

Ya seas de los que te quedas en casa o de los que te vas para evitar el ruido, es recomendable no perder de vista el trabajo de los profesionales. No hace falta que te conviertas en capataz, pero sí que vayas comprobando que todo se desarrolla según lo esperado.

Llevar un seguimiento continuo de la reforma permite también una mayor agilidad a la hora de realizar algún ajuste sobre la marcha o implementar cambios.

Como siempre decimos en ViveMásVidas, tu hogar es -casi con total seguridad- la mayor inversión de tu vida. Sigue haciendo que el valor de tu hogar crezca con nuestros consejos y artículos de interés.

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